El misterio de las centellas (65)
Durante una fuerte tormenta eléctrica en Australia, donde había sobre todo descargas nube a nube, una amiga y yo fuimos a un mirador para observar los relámpagos.
Debajo de nosotros había un campo que se secaba al calor del verano y la hierba era de color marrón. En un momento se formó un relámpago nube-tierra muy grande, cerca de nosotros en el campo de abajo. Cuando el relámpago golpeó, una gran bola de electricidad, de color azul profundo, se trasladó rápidamente a través del campo. No iba a mucha altura del suelo, y dejaba una estela negra detrás de ella.
Mi novia comentó el hecho de que la hierba se quemó, aunque el campo estaba muy mojado por la lluvia.
Cuando esta pelota se alejó de nosotros, golpeó varias piedras grandes en su trayectoria. En el impacto, la pelota se dividió en varios fragmentos más pequeños y siguió adelante, quemando más senderos detrás de ella. Esto sucedió hasta que la electricidad ya no fue visible.
Todo el episodio duró sólo unos segundos, pero se ha mantenido en mi memoria por años. Fue un efecto espectacular, y lo he estado buscando en cada tormenta que he visto desde entonces. Pero todavía no hay suerte.
Mike Bartils
Sunbury, VIC Australia