IMPACTO AMBIENTAL
¿Quién le pone el cascabel al gato?[1]
Juan José Morales
Desafortunadamente, parece que nadie. Hasta ahora sólo he conocido a una o dos personas que tienen la atingencia de ponerle a sus mininos un cascabel. Y hacer tal cosa es necesario y conveniente, no como adorno para el animal, sino como protección para la fauna silvestre. Concretamente, las aves, que son prácticamente los únicos animales silvestres que todavía podemos ver en patios, parques y jardines, incluso en el corazón de las ciudades.
Usualmente a los gatos domésticos se les considera cazadores de ratones. Por eso la gente no se percata de la cantidad de aves que atrapan y exterminan por instinto aunque estén bien alimentados. Por eso los ornitólogos recomiendan a sus dueños ponerles un cascabel, para así evitar que puedan aproximarse sigilosamente a sus presas. Tan sencilla medida salvaría la vida a muchos pájaros.
El problema estriba en que, a diferencia de los perros «”que sólo andan por el suelo y generalmente se mantienen confinados en el patio, el jardín o el interior de la casa»”, los gatos domésticos escalan paredes, rondan por los techos, se suben a los árboles, se escurren por cualquier resquicio, vagan por todas partes»¦ y en esas andanzas se les despierta el espíritu de cazador que tienen todos los felinos, y atacan polluelos y aves adultas; no necesariamente para comerlos, sino simplemente porque así se los marca su instinto.
Si sus propietarios se tomaran la pequeña molestia de atarles un cascabel al cuello, su sonido serviría de advertencia a los pájaros y se evitarían muchas muertes innecesarias.
Estas reflexiones me nacieron al leer un excelente libro sobre las aves más comunes del sur de Yucatán, editado por la Universidad Autónoma de Yucatán. Como hace notar en el prólogo Patricia Escalante Pliego, presidenta de la Sociedad de Ornitología Neotropical, las aves constituyen un grupo ideal para adentrar a la gente en el mundo natural, pues «”como decíamos líneas arriba»” es posible observarlas prácticamente en cualquier lugar y casi en cualquier momento. De hecho, resultan omnipresentes, tanto en el campo como en pueblos y ciudades, aunque se trate de bandadas de nocivas palomas o de indeseables kauizes.
Y, señala Escalante, en ocasiones podemos observar a parejas de aves cuidando el nido y sus crías, pero igualmente quizá «encontremos que el nido se malogró, que lo encontró un gato (que aunque es nuestra mascota la dejamos que ande libre por el vecindario sin cascabel)»¦»
En efecto, a los gatos domésticos y callejeros se debe una buena cantidad de muertes de aves silvestres. Y a ello hay debemos sumar el hecho de que la avifauna nativa tiene que enfrentar los problemas ocasionados por la deforestación urbana. Porque no hay que olvidar que las diferentes especies de aves silvestres tienen en su gran mayoría una dieta bastante específica. Es decir, comen sólo determinados frutos, semillas o tipos de insectos. Cuando se destruye la vegetación natural para construir viviendas, se ven obligados a emigrar.
Pero eso los expertos recomiendan «”como ya hemos comentado en otra ocasión»” que para lograr el retorno de esas aves que han sido expulsadas de las ciudades se trate de mantener en parques, patios y jardines, la mayor cantidad y diversidad posible de árboles y arbustos, de preferencia de especies nativas de la región. De ese modo, la avifauna encontrará los elementos naturales que permiten su supervivencia. Y, por supuesto, como complemento no hay que olvidar ponerle el cascabel al gato.
Para terminar, una felicitación a los autores de Aves Comunes del Sur de Yucatán, Juan Bautista Chablé Santos, Ernesto Gómez Uc y Ricardo Manuel Pasos Enríquez. Su obra, producto de un acucioso trabajo de campo y de gabinete en el cual contaron con la colaboración y apoyo de campesinos de la región, nos ofrece valiosa información «”inclusive los nombres en maya»” sobre 90 de las 229 especies reportadas para esta zona, el sur de Yucatán, que está catalogada por la Sociedad para la Conservación y Estudio de las Aves de México como área prioritaria en ese sentido.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Lunes 26 de enero de 2015