Videos de Chico Asustado por Fantasma
28 de noviembre de 2010
Kentaro Mori
«Duppy» es una palabra del patoá jamaicano, originaria de Ãfrica Occidental, que significa fantasma o espíritu. Gran parte del folclore del Caribe gira alrededor de los duppies, generalmente considerados como espíritus malévolos. Se dice que ellos salen y buscan a la gente generalmente por la noche, y la gente de la isla alega haberlos visto.
Pues uno de ellos habría sido captado en el vídeo arriba, o por lo menos, su tormento a un niño de 11 años. El supuesto Duppy provocó conmoción en Martin Street, en la ciudad de Spanish Town, Jamaica, mientras el chico cuenta que el espíritu sería un amigo que falleció hace cuatro años, y recientemente pasó a aparecer usando un sombrero blanco, con manos y un reloj de pulsera (?) negros. Además de tirar al niño, el Duppy también tocaría objetos, para desesperación de la familia y vecinos que buscan apoyo religioso orando para que todo acabe.
Es un caso clásico de «Poltergeist», involucrando a un niño que dice ser atormentado por espíritus, que puede ser tirado, completo con objetos siendo lanzados al azar. Aunque las dos escenas en las que el niño parece ser tirado de su silla y luego contra un muro pueden intrigar, un segundo vídeo deja más claro lo que ocurre aquí.
Aquí, el religioso Rohan Edwards intenta provocar el espíritu a manifestarse. Aunque, como en el primer vídeo, ningún objeto es lanzado frente a las cámaras, el chico sí es «tirado» dos veces y en la segunda ocasión intenta luchar con el espíritu. Esta vez, sin embargo, la acción es mucho menos convincente, y queda claro cómo el niño no es tirado por ninguna fuerza externa. Él está simplemente jugando.
Que no hay espíritus malignos involucrados aquí se hace evidente, pero el caso no sólo involucra a un niño haciendo trucos. Como en varios casos Poltergeist, hay un contexto que va desde el folclore local hasta detalles personales. Note, por ejemplo, que en todas las ocasiones en que el chico es «tirado» por el espíritu, su madre acude rápidamente. No sólo esta acción contribuye, principalmente en el primer vídeo, a la impresión de que el chico realmente está siendo tirado por alguna fuerza externa, mientras él se apoya en su propia madre, como quizás más importante, evidencia cómo encuentra comodidad en lo que está haciendo.
«La consecuencia inmediata de los comportamientos del niño es la acogida de la madre», resalta la psicóloga Ana Arantes como una hipótesis explicativa a los eventos. «El fenómeno paranormal» puede ser mantenido por reforzadores sociales muy fuertes (atención social, calidez y protección materna y probablemente de otros miembros de la familia) y, en ese contexto, es posible también que haya sido modelado y aprendido en esa misma comunidad».
Aunque el rostro del niño sea correctamente censurado para preservar su identidad, también es posible ver que el niño sonríe mientras habla del fantasma que supuestamente lo traumatizó. «Imagino que es un indicio no de que él esté «˜mintiendo»™, es decir, manipulando la audiencia intencionalmente, sino una reacción a las consecuencias que él consigue, que son reforzadoras, y por lo tanto percibidas como «˜agradables»™», comenta Arantes. «No dudo que durante el «˜fenómeno»™ esté en una situación de sufrimiento (físico y psicológico). ¿Imagínese un niño que cree firmemente estar siendo perseguido por el espíritu de un amiguito? Debe ser muy aterrador».
En el conflicto entre superstición y razón, es fácil interpretar fenómenos, así como dicotomías en que o se tiene un embrujamiento aterrorizante «auténtico» o «sólo» un fraude insidioso practicado por un niño. El contexto psicosocial en que tales fenómenos ocurren convence a comunidades enteras y llegan a los medios es sin embargo siempre más complejo. El caso recuerda no sólo otros casos Poltergeist típicos, como también historias clásicas como las hadas de Cottingley.
(Con agradecimientos a los lectores que sugirieron el tema, ya Ana Arantes por la colaboración)