Por qué las teorías de la conspiración se están convirtiendo rápidamente en la corriente principal

Por qué las teorías de la conspiración se están convirtiendo rápidamente en la corriente principal

Los humanos creerán y harán casi cualquier cosa para aliviar la ansiedad.

Publicado el 24 de enero de 2022 | Revisado por Devon Frye

PUNTOS CLAVE

Las teorías de la conspiración se han vuelto cada vez más comunes.

Para abordar esto, debemos comprender que las personas creerán casi cualquier cosa para aliviar la ansiedad frente a un mundo incierto.

Para difundir y prevenir las teorías de la conspiración, debemos abordar esta causa subyacente, así como los motores de desinformación como las redes sociales.

La pandemia ha sido un crisol para las teorías de la conspiración y ha tenido graves consecuencias.

Recientemente marcamos el primer aniversario del asalto al Capitolio de la nación. Muchos todavía creen en las mentiras de las elecciones presidenciales. Las conspiraciones de vacunas y PCR son comunes. Hemos hablado hasta la saciedad de las causas y consecuencias de vivir en los tiempos de la posverdad.

Sin embargo, ninguno de nosotros debería sorprenderse por el surgimiento del pensamiento conspirativo. Para comprender la difusión de tales creencias, y prepararnos para lo que podría venir después, tenemos que profundizar en una verdad sobre la naturaleza humana: la gente creerá casi cualquier cosa para entender un mundo que provoca ansiedad.

La ansiedad subyace al pensamiento conspirativo

No es coincidencia que las cosmovisiones conspirativas hayan florecido durante la pandemia. Al proporcionar previsibilidad y propósito, pueden ayudar a aliviar la ansiedad que sentimos frente a un mundo impredecible, amenazante y desempoderador.

La investigación respalda el vínculo ansiedad-conspiración. Por ejemplo, en un estudio realizado en el Reino Unido en 2011, los adultos que reportaron niveles más altos de ansiedad ante la muerte eran significativamente más propensos a creer en las teorías de conspiración descritas en la novela El Código Da Vinci de Dan Brown, como “el verdadero Santo Grial” es el secreto sobre el linaje que desciende de Jesús y María Magdalena”. Un estudio de 2013 mostró además que la ansiedad previa al examen aumentaba el pensamiento conspirativo sobre el pueblo judío.

Reprimir las teorías de la conspiración es una batalla perdida

Si la ansiedad subyace al pensamiento conspirativo, es probable que la supresión fracase. Décadas de investigación y ciencia clínica muestran que tratar de suprimir los sentimientos de ansiedad casi siempre tiene la consecuencia no deseada de amplificarlos. Lo mismo ocurre con el pensamiento conspirativo.

Cuando las creencias de un grupo marginado están bajo asedio, cuando son tratados simplemente como engañados o “locos”, los miembros del grupo tienden a volverse más fanáticos y radicalizados para proteger su visión del mundo de los desafíos de los extraños. Entonces, al igual que los enfoques estándar para tratar la ansiedad, nuestro enfoque de las teorías de conspiración debe enfatizar dos pasos proactivos: identificar y reemplazar creencias poco realistas y cambiar comportamientos.

Las creencias conspirativas se pueden cambiar

Las creencias son difíciles de cambiar, pero no imposibles. Los creyentes moderados pueden dejarse influir por una simple y no ridícula desacreditación de las creencias falsas con hechos sólidos, especialmente cuando las transmiten mensajeros de confianza como los ex miembros de la comunidad. Esta estrategia, sin embargo, requiere algo que podríamos dudar en dar: empatía. La empatía es crucial aquí porque, como señala el escritor James Clear, “convencer a alguien de que cambie de opinión es realmente el proceso de convencer a alguien de que cambie de tribu”.

En otras palabras, la empatía nos permite comprender que incluso las creencias extrañas son paradójicamente reconfortantes y empoderadoras para los creyentes no solo porque coloca a los miembros en una tribu exclusiva de “conocedores”, sino porque se siente simple y predecible en comparación con la compleja combinación de fuerzas que en realidad da forma a nuestras vidas. Entonces, si nuestro objetivo es desacreditar una cosmovisión, debemos ser lo suficientemente sabios para saber que algo necesita llenar el vacío.

Motores conspirativos

Las redes sociales son obviamente un motor en la propagación viral de información errónea. También han erosionado profundamente nuestra capacidad para distinguir la realidad de la ficción. Hay soluciones: cambiar los algoritmos de recomendación en YouTube, por ejemplo, o insertar demoras antes de que las publicaciones conspirativas se compartan en Facebook, ralentiza con éxito la difusión de información errónea.

El uso de las redes sociales para hacer que las personas se den cuenta de manera preventiva de que podrían ser engañadas, una estrategia conocida como prebunking, también inhibe la naturaleza viral del pensamiento conspirativo. Sin embargo, los cambios en este dominio requieren que las personas y las empresas de tecnología den un paso al frente, algo que las grandes empresas de tecnología han fallado repetidamente y, a menudo, a propósito.

Qué viene después

Es fácil descartar a los pensadores conspiradores como “locos”. Pero si nuestro objetivo es prevenir y difundir de manera efectiva las teorías de la conspiración, es hora de que nos tomemos en serio el abordar las causas subyacentes: la ansiedad y los motores de la conspiración que alimentan la desinformación y el miedo.

https://www.psychologytoday.com/us/blog/more-feeling/202201/why-conspiracy-theories-are-fast-becoming-mainstream

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.