6 globsters extraños que han llegado a la costa
7 de marzo de 2022
Michele Debczak
El globster conocido como el Monstruo de San Agustín apareció varado en una playa de Florida en 1896. ARCHIVO SMITH/ALAMY STOCK PHOTO
Han aparecido en playas de todo el mundo: blobs viscosos de material orgánico que no se parecen a ninguna criatura conocida por la ciencia. Algunos carecen de rostros y extremidades discernibles, y otros lucen filamentos parecidos a pelos y muñones carnosos que sugieren tentáculos flotantes. Van desde unos pocos pies de largo hasta el ancho de una casa.
En parte glob, en parte monstruo, estos extraños visitantes de las profundidades son conocidos como globsters. A menudo se los menciona junto con Bigfoot y el Monstruo del Lago Ness, pero a diferencia de otros críptidos, no hay escasez de evidencia física de estos organismos aparentes. También son únicos entre los monstruos en el sentido de que los científicos suelen confirmar su verdadera identidad. La gran mayoría de los globsters resultan ser trozos de grasa de ballena en descomposición. Los cadáveres de tiburones peregrinos que el mar deja sin rasgos distintivos son otro culpable común.
Aunque estos misterios marinos generalmente se resuelven, los globsters continúan capturando la imaginación del público. Mientras aparezcan masas de grasa podrida en las costas, la gente seguirá proyectando sobre ellos sus temores sobre el océano y sus extrañas criaturas. Estos son algunos de los globsters más desconcertantes y extraños que han aparecido en los titulares a lo largo de los años.
1. EL BLOB CHILENO
Los expertos quedaron inicialmente perplejos cuando este misterioso montículo de carne apareció en una playa de Chile en 2003. Apodado el Blob chileno, el globster pesaba 13 toneladas y medía 41 pies de largo por 19 pies de ancho. La consistencia gelatinosa de la monstruosidad llevó a algunos investigadores a especular que provenía de un calamar gigante o de una nueva especie de pulpo. La última posibilidad fue especialmente intrigante, ya que la ciencia no ha identificado pulpos de ese tamaño. La microscopía electrónica y las pruebas de ADN revelaron una explicación más plausible y menos emocionante: el blob chileno era simplemente la grasa en descomposición de un cachalote.
2. EL GLOBSTER PELUDO DE FILIPINAS
HUNTXEL, WIKIMEDIA COMMONS//CC BY-SA 4.0
Algunos globsters son más peludos que gelatinosos. Ese fue el caso de una masa orgánica de 20 pies de largo descubierta en una playa de Filipinas en 2018. El cadáver blanco y peludo puede haberse parecido al dragón de A Neverending Story (1984), pero sus orígenes fueron menos fantásticos. Los funcionarios locales concluyeron que los restos pertenecían a una ballena que había muerto un par de semanas antes, posiblemente después de haber sido golpeada por un barco. Los “pelos” largos eran en realidad fibras musculares en descomposición, y la coloración blanca era una consecuencia natural de la descomposición.
5. TRUNKO
Este globster tiene la rara distinción de supuestamente haber sido visto mientras aún estaba vivo. El dueño de una granja llamado Hugh Balance afirmó que vio al monstruo marino peleando con dos ballenas frente a la costa de Sudáfrica en 1922. Dijo que el cuerpo llegó a la orilla esa noche, y cuando lo miró más de cerca, observó que medía 47 pies de largo, 10 pies ancho, y cubierto de pelo blanco. El apodo Trunko proviene del tronco de 5 pies de largo que aparentemente colgaba de la cara de la criatura. Después de 10 días en tierra, fue arrastrado de regreso al mar sin ser estudiado por un experto. Dos años más tarde, el Daily Mail informó sobre el avistamiento bajo el titular “Pez como un oso polar”. Las fotografías y descripciones de Trunko coinciden con las de otros globsters basados en grasa de ballena, aunque sin una muestra para analizar, su identidad sigue sin confirmarse.
3. LA BESTIA STRONSAY
Stronsay Beast es uno de los primeros globsters registrados. Los restos fueron arrojados a la costa de las Islas Orcadas de Escocia en septiembre de 1808. Con un supuesto cuerpo de 55 pies de largo y la circunferencia de un pony, se comparó de inmediato con serpientes marinas legendarias. Otras características inusuales reportadas por testigos oculares incluyeron dos orificios nasales, una melena sedosa y tres aletas grandes a cada lado de su cuerpo. Los científicos de Edimburgo que estudiaron muestras del espécimen creyeron que habían identificado una nueva especie. Incluso le dieron un nombre científico: Halsydrus pontoppidani, en honor al obispo danés del siglo XVIII y entusiasta de los monstruos marinos Erik Pontoppidan. Pero no todos estaban convencidos: después de estudiar las vértebras del animal, un destacado cirujano llamado Sir Everard Home determinó que se trataba de un animal descompuesto, un tiburón peregrino. Un análisis posterior en la década de 1980 apoyó esta afirmación. Sin embargo, la Bestia Stronsay sigue siendo una criatura misteriosa. El tiburón peregrino más largo registrado medía 32 pies, que es significativamente más corto que la longitud reportada del globster de 55 pies.
4. EL MONSTRUO DE SAN AGUSTÍN
INSTITUCIÓN SMITHSONIAN, WIKIMEDIA COMMONS // DOMINIO PÚBLICO
Otro de los primeros globster que llegó a los titulares nacionales fue el Monstruo de San Agustín. Dos niños tropezaron con el cadáver amorfo en 1896 mientras caminaban por una playa en la isla Anastasia en Florida. Los niños compartieron el hallazgo con el médico local DeWitt Webb, quien concluyó que la criatura había sido una especie de pulpo grande. El blob medía 21 pies de largo por 7 pies de ancho, con apéndices achaparrados que sobresalían de un extremo. Otro médico que lo examinó describió la supuesta cabeza como “tan grande como un barril de harina común y tiene la forma de una cabeza de león marino”. Los periódicos llamaron al espécimen un monstruo marino.
Los científicos tardaron casi un siglo en revelar la verdadera identidad del Monstruo de San Agustín. A principios de la década de 1990, los investigadores estudiaron una muestra de globster bajo microscopios ópticos y electrónicos y descubrieron que consistía en colágeno puro. Los restos probablemente provenían de una ballena, y definitivamente no se derivaron de un invertebrado como un pulpo. El análisis de ADN del espécimen en 2004 confirmó la teoría de la ballena.
6. EL GLOBSTER DE TASMANIA
No fue el primer blob marino no identificado de este tipo, pero esta masa descubierta en Australia nos dio el término globster. El criptozoólogo escocés Ivan T. Sanderson acuñó la encantadora etiqueta tras la llegada de la criatura a una playa de Tasmania en 1960. Según los informes, el montículo de 20 pies de largo tenía cerdas blancas, aberturas en forma de branquias y muñones en forma de colmillos en su cuerpo. Debido a que varó en una parte remota de la isla inaccesible en automóvil, los científicos tardaron dos años [PDF] en observarlo. Determinaron que era parte de una ballena muerta, pero algunos testigos se muestran escépticos. Graham Airey, que era un niño cuando el globster apareció cerca de su casa, le dijo a la Australian Broadcasting Corporation en 2016, “Esta cosa no parece grasa de ballena […] esta cosa tiene cinco branquias a cada lado. Tenía 5 pies de altura, un pelaje ligeramente peludo, como la lana de una oveja con púas por todas partes. Las ballenas no tienen ese tipo de cosas”. También citó el hecho de que el cadáver permaneció en la playa durante años sin pudrirse como evidencia de sus misteriosos orígenes.
https://www.mentalfloss.com/article/655596/bizarre-globsters-have-washed-ashore