Características microscópicas, bioquímicas y moleculares del blob chileno y una comparación con los restos de otros monstruos marinos: nada más que ballenas
Julio de 2004
Biological Bulletin 206(3):125-33
DOI: 10.2307/1543636
Fuente PubMed
Autores:
Universidad de Puerto Rico en Rio Piedras
Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana
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Resumen y Figuras
Hemos empleado técnicas microscópicas electrónicas, bioquímicas y moleculares para aclarar la especie de origen del “blob chileno”, los restos de una gran criatura marina que varó en la costa chilena en julio de 2003. La microscopía electrónica reveló que los restos están compuestos en gran parte de una red fibrosa acelular que recuerda a la red de fibra de colágeno en la grasa de ballena. Los análisis de aminoácidos de un hidrolizado ácido indicaron que las fibras están compuestas por un 31 % de residuos de glicina y también contienen hidroxiprolina e hidroxilisina, todos diagnósticos de colágeno. Utilizando primarios diseñados para el gen mitocondrial nad2, se amplificó un producto de 800 pb de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) a partir del ADN que se había purificado del cadáver. La secuencia de ADN del producto de PCR era 100 % idéntica a nad2 del cachalote (Physeter catadon). Estos resultados demuestran inequívocamente que el Blob chileno son los restos casi completamente descompuestos de la capa de grasa de un cachalote. Esta identificación es la misma que hemos obtenido antes de otras reliquias como el llamado pulpo gigante de San Agustín (Florida), el Monstruo de la Costa Oeste de Tasmania, dos blobs de las Bermudas y el blob de Nantucket. Ahora está claro que todos estos blobs de interés popular y criptozoológico son, de hecho, los restos descompuestos de grandes cetáceos.
Figuras – subido por Nicholas E Curtis