The Jerusalem Post recicla viejas afirmaciones sobre el cráneo de Goliat en el Gólgota
2/11/2022
Jason Colavito
The Jerusalem Post publicó una historia esta semana que afirma que el cráneo del gigante bíblico Goliat está ubicado debajo de la tierra ocupada por la Iglesia del Santo Sepulcro porque su nombre bíblico, Gólgota, suena como “Goliat de Gat”. The Post no explicó claramente a los lectores que su artículo era una copia casi literal de una historia sensacionalista de 2017 del Daily Star de Gran Bretaña, que reciclaba charlas evangélicas de principios de la década de 2000, ni tampoco reveló que el “autor” de su historia, “¡Wala! Turismo”, aparentemente había producido la pieza para atraer turistas cristianos a Israel.
El “pensador” cristiano-judío que se describe a sí mismo, Ken Ammi, explicó el argumento de esta manera: “Goliat era de Gat, por lo que puede ser que Gólgota sea una palabra compuesta que combina Goliat y Gat”.
“Gólgota” no tiene nada que ver con Goliat. Es una transliteración griega del arameo gulgult?, del siríaco G?g?l??, todos con referencia a calaveras. Sin embargo, los pastores cristianos han tratado de vincular el Gólgota con Goliat como parte de una teología de la “simiente de la serpiente” que postula que Satanás engendró un hijo con Eva, a través del cual el pecado genético, como la homosexualidad, entró en la raza humana. El Daily Star citó a la predicadora de Firestorm Ministries, Bonnie Nelson, sobre la mitología de la semilla de la serpiente: “Para Nelson, Goliat representa la ‘simiente de la serpiente’ de la que se habla en el primer libro de la Biblia, por lo que dice, ‘si la cabeza de Goliat fue enterrada allí, concuerda con el Génesis’”.
Este esfuerzo hacer del Gólgota, el lugar de la crucifixión de Jesús, un lugar de Nephilim o poder satánico es decididamente no tradicional. Los primeros padres de la Iglesia mencionaron al Gólgota como un lugar de ejecución. En la Antigüedad tardía y la Edad Media se convirtió en el lugar del entierro de Adán, donde Noé volvió a enterrar el cráneo de Adán después del Diluvio, vinculando así a Cristo con Noé y Adán. Los evangélicos modernos parecen decididamente más interesados en convertir a Cristo en un guerrero de la cultura adhiriéndose a aquellos genéticamente programados para pecar que en la narrativa de salvación que supuestamente representa el cristianismo.