La ufología en cifras

La ufología en cifras

30 de enero de 2023

Nigel Watson

image (10)Daniel Coumbe. Anomaly: A Scientific Exploration of the UFO Phenomenon, Rowman & Littlefield, 2023.

Una entrevista televisiva al comandante David Fravor, piloto de un caza, en la que hablaba de su avistamiento de un ovni tic tac despertó el interés de Coumbe por el tema, que hasta entonces había descartado como una tontería. Gracias a su experiencia como antiguo investigador científico en el Instituto Niels Bohr y a su doctorado en física teórica de partículas, decidió explorar el mundo de la ufología desde una perspectiva científica muy necesaria.

Utilizando lo que él llama un enfoque láser en los datos más que en los testimonios de la gente, ha pasado tres años tratando de determinar si hay algo en este tema. Para ello ha revisado los principales tipos de casos y su fiabilidad.

Para poder analizar los datos, señala que hay que aplicar filtros para descubrir las mejores pruebas. Estos filtros consisten en examinar la validez del testimonio de los testigos, los datos de un solo sensor, los datos de sensores múltiples y las pruebas físicas. Cada una de estas cuatro categorías puede puntuarse de 0 a 3 en función de su cantidad, coherencia y calidad de la fuente. La máxima puntuación para la primera categoría es 12, la segunda 1 x 12, la tercera 3 x 12 y la cuarta 4 ax12, por lo que una puntuación perfecta sería 120.

Para aplicar su sistema de filtrado y clasificación, Coumbe examina detalladamente cuatro casos concretos. Se trata del avistamiento del vuelo 1628 de Japanese Airlines Cargo por el capitán Terauchi el 17 de noviembre de 1986, los fragmentos del ovni de Ubatuba (Brasil), el encuentro cercano de Lonnie Zamora en Socorro (Nuevo México) el 24 de abril de 1964 y el objeto de Aguadilla detectado por radar volando a pocos kilómetros al noroeste del aeropuerto internacional Rafael Hernández (Puerto Rico) el 25 de abril de 2013.

Examinando estos casos en detalle da al vuelo 1628 de JAL una puntuación de 52, siendo la falta de pruebas físicas un factor vital. El caso de Ubatuba consiste en pruebas físicas, sin pruebas de sensores y tiene un “testigo” anónimo, por lo que obtiene una baja puntuación de 42. El encuentro de Zamora obtiene una puntuación de 67 en todos los aspectos excepto en la categoría de datos de sensores múltiples. Por último, el objeto de Aguadilla obtiene una alta puntuación de 71 debido a las pruebas aportadas por el testigo ocular y a los datos de uno y varios sensores, pero no aportó pruebas físicas.

En la segunda parte del libro, Coumbe examina el “panorama general” y analiza la naturaleza global de los avistamientos de ovnis, por qué se producen y cuándo. Los datos del Centro Nacional de Información sobre Ovnis (NUFORC) muestran que en los estados del noroeste y noreste de EE.UU. se producen más avistamientos. Para determinar por qué, Coumbe coteja estos datos con la distribución de las bases de la USAF, la cercanía a las regiones costeras de EE.UU., los lugares de almacenamiento nuclear de EE.UU. y los terremotos en ese país. Los datos mundiales se utilizan para analizar los terremotos y los tipos de sangre de los testigos. El resultado de su trabajo estadístico es que parece haber… una correlación entre regiones costeras, terremotos y personas con sangre Rh negativo.

En cuanto al momento en que se producen los sucesos ovni, Coumbe concluye que los avistamientos en todo el mundo entre 1940 y 2021 experimentaron un aumento constante hasta 2014, año en que las cifras disminuyeron. La mayoría de los avistamientos parecen ocurrir en junio y julio en ambos hemisferios del mundo, y hay una correlación entre el número de películas ET y avistamientos. En cuanto a esto último, es difícil determinar si un aumento de los avistamientos provoca que se hagan más películas de este tipo, o si más películas ET animan a la gente a buscar y denunciar la actividad ovni.

imagePara decidir qué son los ovnis, Coumbe ha elaborado un “árbol de decisiones”, en cuya cúspide se encuentra “el fenómeno”. En la rama de los creados por el hombre se puede elegir entre no estadounidenses o estadounidenses y, a continuación, si el ovni parecía tripulado o no tripulado. En la ruta no artificial, está la elección de si es natural o no natural, si es natural es conocido o conocido, si no es no natural es un “otro”.

Basándose en su árbol de decisión, Coumbe lo utiliza para determinar que el caso de Japan Airlines es algo no tripulado, no hecho por el hombre o natural, lo que lo convierte en un caso de algo que es “otro”. Teniendo en cuenta que el piloto dijo que vio algo del tamaño de dos portaaviones, que otros dos aviones cercanos no vieron, y que los datos del radar dicen que aceleró once veces a velocidades imposibles, incluidas tres aceleraciones de unos 10,000g. Seguramente habría sido visto y oído a gran distancia. Lo otro bien podría haber sido un fallo técnico. En cuanto al caso de Ubatuba, yo le daría un gran cero, ya que los fragmentos procedían de una fuente anónima y no estaban totalmente fuera del alcance de la capacidad de fabricación humana.

Lo que este libro no aborda es que los engaños y las identificaciones erróneas pueden obtener una alta puntuación en su sistema, y es ingenuo acerca de los personajes detrás del Programa Avanzado de Identificación Aeroespacial (AATIP) que no recibió un presupuesto negro de 22 millones de dólares como él afirma, sino que fue un estudio no financiado y no oficial de Luis Elizondo. Incluso afirma que el documento “AATIP”, de título grandilocuente, “Anomalous Acute And Subacute Field Effects on Human and Biological Tissues” contiene “una poderosa y chocante declaración del propio gobierno de EEUU” de que sistemas no convencionales y avanzados están causando lesiones y efectos neurológicos en testigos de ovnis. Lo cierto es que se basa en un informe civil redactado en 1996 que nunca fue clasificado. Ese informe se titulaba “A Catalog of UFO-Related Human Physiological Effects” (Catálogo de efectos fisiológicos humanos relacionados con los ovnis), redactado por John F. Schuessler, antiguo director de la Red Mutua Ovni de Estados Unidos (MUFON), y fue puesto libremente en línea hace años. La base de datos de la MUFON utilizada para el informe era una fuente de información muy débil para sugerir siquiera que tecnologías no humanas han causado lesiones, por no hablar de meter a los extraterrestres en la ecuación.

El deseo de Coumbe de ser objetivo y basarse en pruebas es un objetivo noble, pero su enfoque científico del tema se ve socavado por el hecho de que los datos que existen son muy controvertidos y promovidos por tiburones ufológicos.

https://pelicanist.blogspot.com/2023/01/ufology-by-numbers.html

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