Ernest Arthur Bryant y la reencarnación de Adamski (15)

“Operación espejismo”: secuestros por ovnis y la CIA(5)

28 de febrero de 2020

Chvátal Jaroslav

Brasil: ¿una zona experimental?

El 17 de noviembre de 1971, en Bananeiras, Brasil, ocurrió un caso que confundió bastante a los científicos. Los protagonistas de la historia – Paulo Gaetano y Emilio Bandeirante conducían por esta ciudad a primeras horas de la mañana cuando notaron que el motor de su vehículo empezaba a fallar. Cuando el coche se detuvo, observaron un semáforo en rojo a poca distancia de la carretera. En un momento dado, varias criaturas pequeñas salieron de esta luz y se acercaron a los testigos. Entonces centraron su atención en Gaetano, que se había desmayado. En los minutos siguientes, las “criaturas” lo transportaron al interior de su “nave”, que, sin embargo, no tenía el carácter de un clásico “platillo volante”, sino que inexplicablemente, en palabras del propio testigo, “parecía un autobús o un camión”. En el interior de esta extraordinaria “nave espacial”, el susodicho permaneció otras 5 horas, durante las cuales fue sometido a un minucioso “examen médico” y le extrajeron sangre.

También le mostraron en una pantalla lo que parecía una explosión atómica. Los ufólogos del grupo brasileño “SBEVD” revisaron el cuerpo del abducido en busca de signos de un examen médico. Aunque los investigadores creían que la visión del “autobús” podía ser un falso recuerdo implantado por los extraterrestres abducidos, según la información de Nedelcovic, Gaetano podría estar diciendo la verdad y haber sido abducido por soldados que operaban en la zona en un camión. El investigador Reynolds comentó: “…el implante mental (o droga) no cumple su función en cuanto a alterar los hechos verdaderos, la percepción inicial, lo que suele ocurrir con drogas psicoactivas como el hipnotismo, la realidad alterada, etc.” Gaetano cayó inconsciente en algún momento, pero este estado no suele impedir recordar con precisión. Gaetano simplemente vio lo que vio.

170Bajo la influencia de la intoxicación toxicológica, un testigo y un helicóptero convencional pueden ser percibidos como una nave alienígena

Ante este caso, uno no puede evitar plantearse una hipótesis muy sugerente: ¿cuántos casos han sido rechazados por los investigadores precisamente porque el abducido aseguraba que los “extraterrestres” viajaban en helicóptero o camión? ¿Cuántos casos quedarán relegados al olvido, porque el equipamiento tecnológico del interior del “ovni” no era perfecto y el “abducido” recordaba a “médicos” humanos, o muchos otros detalles, que por su naturaleza distaban mucho de los marcadores alienígenas tradicionales, que los ufólogos interpretaron como un engaño, o alucinaciones del testigo? Considerando lo anterior, es razonable pensar que al menos algunos de estos experimentos secretos pueden haber salido mal por diversas razones, y por tanto algunos elementos del “engaño alienígena” (nave, extraterrestres, operaciones médicas, etc.) pueden no haber sido “asimilados” por la víctima de la forma en que se pretendía originalmente.

Por si fuera poco, el controvertido ufólogo William Jefferson de Souza contó una historia que guardaba muchos paralelismos con la ofrecida por Nedelcovich. En 1992, el investigador José Antonio Caravaca mantuvo contactos epistolares con de Souza, quien relató así algunas de sus experiencias, entre ellas una especie de colaboración con la inteligencia estadounidense en tareas de desinformación. En concreto, se trataba de la “NSA”. Tras varios encuentros con de Souza (ufólogo brasileño-estadounidense), el investigador Manuel Carballal presentó varias de sus declaraciones:

171Un cuadro de situación de un caso de un secuestro de cuatro testigos

“Según Souza, las agencias de inteligencia eran conscientes del gran valor sociológico que el mito extraterrestre tiene en la sociedad occidental, descubriendo su valor potencial para manipular masas de individuos creyentes, pero también grupos, en la cuestión de los ovnis de origen extraterrestre (…). Se dice que fue abducido de niño, con algo implantado en su cuerpo. Más tarde descubrió que sus captores no eran extraterrestres, sino soldados estadounidenses, y que él, como muchos otros niños brasileños, fue utilizado como “conejillo de indias”. En el contexto de su historia, unos años más tarde fue “reclutado” por la CIA y trasladado a Estados Unidos. Allí (…) fue instruido para entrar en el mundo de la ufología y actuar como agente en el papel de una especie de “caballo de Troya”.

Como la mayoría de los autores no investigan, sino que se limitan a publicar referencias de otras fuentes, basta con mencionar un dato concreto en algún lugar de una publicación o en una conferencia para que otros lo difundan más, lo reproduzcan, lo “enriquezcan” de diversas maneras y, por supuesto, lo tergiversen con el tiempo. Es lo que yo llamo el “problema de la bola de nieve”. Según Souza, las abducciones fueron experiencias reales totalmente físicas. Salvo que los abductores no eran extraterrestres, sino científicos estadounidenses que utilizaban los cerebros de los abducidos como laboratorio.

Se dice que los implantes son, en la mayoría de los casos, de tecnología japonesa muy sofisticada, y que funcionan creando una conexión aterradora y realmente extraña entre los abducidos y sus secuestradores. En el espíritu del descubrimiento aparentemente “accidental” de Paul Bennewitz. De Souza también habló del proyecto “Némesis”, un hipotético experimento psicosocial que consistía en crear grupos de diferentes tipos de personas mediante un “contacto extraterrestre” controlado. De Souza afirmó que las agencias de inteligencia estadounidenses llevaban muchos años trabajando en este proyecto. Con el tiempo, De Souza enumeró una serie de supuestos “contactados” que (sin saberlo, por supuesto) fueron víctimas del proyecto “Némesis”.

“El incidente Scoriton”: el enlace en inglés

Tras el viaje a Brasil y su regreso a Estados Unidos en 1963, Bosco Nedelcovic fue destinado al Departamento de Defensa como traductor. Aunque, según informó a Revnolds, asistía regularmente a reuniones informativas sobre ovnis, junto con personal de la OTAN. Estas reuniones periódicas se celebraron hasta 1972. Entre 1964 y 1965 asistió a diversas reuniones con personal de la RAF, oficiales británicos, el ejército estadounidense y agentes de la CIA. Comentó en su asistencia a una de las comisiones celebradas con personal británico que durante uno de los experimentos encubiertos llevados a cabo en el Reino Unido, uno de los participantes murió debido a “una experimentación muy intensa”. Este incidente se conoció como el “episodio Devonshire” (1965).

 173Ernest Arthur Bryant desempeñó un papel importante en relación con la historia de George Adamski

Nedelcovich reveló cómo lo hicieron los científicos. En 1964 y 1965 se planearon y llevaron a cabo los llamados “avistamientos simulados de ovnis” en una zona triangular de Exeter (Reino Unido) que abarcaba las ciudades de Dover, Cambridge y Warminster. Como resultado de estos avistamientos simulados, un testigo se presentó para informar de sus experiencias a un grupo local de ufología. Los ufólogos fueron infiltrados por un agente de la CIA que fue informado por sus superiores en Londres de que todo el asunto era el resultado de un engaño militar. Entonces, según Nedelcovich, la agencia decidió experimentar con el sujeto y, con el pretexto de inyectarle un “suero de la verdad”, le inoculó una droga experimental que inducía alucinaciones específicas en la mente.

También se estimuló a la misma persona con microondas para que retuviera imágenes en su mente como si fueran reales. El sujeto murió durante las pruebas. La CIA nunca tomó medidas disciplinarias contra los autores que causaron la muerte del testigo. Más tarde, Nedelcovich recordó varios informes internos de la CIA que hacían referencia a este “accidente de microondas” y a las advertencias emitidas a los empleados de la agencia por el uso imprudente de microondas. Pero, por el contrario, según Bosco Nedelcovic, no había restricciones en cuanto al uso de drogas en civiles. De hecho, estas técnicas se utilizaron en múltiples ocasiones. En la actualidad, el programa mencionado continuaría bajo el nombre en clave de “ELIMLEGIT”. Nedelcovich hizo muchas referencias a sus contactos con un hombre controvertido llamado Ernest Arthur Bryant. Murió en 1967 de un tumor cerebral. Este hombre está vinculado al caso que se conoció como el “Incidente Scoriton”.

172¿Abducción extraterrestre?

La historia comenzó el 24 de abril de 1965, justo un día después de la muerte del famoso contactado George Adamski, se produjo en Inglaterra, concretamente en Scoriton (Devon), uno de los incidentes más extraños y sorprendentes de los tiempos modernos. Aquella tarde de mediados de los sesenta, Ernst Bryant vio un enorme ovni de unos 65 metros de diámetro, del que salieron tres seres humanoides vestidos con monos parecidos a una escafandra. Dos de ellos eran altos y rubios y el tercero parecía un chico de 15 años. El individuo más joven llevaba un traje más grande que su estatura adornado con un cinturón en forma de cinturón de uniforme. En un inglés perfecto, pero con acento extranjero, le dijeron a Bryant que eran de Venus (recuerda Adamski), y añadieron que estaban esperando a un amigo al que llamaban “Des” y al que querían pasar información sobre un material escrito. El chico dijo llamarse “Yamski”. La entidad también mencionó a Mantell (https://en.wikipedia.org/wiki/Mantell_UFO_incident).

Bryant pudo entonces visitar el interior del edificio, que estaba dividido en tres sectores triangulares, cada uno de los cuales contenía una sola cama tapizada. En la entrada había un armario empotrado que albergaba zapatos parecidos a botas de buceo y lo que parecía una pantalla de televisión. Tras el registro, fue conducido a la salida y abandonó el edificio. Al cabo de unos minutos, se alejó en silencio. Unas semanas más tarde, concretamente la noche del 7 de junio de 1965, Bryant oyó un ruido extraño en su casa y, cuando miró por la ventana, vio una luz azul en el cielo que se había posado sobre su casa. A continuación oyó un estruendo y el ovni se alejó rápidamente. Al día siguiente encontró en la zona varias piezas de algún tipo de equipo tecnológico, y también un pequeño tubo de cristal que estaba lleno de arena y de lo que parecía pergamino. En él estaba escrito en caracteres latinos “hermano hermano”.

Dejando a un lado la extrañeza general del caso denunciado, el nombre del joven “extraterrestre” -una vez más, “Yamski” (o así lo entendió el sorprendido testigo)- es muy extraño (al menos, según el relato de Bryant). Nótese la notable similitud entre los nombres “Adamski – Yamski”. La distorsión del apellido del contactado conocido es evidente. Y luego está el nombre de su amigo – “Des”, mencionado por las tres entidades. Ahora viene la mejor parte. George Adamski estuvo en contacto con un muy buen amigo durante la mayor parte de su vida, que incluso fue coautor de uno de los libros de Adamski. Esta persona se llamaba Desmond (“Des”) Leslie. Muchos están convencidos, con razón, de que el uso de esos nombres/combinaciones fue una broma sutil por parte de la CIA.

https://www.matrix-2001.cz/clanek/operace-mirage-ufo-a-unosy-ze-strany-cia-5-11508

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