Ramón Natalli (continuación)

– 1953 –

(Sobre los «hombrecitos» observados en los desembarcaderos de discos de Brush Creek (y en otros lugares. Véase «Round Robin» IX-2, últimas 3 páginas):

El universo rebosa de vida de diversos tipos. Algunos planetas tienen habitantes muy parecidos a ustedes, pero en otros difieren mucho en tamaño, peso, densidad y otras características. Hay gigantes, pigmeos y de todos los tamaños intermedios. Entre sus visitantes celestiales hay algunos que provienen de planetas y otros del espacio. (Por «espacio», el comunicador no se refiere al vacío, sino a los éteres enormemente densos que lo representan).

Creo que para 1955 podrán aterrizar un cohete en la Luna. La conquista de la Luna es su próximo gran proyecto, y les corresponde hacerlo un éxito.[35] La toma de la Luna por otra potencia supondría su dominio sobre el planeta (nuestra Tierra). El aterrizaje de seres humanos en la Luna plantea dos problemas principales: (a) el de la protección contra la radiación cósmica, (b) el de la propulsión.

Se necesitarían al menos 4.5 metros de plomo para protegerte de los rayos cósmicos. Estos no serían fatales de inmediato, pero la vida sería muy corta después, quizás cinco o diez años. Aparecerían crecimientos cancerosos en todo el cuerpo. Pero un escudo de plomo tan pesado sería impracticable. Por lo tanto, no puedes usar ningún material que tengas ahora, o como lo tengas ahora. Pero encontrarás una manera de alinear los átomos y las moléculas. Creo que esto se hará mediante potentes impulsos o sacudidas eléctricas. En la red de energía así creada, los campos magnéticos no se fusionarán; es decir, el objeto así protegido será ingrávido. Y la gran densidad del escudo protegerá de los rayos cósmicos. No habrá límite a la velocidad de un objeto tan ingrávido.

La primera propulsión que utilizarán será atómica. Pero existe una manera de aprovechar las frecuencias vibratorias de los éteres, mediante una especie de resonancia o armónicos. La gente de los «Discos» podría enseñarles todo esto.

Ya hay tanta aprensión entre ustedes que no quiero añadir más.* … Bueno, diré que su mundo, su planeta en su conjunto, sufrirá un gran terremoto. Este será un terremoto de éter en su origen. Habrá una especie de perturbación de los campos magnéticos o etéricos. El cielo parecerá estar en llamas. Grandes masas de tierra serán desplazadas; habrá enormes inundaciones… esto ocurrirá en unos pocos años, no en muchos. Me han dicho que no debería decir más.

— (* – El último párrafo anterior fue dado por Natalli sólo bajo un interrogatorio bastante insistente.) [36]