Ovnis en Japón (3)

Los ovnis en Japón (1): una hermosa mujer y un platillo volador en la época Edo

30/06/2020

Itakura Kimie

image¿Llegaron los ovnis a la prefectura de Ibaraki, en Japón, durante la época Edo? Hablamos con el profesor Tanaka Kazuo, que por medio de documentos antiguos investiga el trasfondo de la leyenda del Utsurobune y su posible relación con los ovnis.

imageTanaka Kazuo

Profesor emérito de la Universidad de Gifu. Nacido en 1947. Su especialidad es la ingeniería electro-óptica. Además de enseñar sobre su especialidad ha impartido clases sobre pensamiento crítico. Es el principal experto en las investigaciones sobre la leyenda del utsurobune. En 2009 publicó, bajo el pseudónimo de Kamon Sh?ichi, Edo utsurobune misuter? (El misterio del Utsurobune de la época Edo; Rakk?sha), y en 2019 el trabajo de investigación The Mystery of Utsuro-bune (El misterio del Utsurobune, en inglés). Además de dedicarse con afán a expandir el interés internacional por la leyenda, presenta los resultados de sus investigaciones en una serie anual de clases abiertas al público, en la Universidad de Gifu.

1803, Hitachinokuni, en la actual prefectura de Ibaraki; un extraño vehículo con forma de disco llega a la costa y de su interior surge una hermosa mujer ataviada con ropas extrañas que lleva una caja. Quizá tras todos los relatos del llamado “extraño caso del Utsurobune de Hitachinokuni”, de la época Edo, que narran la imposibilidad de los lugareños para comunicarse con la mujer y describen los misteriosos símbolos escritos en el interior de la nave, no se encuentre más que un simple caso de un barco a la deriva. Tanaka Kazuo, profesor emérito de la Universidad de Gifu, lleva muchos años investigando la leyenda del Utsurobune. ¿Qué le atrajo en un principio de esta historia, tan alejada de su especialidad, la ingeniería electro-óptica?

Un misterio basado en hechos

“Todo comenzó con el incidente de la secta Aum en 1995. Los líderes de la secta, que había saltado a la fama por la supuesta capacidad de levitar y las profecías de su fundador, Asahara Sh?k?, provenían de la élite científica japonesa. Comencé a reunir todo tipo de documentos con información sobre ovnis en Estados Unidos, leyendas japonesas y otros temas con la idea de dar conferencias en la universidad en las que considerar ese tipo de ‘fenómenos sobrenaturales’ desde un punto de vista científico. Y mediante ese proceso llegué a la leyenda del Utsurobune”, dice Tanaka. “Se trata de un vehículo descrito en documentos de la época Edo, semejante a un platillo volante pero muy anterior a las primeras leyendas estadounidenses sobre ese tipo de ovnis”.

Los ovnis aparecieron en los medios por primera vez el 24 de junio de 1947, cuando la prensa informó al público sobre el llamado Incidente Arnold, en el que el empresario estadounidense Kenneth Arnold supuestamente avistó unos “discos voladores”. Desde ese momento comenzaron a sucederse los avistamientos por todas partes del globo. De todos ellos el más famoso quizá sea el llamado Caso Roswell, en el que un objeto no identificado se estrelló sobre un rancho junto a la localidad de Roswell, en Nuevo México. “Sin embargo, no se encontraron los restos del supuesto ovni ni los cadáveres de los extraterrestres, que supuestamente se habían podido recuperar en el lugar del siniestro. Solo existe el ambiguo testimonio de un testigo. Del mismo modo, la información sobre ovnis a lo largo y ancho del mundo no deja de ser un ‘misterio sin base real’. Y no obstante, los investigadores consideran la leyenda del utsurobune un misterio basado en hechos, dado que se pueden consultar varias fuentes de la época que la recogen”.

Un aterrizaje concreto, registrado por los ninjas de K?ga

219567Un libro de investigación publicado en inglés por Tanaka Kazuo. La portada es de Toen sh?setsu (1825)

En la época Edo se dieron en muchas partes del país avistamientos similares al llamado Utsurobune (que también recibió el nombre de Utsubobune). El objeto principal de investigación de Tanaka son los documentos antiguos en los que se describe con ilustraciones cómo en 1803 (aunque algunas de las fuentes dan fechas diferentes) se produjo ese incidente en la costa de Hitachinokuni: una hermosa mujer que apareció subida a un extraño vehículo. De entre esos documentos los de fama más temprana fueron Toen sh?setsu (La novela de los conejos, 1825), un registro de rumores excéntricos sacados del círculo de escritores Toenkai y recopilados por Kyokutei Bakin, el autor de la novela épica Nans? satomi hakkenden (Biografías de ocho perros), así como Ume no chiri (Polvo de ciruela, 1844), de Nagahashi Matajir?. Existen otras obras de interés, como ?shuku zakki (Registros diversos de ?shuku), Hirokata zuihitsu (Ensayos de Hirokata) o Hy?ry?ki-sh? (Registros de derivas), una recopilación de artículos de autores japoneses sobre barcos extranjeros que en el pasado llegaron a la deriva a Japón o a otros países.

219568De ?shuku zakki (aprox. 1815), escrita por Komai Norimura, vasallo de Matsudaira Sadanobu (Biblioteca Nacional de la Dieta)

219569De Hirokata zuihitsu (1825), obra de Hirokata Yashiro, samurái y autor de teatro noh. Hirokata era miembro del círculo de escritores Toen (Archivo Nacional)

Al principio Tanaka se planteó la hipótesis de que lo que recogían los textos era en realidad una adaptación del naufragio de un barco ballenero ruso, pero aunque no se encontraron documentos oficiales que registraran accidentes marinos que coincidieran con esos detalles, sí se encontró una gran cantidad de material nuevo, y se enfrascó en la exploración de los diversos posibles orígenes de la historia. Hasta la fecha ha encontrado once tipos de documentos diferentes que hacen referencia a la leyenda del Utsurobune de Hitachinokuni; dos de ellos invitan a una hipótesis especialmente interesante. Ambos son, al parecer, registros del mismo año 1803 en el que ocurrió el incidente.

Uno de ellos es el llamado Documento Mito, propiedad de un viejo coleccionista de documentos que vive en la ciudad de Mito, prefectura de Ibaraki. Tanaka se dio cuenta de que la ropa de la mujer de la imagen se parecía a la ropa de la diosa Sanreison de Sh?fuku, un templo de la ciudad de Kamisu, Ibaraki, dedicado al culto de la sericultura. En la prefectura de Ibaraki existía originalmente la llamada Leyenda de Konjikihime, relacionada con el nacimiento de la sericultura, y la estatua de Buda en el templo de Sh?fuku también muestra el mismo motivo. Se trata de una leyenda en la que una princesa que viajaba en una barca en forma de capullo, hecha de troncos, desde India, flota a la deriva hasta Hitachinokuni y, antes de ascender a los cielos otorga los secretos de la sericultura a un matrimonio del lugar, como agradecimiento por haber cuidado de ella. Hay varias diferencias en la ropa de mujer representada en los once documentos encontrados hasta ahora, y la única descripción que denota una clara conexión con la leyenda de Konjikihime es el Documento Mito. Tanaka cree que la gente de Sh?fuku pudo haber usado la historia para promocionar el templo, cuando surgió la historia del Utsurobune en Kashimanada.

219570Del Documento Mito (colección privada).

Otro registro importante es el Documento Banke, en poder de Kawakami Jin’ichi, un investigador de ninjutsu (artes marciales de los ninjas) y artista marcial heredero del estilo K?ga del ninjutsu. En otros documentos, se cita el territorio dominado por Ogasawara, Ecch? no Kami, como lugar del aterrizaje, y se mencionan nombres de lugares imposibles de identificar, como la playa Harayadori, pero en el mismo documento se nombra también la playa Hitachihara-sharihama, el nombre de un lugar real y conocido. El nombre del lugar registrado en In?zu, un mapa documentado y creado por In? Tadataka en 1801, corresponde a la actual playa de Hasaki Sharihama, en la ciudad de Kamisu, prefectura de Ibaraki. “Los otros documentos contienen contradicciones; el territorio de Ogasawara Ecch? no Kami no se encuentra en el área de Kashimanada, para empezar. Sin embargo en el Documento Banke figura, en lugar del nombre Ogasawara, el nombre actual. Cuando le pregunté al profesor Kawakami me contestó que quizá esto se debiera a que el clan Banke estaba recopilando esa información de cara al viaje periódico obligatorio a Edo del señor feudal de Owari, al que los Banke (ninjas de K?ga) servían. De ser cierto, el documento no contiene ninguna falsedad; más bien se podría decir que resulta aún más efectivo como fuente”.

Una nave en forma de disco y unos símbolos misteriosos

En una ocasión el folclorista Yanagita Kunio concluyó que la leyenda del Utsurobune carecía de fundamento. “Pero la historia del extraño barco de Hitachinokuni es claramente diferente de las otras historias que se han transmitido por todo Japón”, dice Tanaka. “En primer lugar, identifica el año 1803 como la fecha del suceso. También resulta extraño que todos los documentos describan y representen en imágenes concretas la forma de disco del vehículo. Da la sensación de estar basado en un hecho real. Sin embargo, dado que se trataba de una época de aislamiento, si ocurría un naufragio de algún barco extranjero o desembarcaba en la costa alguna persona extranjera, los funcionarios debían investigarlo y habrían dejado documentos al respecto. En 1824, por ejemplo, se produjo un desembarco británico en ?tsuhama (en la ciudad de Kita-Ibaraki) que contribuyó a que el año siguiente se decretara la expulsión de todo barco extranjero. Es por eso que quizá hubiera algún avistamiento en la costa de Kashimanada, durante un breve lapso de tiempo. Es posible que esto esté relacionado con la antigua leyenda del Utsurobune”.

Del mismo modo en que la ropa de la mujer varía según el documento, la forma y el tamaño del vehículo con forma de disco también difieren. Por ejemplo, según Hy?ry?ki-sh?, el vehículo medía un j? y un shaku de altura (unos 3.3 metros), y tres ken de ancho (unos 5.4 metros); el chasis estaba compuesto de hierro y palisandro, y poseía ventanas de cristal. “No sé si ese texto es un documento oficial o no. Han sobrevivido dos volúmenes, en total, pero salvo la historia del Utsurobune el resto son todo incidentes reales. Por lo menos debemos considerar que la persona que registró la leyenda consideraba que la nave existió de verdad”, dice Tanaka.

Los misterios que rodean al Utsurobune no terminan ahí. Lo más importante es quizá considerar qué significado poseen los misteriosos caracteres escritos en las paredes de la nave. “Existe una teoría según la cual hay cierta similitud con los marcos denominados ranji (letras decorativas que se trazaban alrededor de una imagen) que aparecieron en el ukiyo-e de la época Edo, por lo que existe la posibilidad de que se trate tan solo de una decoración. Por supuesto no es totalmente imposible que algún día encontremos pruebas de que se trata de letras usadas por extraterrestres”, ríe Tanaka. “Quizá haya nuevos descubrimientos sobre documentos ocultos relacionados con el Utsurobune, en el futuro. Ahí reside el encanto de esta leyenda: se pueden establecer todo tipo de hipótesis. Más de 140 años antes de que naciera la leyenda de los ovnis como la conocemos ahora, en Japón existía ya una leyenda que estimula la imaginación de esta manera, y nos hace sentir aún con más fuerza la riqueza de la historia y la cultura japonesas”.

imageDe Hy?ry?ki-sh? (autor desconocido). Un vehículo llega a Harashagahama, en Hitachinokuni. De su interior sale una joven bella, de hermosos ropajes, de entre 18 y 20 años, de tez pálida, y cejas y cabello rojos. La gente no comprende su idioma local, ni sabe de qué país es. Sostiene con sumo cuidado una caja de madera blanca y no trata de llamar la atención de nadie. En el texto se dice que la nave llevaba extrañas inscripciones. La imagen del encabezado es una sección de esta misma imagen (Biblioteca Bunko Iwase, ciudad de Nishio, prefectura de Aichi)

https://www.nippon.com/es/japan-topics/g00879/?cx_recs_click=true

Ver también:

https://marcianitosverdes.haaan.com/2021/07/una-breve-historia-de-los-ovnis-en-japn/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2024/12/la-historia-de-utsurobune-realmente-han-aparecido-los-ovnis-en-japn/

Japón y los ovnis (2): Mishima Yukio y la Asociación Japonesa para la Investigación de los Platillos Volantes

06/07/2020

Itakura Kimie

imageEl 24 de junio de 1947 se produjo en EE. UU. el primer avistamiento de un “objeto volador no identificado” (ovni), y comenzó la fiebre de los platillos volantes. En Japón, Arai Kin’ichi fundó en 1955 la Asociación Japonesa para la Investigación de los Platillos Volantes, de la que fue miembro, entre otras personalidades, el novelista Mishima Yukio.

Mishima, el escritor que ansiaba ver ovnis

“Ya llega el verano, la estación perfecta para ver platillos volantes. El año pasado llegué al Hotel Atami con mis binoculares, y cada noche me asomaba a los cielos con la esperanza de poder ver un ovni, pero no logré mi objetivo ni una sola vez.”

Ese es el primer párrafo de un ensayo que Mishima Yukio escribió en 1957 para la revista Uch?ki (Nave espacial), publicada por la Asociación Japonesa para la Investigación de los Platillos Volantes (JFSA, por sus siglas en inglés). Mishima, que ansiaba poder ver algún día un platillo volante, entró a formar parte de dicha asociación un año después de su fundación en 1955 por parte del pionero del campo en Japón, Arai Kin’ichi. La JFSA, de la que llegaron a ser miembros más de mil entusiastas, contó además del propio Mishima con escritores de la talla de Hoshi Shin’ichi, Nitta Jir?, Ishihara Shintar?, el doctor Itokawa Hideo, considerado el padre de la carrera espacial de Japón, el compositor Mayuzumi Toshir? y otras luminarias del mundo de las letras y las ciencias. En junio de 1957 Mishima participó en un evento de observación en Hibiya, Tokio, y durante un viaje a Estados Unidos ese verano también se dedicó a buscar ovnis. Arai dijo en un artículo que Mishima era un miembro entusiasta de la JFSA, y siempre acudía a los eventos con un telescopio enorme a cuestas.

222862Mishima Yukio participa en un evento de observación en Hibiya, Tokio, en junio de 1957 (imagen cortesía de UFO Fureaikan).

En un ensayo de Mishima publicado en la revista Fujin kurabu (Club de mujeres) el escritor habla sobre un supuesto ovni con forma de cigarro que vio con su esposa el 23 de mayo de 1960 desde el tejado de su casa en el distrito de ?ta, Tokio. En su novela Utsukushii hoshi (Una hermosa estrella), publicada dos años después, los miembros de una familia de cuatro avistan por separado un platillo volante, y se dan cuenta de que cada uno de ellos procede de un planeta diferente: Marte, Júpiter, Mercurio y Venus. Luchan por promover la paz para salvar a la humanidad de la extinción y la guerra nuclear, al tiempo que se enfrentan a un grupo de extraterrestres antagonistas que tratan de eliminar a los humanos. Esta obra, algo atípica para Mishima, refleja bien su fascinación por los ovnis y los extraterrestres.

Al parecer Mishima nunca estuvo convencido de haber visto realmente un ovni. Cuando su colega de afición por los ovnis Kitamura Komatsu murió en 1964, Mishima escribió en el periódico Asahi Shimbun: “Aunque al final nunca logramos ver un platillo volador, sí pude disfrutar de algo mejor: el placer de una amistad pura”.

La existencia de los ovnis protege el futuro de la humanidad

A pesar de no haber podido ver ninguno, Mishima creía en la existencia de los ovnis. Arai, el presidente de la JFSA, compartía esa creencia pese a que él tampoco había logrado ver jamás uno, y se esforzaba por reunir información sobre ellos. Arai nació en Tokio en 1923, y trabajó utilizando radares terrestres en el la Fuerza Aérea del Ejército durante la Segunda Guerra Mundial. Siempre cultivó un interés por la observación meteorológica y astronómica, además de una gran pasión por la aviación. Tras pasar un tiempo en el Ministerio de Hacienda abrió una librería en Gotanda, Tokio, y leyó en abundancia sobre los temas que más le interesaban. Conoció así la traducción al japonés de Flying Saucers Have Landed (Los platillos voladores han aterrizado), de George Adamski, publicado en 1954 bajo el título Sora tobu enban jikkenki, obra en la que Adamski aseguraba haber visitado el interior de un platillo volador que había bajado a la Tierra, y haber hablado con habitantes de Venus. El fenómeno ovni había comenzado unos años antes con reportajes de los medios sobre el supuesto avistamiento por parte del empresario Kenneth Arnold de nueve brillantes objetos que volaban por el cielo, mientras viajaba en su avión el 24 de junio de 1947. Arai se interesó de inmediato, aunque dudaba de que la historia de Adamski aguantara un examen científico. A medida que este tipo de historias personales y declaraciones de testigos continuaban apareciendo Arai sentía la necesidad de contar con un lugar para la discusión sobre ovnis, lo cual lo llevó a fundar la JFSA.

En el primer número de Uch?ki (Nave espacial), su publicación oficial, se podía leer: “Dado que Japón no cuenta aún con investigaciones serias sobre los ovnis, actualmente son considerados producto de alucinaciones o imaginaciones. Sin embargo no creo que se pueda tachar de poco científica la idea de investigar la posibilidad de que ese tipo de objetos existan en nuestro vasto universo: los mismos habitantes de la Tierra estamos planeando modos de viajar por el cosmos, en un futuro no muy lejano. Por lo tanto, recopilar todo tipo de documentos de todo el mundo sobre platillos voladores y debatir sobre su autenticidad basándonos en la avanzada ciencia espacial de hoy día representa, pese a nuestro estatus como organización amateur, una primera página en la historia de los viajes espaciales”.

222863La autobiografía de Arai Kin’ichi UFO koso waga roman (Mi aventura con los ovnis), publicada por el mismo autor (imagen cortesía del museo UFO Fureaikan).

El objetivo de Arai era la paz mundial y la protección del futuro de la humanidad. Temía que la Guerra Fría entre Oriente y Occidente condujera de nuevo a un conflicto global. En una entrevista para la revista UFO to uch? (Ovnis y espacio), en 1978, comentó: “Si supiéramos a ciencia cierta que los ovnis están vigilando el planeta como observadores imparciales, ¿significaría eso el fin inmediato de las guerras?” En 1957 la JFSA celebró los primeros dos años desde su fundación con una declaración de paz universal firmada conjuntamente con otros grupos de investigación. Llamaba la atención sobre la carrera de armamentos nucleares que amenazaba el futuro de la humanidad, al tiempo que pedía a Estados y razas que superaran sus diferencias con el objetivo de prepararse para la llegada de los platillos volantes. Ese mismo año las agencias internacionales informaban de que la Unión Soviética planeaba lanzar un cohete a la luna, armado con una cabeza nuclear. La JFSA entregó al embajador soviético un documento en el que solicitaba la cancelación de ese lanzamiento. La novela de Mishima Utsukushii hoshi narra cómo se escribe una carta al líder soviético, Nikita Jrushchov, para que deje de realizar pruebas nucleares, algo claramente influido por las acciones de la JFSA.

El museo UFO Fureaikan, en la ciudad de Fukushima

222864El museo UFO Fureaikan, en la prefectura de Fukushima, conserva cerca de 3,000 ítems de la colección de Arai Kin’ichi (imagen cortesía de UFO Fureaikan).

Arai creó una biblioteca sobre ovnis en su propia empresa, en Gotanda, donde expuso los documentos que había ido reuniendo, y los ofreció para su lectura. Poco tiempo antes de su muerte, en abril de 2002, donó la mayor parte de ese material a un museo, el UFO Fureaikan de la ciudad de Fukushima, en la prefectura homónima. Conocía y confiaba en el entonces director del museo, Kinoshita Tsugio. Kinoshita recuerda: “Mientras estaba aún vivo Arai quería que alguien organizara bien y cuidara de ese material. Era un hombre serio, de buen corazón. Me dijo que le daba un poco de envidia, porque yo había podido ver ovnis varias veces, mientras que él nunca vio ninguno”.

El museo se inauguró en 1992, gracias a una de las ayudas gubernamentales de 100 millones de yenes que recibieron las municipalidades de todo el país mediante una oferta pública que buscaba revitalizar la economía regional. El UFO Fureaikan se encuentra sobre una colina llamada Senganmori, famosa por los numerosos avistamientos de objetos celestes que se han producido en la zona. Kinoshita, un conocido investigador de ovnis de la zona, fue director del museo entre 1993 y 2010.

222865Senganmori (izquierda, con una altura de 462,5 metros) y la vista desde su cénit (imagen cortesía del museo UFO Fureaikan).

Senganmori, una colina de cono semejante a una pirámide, es una “zona de energía” que posee según dicen un fuerte campo magnético; en sus inmediaciones existen rocas con formas extrañas, como una ballena o un moai de la Isla de Pascua. Según Kinoshita, se han dado avistamientos de ovnis en un radio de 30 o 40 kilómetros alrededor de Senganmori y la ciudad de Fukushima. Dice que la primera vez que vio uno fue en el verano de 1972, cuando tenía 25 años, mientras subía el monte Minowayama (1,728 metros) de la sierra de Adatara, al oeste de Senganmori, con tres amigos.

“Nos faltaban unos diez o quince minutos para llegar a la cumbre. Di un paso y, al mirar hacia arriba, vi un extraño objeto con forma de casco, flotando en el aire como si estuviera clavado en el vacío. Tenía el color de la plata oxidada, como una moneda de un yen. Desde donde estábamos parecía tener unos treinta centímetros de largo. Los cuatro nos quedamos quietos, atónitos, durante medio minuto, más o menos. Luego corrimos hacia la cima para verlo desde una altura más grande, pero cuando miramos otra vez había desaparecido”.

Esta experiencia impulsó a Kinoshita a enfrascarse en la investigación de los ovnis. Dice que ha podido verlos al menos en seis ocasiones. Desde que dejó su puesto como director del museo ha establecido un taller junto a su casa para continuar sus estudios, a unos pocos minutos en coche desde el UFO Fureaikan. A veces hay gente que lo visita para hablar con él sobre ovnis o contarle sus propias experiencias. Aunque hay muchos que no creen, Kinoshita asegura que es importante reconocer las posibilidades de los ovnis como umbrales hacia el desarrollo científico. “No sabemos si la gente ha visto ovnis realmente o no. Pero decidir sin más que seguramente están equivocados no permite que aumente su interés. Si nos dicen que han visto un ovni debemos escucharlos con atención. Un avistamiento puede inspirar a alguien para que en el futuro sea investigador en astronomía o sistemas energéticos. Se trata de umbrales por los que podemos expandir nuestro mundo. Hay escépticos que preguntan por qué nunca han visto un ovni, pero las personas rara vez miran al cielo, hoy día. Si nunca miras al cielo, nunca verás ovnis”.

Documentos y colaboración en la redacción: UFO no Sato / UFO Fureaikan.

https://www.nippon.com/es/japan-topics/g00881/

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