El 27 de junio de 2001, a las 7:16 p.m. estaba muy nublado y podías oír los truenos muy lejos. Vi una luz muy brillante en mi casa que pasó por el pasillo y luego desapareció.
Mi marido estaba fuera y de repente oí una explosión muy fuerte. Fui a ver si mis hijos estaban bien y luego miré a través de la ventana del salón y vi a mi marido acostado boca abajo en el suelo.
Corrí afuera y lo voltee hacia arriba para ver que él no respiraba. Le bajé los brazos al costado de su cuerpo y coloqué su cabeza recta para ayudarle a respirar. Entonces corrí hacia el interior y traté de marcar al 911, pero mi teléfono estaba muerto.
Por suerte tenemos un viejo teléfono en la habitación de mi hija que seguía funcionando. Los paramédicos llegaron a casa 10 minutos después y le dieron oxígeno a mi marido.
Sus ojos estaban inyectados de sangre y su respiración era muy lenta. Su cara estaba hinchada, se rompió la nariz y toda la piel estaba arrancada. Su barbilla estaba quemada. Hoy tiene muchos problemas médicos como un gran tumor en su páncreas y muchos otros tumores en su vesícula biliar.
Los médicos no saben qué hacer porque nunca han visto este tipo de casos y me gustaría saber si alguien ha tenido o conoce a alguien que lo haya tenido y que haya sobrevivido. Por favor, escriban y haganmelo saber.
Jean-Claude Labelle
Blainville, Canadá