Von Däniken, los nazis y los extraterrestres

VON DÄNIKEN, LOS NAZIS Y LOS EXTRATERRESTRES[1]

Por Héctor Escobar S.

Daniken «Mi teoría:

En tiempos prehistóricos y protohistóricos, la Tierra recibió varias veces la visita de unos seres desconocidos del espacio. Esos seres desconocidos, crearon la inteligencia humana por medio de una mutación artificial programada.

Los extraterrestres ennoblecieron a los homínidos al hacerlos «a su imagen y semejanza». Por eso nosotros nos parecemos a ellos, no ellos a nosotros.

Las visitas a la tierra de esos seres desconocidos del cosmos fueron registradas y trasmitidas por mediación de las religiones, las mitologías y las leyendas populares. En algún lugar, por ahora ignorado, existe un depósito con las pruebas materiales de su presencia».

LaRespuestaDeLosDiosesCon estas palabras -a modo de epígrafe- da inicio la edición española de La respuesta de los dioses[2], probablemente uno de los trabajos del Erich von Däniken donde mejor expone sus teorías.

Von Däniken es el mejor exponente de una extraña especie que son los astroarqueólogos, que es como se autodenominan una serie de personas que buscan «pruebas» de que la tierra en el pasado fue visitada por seres extraterrestres.

Puesto en estos términos, la posibilidad de tal hecho no parece tan absurda. De hecho la tierra tiene unos 4,500 millones de años, de los cuales sólo los últimos 1,500 han contado con alguna forma de vida, es decir que durante cerca de 3,000 millones de años, nuestro planeta fue una roca estéril perdida en la inmensidad del universo. La vida pluricelular es mucho más reciente aún, apenas más de 800 millones de años. En ese espacio han reinado en nuestro planeta géneros y especies totalmente desaparecidas, durante muchos millones de años la vida estuvo confinada a los mares, ahí crecieron y murieron, hasta el último de su especie, infinidad de animales de los cuales quizá nunca sabremos. Hace 65 millones de años, los dinosaurios imperaban en la superficie de la tierra, súbitamente desaparecieron sin dejar, hasta donde sabemos, el menor sobreviviente. La causa, una catástrofe planetaria, que nada tiene que envidiar a las especulaciones pseudocosmológicas de Velikovsky: el choque de un cometa en lo que ahora es la península de Yucatán en México.

El hombre aún ni siquiera se insinuaba en el mundo, lo más cercano a nosotros en esa época eran pequeñas musarañas que apenas atisbaban en el mundo jurásico. Para que la evolución diera origen al hombre faltarían muchos millones de años. Los restos humanos más antiguos que se conocen (Pitecantropus erectus) datan de entre uno y dos millones de años.

Las primeras civilizaciones neolíticas datan de unos 30,000 años, aunque de ellas sepamos muy poco. Las primeras civilizaciones urbanas y el nacimiento de la historia no sobrepasan los 7,000 años. La Historia más o menos global del mundo no tiene más de 400 años. Es obvio, que si alguna vez nuestro planeta hubiera recibido la visita de seres extraterrestres, la posibilidad de que nos hubiera tocado conocerlos es punto menos que imposible.

Panspermia

La hipótesis de Däniken y muchos otros astroarqueólogos es mucho más reductiva que la posibilidad de que nuestro planeta haya sido visitado alguna vez por seres extraterrestres. De hecho, como hemos leído líneas arriba, es mucho más arriesgada: No sólo hemos sido visitados por seres extraterrestres; nosotros mismos, los seres humanos, hemos sido creados por los seres extraterrestres por medio de manipulaciones genéticas.

La teoría en sí no es nada nueva sino que -hasta donde sabemos- es un producto más o menos imaginativo del siglo XIX, la llamada panspermia.

La teoría de la panspermia, fue propuesta por vez primera por Svante Arrhenius. La teoría consiste en que la vida en la tierra es producto de esporas que viajan por el espacio y que al llegar a la tierra encontraron un lugar propicio para desarrollarse, dando origen así a la vida terrestre como la conocemos. Una versión más moderna de dicha teoría es sostenida en la actualidad por el astro físico inglés Fred Hoyle. Esta teoría compite actualmente con la teoría del origen interno, en la que el origen de la vida terrestre se entiende como un proceso evolutivo que partió de pequeñas moléculas proteínicas que paulatinamente fueron adquiriendo mayor complejidad. Esta teoría fue desarrollada originalmente por el biólogo soviético A. Oparin. En el terreno experimental, al menos sus fundamentos, han sido comprobados, por ejemplo por el famoso experimento de Miller y Urey a mediados de los 50.

La panspermia tiene una variante que recibe el nombre de panspermia dirigida. En este caso, la llegada a la tierra de la vida en esta serie de esporas, no es un producto accidental y azaroso, sino que es fruto de una inteligencia y de una voluntad, en este caso extraterrestre, que ha sembrado en tiempos antiguos la tierra con estas primitivas formas de vida, desencadenando el proceso evolutivo.

InvasionOfTheBodySnatchers La ciencia ficción ha manejado en numerosas formas este tipo de argumento. A modo de ejemplo citaremos, en el terreno del cine, la segunda película de la serie Star Trek (The rage of Kahn), en la cual un grupo de científicos terrestres tiene por misión crear vida en un planeta desierto. En los años 50, uno de los clásicos de este género, aunque en una visión bastante más terrorífica, fue propuesto por la película Los invasores de cuerpos, en donde una serie de esporas extraterrestres llegan a la tierra y empiezan a ocupar el lugar de los seres humanos. Un remake de este filme, hecho en los años 80, explora la misma posibilidad.

En el terreno de la panspermia dirigida, y de la creación más o menos artificial del ser humano, la ciencia ficción ha jugado también su papel. Probablemente los mejores ejemplos los encontremos en Arthur C. Clarke. Fundamentalmente en la famosa 2001, una odisea del espacio, llevada al cine espléndidamente por Stanley Kubrick en 1968, y en su segunda parte –2010– llevada al cine en 1984. Anteriormente, Clarke había desarrollado lo fundamental de esta trama en un pequeño pero excelente cuento llamado El centinela. Comprobamos pues que el argumento de los astroarqueólogos es patrimonio de la ciencia ficción desde bastante tiempo antes.

La huella de los dioses

De este modo, la astroarqueología se ha puesto a tratar de ubicar cuáles serían las pruebas de dicha visita extraterrestre en el pasado. Las pruebas, según afirman son infinitas.

Pero, si sondeamos con mayor cuidado, veremos que prácticamente cualquier cosa puede ser considerada una prueba de la visita de los extraterrestres y, lo que es más, su convivencia con seres humanos. No haré aquí una versión exhaustiva de este tipo de «evidencias» más si señalaré las principales características de las mismas.

«Pruebas materiales»: Como una prueba material sería los restos de un ser extraterrestre, una nave espacial, artefactos técnicos, y por el momento y hasta donde sabemos, nada de eso existe, los astroarqueólogos se han encargado de inventar sus historias.

LapidaPalenque En el terreno de los cadáveres o restos extraterrestres, prácticamente cualquier tipo de resto poco común se considera resto de seres extraterrestres. Así, no es de extrañar que se catalogue como tal al esqueleto encontrado en el interior de la tumba de Palenque y sobre cuyo féretro se encontraba la famosa lápida -en donde ningún astroarqueólogo vacila en ver una cápsula Gémini[3].

De este modo, y a partir de una simple especulación, el personaje enterrado en Palenque pasó a convertirse en extraterrestre. Del mismo modo, esqueletos extraños, como un esqueleto macrocéfalo de un niño sifilítico[4] no ha dudado en adjudicarse a seres de otros mundos. Igual ocurre con una serie de cráneos humanos deformados por los antiguos americanos.

Igualmente, cualquier estructura poco conocida se toma como prueba de los extraterrestres. Aquí tenemos absolutamente todo: las pirámides de Egipto y Mesoamérica, los menhires de Stonehnege, los zigurats babilónicos, las ruinas asiáticas de Mohejo Daro, las ruinas de Tiahuanaco, los moai de la Isla de Pascua, etc.

El argumento suele ser: ¿Cómo cargaron los antiguos piedras tan pesadas? ¿Cómo tallaron rocas? Además, añaden, las canteras están a cientos de kilómetros de distancia. En realidad, los astroarqueólogos parecen ignorar, no me lo explico de otra manera, la existencia de la rueda, la polea y una serie de máquinas simples. En el caso de las pirámides centroamericanas, se ve que muchos de ellos ni siquiera han visto una de estas pirámides, construidas en su mayor parte con pequeñas piedras de no más de 10 kilos y con un sistema de construcción por etapas, que se cubría con otra pirámide cada cierto tiempo. MoaisCon respecto a las esculturas megalíticas de isla de Pascua, se han encontrado incluso moais a medio fabricar en las canteras. El modo de alzamiento, no por ingenioso tiene que ver con los extraterrestres y consistía en ir moviendo ligeramente la piedra e ir depositando e los espacios pequeñas piedras hasta finalmente alzarlo totalmente. Igualmente, se habla mucho de las pistas de Nazca[5], pocos saben que en realidad de pistas no tienen absolutamente nada, sino que se trata más bien de surcos cavados en la arena para dejar al descubierto la piedra. Cabe decir que si algo intentara aterrizar en dicho lugar acabaría estrellado Nazca inmediatamente. Igualmente, aquí los astroarqueólogos entran en abierta polémica -aunque nadie parece darse cuenta- con los ufólogos. Si, como afirman algunos ufólogos, los ovnis aterrizan en todos lados, campos, carreteras cerros pantanos o incluso tejados sin requerir de pista alguna, ¿Por qué los extraterrestres de Nazca las requerirían?

El terreno de las «pruebas materiales» también aparece invadido de figurillas de barro o piedra, petroglifos, pinturas rupestres, etc. En este terreno, prácticamente cualquier figura o pintura que muestre algún objeto cubriendo la cabeza es interpretado literalmente como un casco espacial. Aquí caben especialmente todas las figurillas mesoamericanas que representan jugadores de pelota, cuyos tocados incluyen cascos, coderas y rodilleras. AtlantesTulaTodo objeto que las figuras porten en sus manos se transforma en un arma de rayos, como ocurre con los lanza dardos de los atlantes de Tula (que en realidad son cariátides). Igualmente entran en esta categoría todo tipo de representaciones simbólicas como la que se muestra en la «lápida de Palenque» y que representa una alegoría del hombre, el cielo y el maíz como dador de vida. También caben aquí fraudes tan impresionantes como las piedras de Ica[6] y las figurillas de Acámbaro[7].

BasilioUchuya «Pruebas documentales»: En este terreno entra todo relato mitológico, religioso, histórico, etc. en el cual se haga alusión a «seres del cielo, carros de fuego o similares. Probablemente el relato más conocido de este tipo sea el del profeta Ezequiel en el antiguo testamento quien afirma haber visto una nube de fuego, querubines de seis alas con caras de león, toro y águila. Algunos astroarqueólogos como Joseph F. Blumrich han interpretado esto y construido a partir de estas especulaciones un modelo de nave extraterrestre cónica propulsada por 4 rotores a modo de un helicóptero (diseño de alta tecnología extraterrestre, que parece olvidar que en el espacio exterior no hay aire y que por lo mismo los rotores serían absolutamente inútiles). La visión de Ezequiel recibe muchas interpretaciones más coherentes[8]. Podría haberse tratado de una alucinación propia de un místico, podría ser una alegoría imaginativa, (si, también los antiguos tenían imaginación) etc. El mismo sistema se aplica a cualquier tipo de textos así, en el Ramayana y el Mahabarata, clásicos textos hindús, los astroarqueólogos no se detienen en ver guerras nucleares, cohetes, y armas de rayos.

BlumrichUn argumento dado por los astroarqueólogos para interpretar de este modo leyendas y textos antiguos, es más o menos el siguiente:

«Rapte usted a un indígena amazónico y llévelo a una sala de cine, proyectando a continuación La guerra de las Galaxias. Cómo el indígena carece de lenguaje técnico explicará a sus congéneres la historia en términos muy similares a los mitos» Así -dicen los astroarqueólogos- actuaron los antiguos, sólo es preciso interpretar los términos mitológicos en forma tecnológica y tendremos pues la verdad. Pruebas de naves espaciales, tecnologías asombrosas y armas atómicas.

Usemos el mismo argumento pero de manera contraria; supongamos que desaparece nuestra civilización y en un futuro distante, un arqueólogo encuentra una copia en video de La guerra de las galaxias. Evidentemente sería un arqueólogo bastante tonto si escribiera un tratado hablando de la Princesa Lea, Han Solo, Luke Skywalker, C3PO y R2D2. Probablemente no sea un arqueólogo tonto y descubra fácilmente que lo que encontró es una producción imaginativa fantástica -lo que modernamente conocemos como ciencia ficción-. ¿Cómo llega a esta conclusión? Porque en el contexto arqueológico en el que encontró el videocasete, no hay información que pueda indicar que nuestra civilización haya desarrollado una tecnología similar a la presentada en la película. Igual ocurre en nuestros días. En las ruinas de Tiahuanaco, la Isla de Pascua, Egipto o muchos otros lugares, no hay evidencia de armas láser, computado ras, naves espaciales ni nada similar. Los astroarqueólogos olvidan o menosprecian la imaginación y la inteligencia humana.

Deros y Teros

Recurrimos párrafos atrás a la ciencia ficción para ubicar algunos de los elementos de los astroarqueólogos. Igualmente, la ciencia ficción nos ayudará a ubicar algunos otros postulados.

Antes de la moderna era de los platos voladores, el terreno que actualmente ocupan los astroarqueólogos estaba ocupado por otro tipo de personajes igualmente estrambóticos: Los Atlantólogos.

Atlantida La idea general de los atlantólogos, muólogos, lemuriólogos, y similares; es la existencia en el pasado, de civilizaciones tecnológicas. La mítica Atlántida e Platón es el prototipo de estas civilizaciones. Como sabemos, según el Timeo y el Critias, el mítico continente se hundió en una noche, Los atlantólogos sostienen en su mayoría que una vez producido este hundimiento, los supervivientes y colonizadores atlantes civilizaron a los pueblos bárbaros «“nosotros pues-, de este modo, la cultura atlante aparece como una Cultura Madre. Algunos van más allá y sostienen que -de un modo o de otro- la cultura atlante sobrevivió a la destrucción en pequeños reductos que todavía existen (la mística Agarthi, Shangri-Lá, Thule, etc.) Desde estos lugares y por medios igualmente místicos -telepatía-o incluso bastante terribles como el asesinato, los atlantes o sus descendientes controlarían el mundo. Se trataría así de una especie de sociedad secreta o lo que algunos han llamado «El go­bierno secreto del mundo».

A partir de lo anterior no es difícil perderse. Los atlantes serían en realidad quienes inspiraron la masonería, a los templarios -inevitables (como diría Eco) en las especulaciones esotéricas- algunas sociedades secretas y cultos teosóficos, ciertas religiones y más modernamente los estados totalitarios, la música rack, etc. El componente paranoico resulta evidente.

Conforme las investigaciones arqueológicas o bien han descartado la existencia de la Atlántida o por el contrario, han ofrecido como explicación de ella a la civilización minoica en el mar Egeo, los atlantólogos fueron perdiendo lugar y ese lugar fue ganado por los extraterrestres…

HiddenWorld1961 Fue Richard Shaver[9] quien a mediados de los años cuarenta publicó en Amazing Stories, que en ese entonces dirigía Ray Palmer, un relato de ciencia ficción -barata- en el cual extraterrestres y atlantes se identificaban.

Grosso modo, el relato de Shaver hablaba de la llegada a la tierra, en tiempos prehistóricos, de dos grupos de extraterrestres a quienes llama Deros y Teros quienes habitan en el mítico continente atlante. Luego de un tiempo estalló una guerra nuclear entre ellos que llevó al hundimiento de la Atlántida Los Deros, extraterrestres buenos, abandonaron el planeta, en cambio los Teros, extraterrestres malos, se fueron a vivir bajo la superficie del mismo. Posteriormente, el mito fue utilizado por Palmer y la revista Fate para dar impulso a los recién aparecidos en escena «platos voladores».

Algunos contactados, como el colombiano Enrique Mercado Orue, han elaborado una mitología muy similar, en donde se incluye a la Atlántida, Mu, diversas razas extraterrestres -con todo y pleyadianos-, etc[10].

Para Mercado los primeros extraterrestres en llegar a la Tierra fueron originarios de los planetas Mu y Tulun, pertenecientes al sistema MYT (Mu y Tulun). Mercado llama a estos seres Stendek (humanos) lo cual es perfecto para relacionar1os con la misteriosa palabra pronunciada por un piloto antes de perder su avión en los Andes y de donde la revista española -ya desaparecida- tomara el nombre. Volviendo a nuestro tema estos extraterrestres llegaron a la tierra y se distribuyeron en varios lugares, lo que hoy es Rusia, China, La India y el perdido continente de Mu en donde ahora se encuentra el Océano Pacífico. Los Mu son seres de piel banca y ojos ligeramente rasgados. Posteriormente, fueron llegando a la Tierra seres de otros planetas. Mercado cita a los Nok (fundamentalmente mujeres de piel negra), los Sarios (nótese la semejanza con Arios) que son blancos, altos, rubios, delgados de ojos azules y posteriormente los Siones (nótese la similitud con Sión), que son de tipo semita. Resumiendo la idea de Mercado, los terrestres seríamos los descendientes de las mezclas producidas entre estos cuatro distintos tipos de seres extraterrestres.

Un discurso fascista

Hasta ahora, todo esto no parece más que una simple mitología de ciencia ficción, pero el aspecto racial que manejan estas teorías se convertirá en un elemento clave para comprender el discurso de los astroarqueólogos. No dudo que muchos ellos piensen de buena fe en la posibilidad de sus teorías, pero también resulta claro que en muchos casos la mala fe es un elemento presente y manifiesto en muchos trabajos de los astroarqueólogos.

Aclaremos las cosas ¿Cuál es el postulado de Däniken? El hombre seguiría siendo un animal sino hubiera sido por los extraterrestres, de este modo, la evolución, la cultura, la historia, todas las obras del ser humano no son sino el producto de seres extraterrestres.

¿Cómo habría de ser que unos indios ignorantes hicieran pirámides? No, no es posible tuvieron que venir seres extraterrestres, altos y rubios (típico modelo ario), a enseñarles a esos monos estúpidos.

MiLucha La teoría racial de Däniken, establecida en el hecho de que los seres extraterrestres (arios) «ennoblecieron» a los humanos al mezclarse con ellos, no tiene nada que envidiar al Mito moderno de Rosenberg, uno de los ideólogos del nazismo o al Mein Kampf de Hitler[11]. A menudo los astroarqueólogos encuentran relatos que, según ellos, hablan de esta mezcla racial. Uno de los ejemplos más claros se encuentra en el Génesis, donde se dice que los ángeles conocieron a las hijas de los hombres y de esta unión salieron los valientes de la antigüedad[12]. Los astroarqueólogos interpretan a estos hijos de Dios como extraterrestres y aquí la oposición es clara: los extraterrestres superiores se mezclaron con una raza inferior produciendo una caída de la especie. Poco tiene que envidiar esta hipótesis astroarqueológica al siguiente párrafo de Mi lucha.

«El mestizaje y el descenso del nivel racial que provoca son las únicas causas de la muerte de las civilizaciones antiguas, puesto que los hombres no perecen al perder las guerras, sino al perder esa capacidad de resistencia que sólo corresponde a la sangre pura».

El mito de fondo de los astroarqueólogos supone igualmente que todos los avances culturales de la humanidad obedecen a seres extraterrestres. Así, Quetzalcóatl, Viracocha, Oannes y toda una serie de personajes míticos aparecen identificados con seres extraterrestres, el argumento, la supuesta raza blanca de estos seres. Aquí se hace ver el discurso racista de la astroarqueología. Sólo los extraterrestres blancos, son capaces de crear la cultura y de civilizar a los pueblos inferiores: indígenas, negros, asiáticos. Comparemos estas afirmaciones con lo sostenido por los nazis y en especial por Hitler cuando afirma que sólo la raza aria aparece como creadora de civilizaciones en tanto que las razas de piel oscura son destructoras de civilizaciones.

AterrizaronLosOvnisEnNuestrasPiramides Algunos autores militan abiertamente en el neo nazismo, tal es el caso de Hannerl Gossler quien ha publicado en México dos libros. El primero de ellos, a mediados de los años 70 que se titulaba ¿Aterrizaron los ovnis en nuestras pirámides?[13] es un largo alegato en donde manifiesta que este tipo de construcciones sólo pudieron ser hechas por tecnología extraterrestre, añade además que el prototipo de estos extraterrestres es el personaje conocido por los antiguos mexicanos como Quetzalcóatl o Kukulcán, las pruebas: sus características raciales blancas, color de piel, barba e inteligencia y conocimientos superiores. Esto hasta aquí no tiene nada de novedoso, pero años después, la misma Hannerl Gossler publicó un segunda libro titulado La farsa judía[14], en el cual se encarga de despotricar contra el complot comunista-judeo-masónico al cual culpa de todos los males del mundo y en especial de la crisis económica que en ese entonces atravesaba México. Esto no llama mucho la atención, pero si la llama cuando utiliza un argumento radicalmente opuesto al de su libro anterior. En este último libro, Gossler señala que los mexicanos debemos estar orgullosos de nuestro pasado cultural y debemos oponernos a la entrada de extranjeros en México porque son seres inferiores que no construían pirámides: «Que podemos aprender de esos negros que mientras nuestros antepasados hacían pirámides, apenas andaban con taparrabos».

LaFarsaJudiaEl discurso neonazi se prolonga en aspectos bastante míticos. No hace muchos años, una sociedad americana Venus Venous Inc. postulaba que era factible detectar mediante un análisis de sangre, quien era descendiente de los extraterrestres. El argumento era el siguiente: Si los seres humanos tenemos el factor Rh positivo, un factor que toma su nombre de los simios del género rhesus, esto indicaba que descendíamos de monos. Si en cambio nuestro factor era Rh negativo éramos descendientes de los dioses…

La idea racial aparece claramente manifiesta por ejemplo en la hipótesis de Mercado, que ubica a las razas extraterrestres (Arios y Mu) como creadores de culturas. Comparemos esto con lo establecido por el mito moderno de Rosemberg en donde ubica a la raza aria como la única capaz de construir civilizaciones, en tanto que los demás pueblos inferiores sólo destruyen la herencia cultural aria.

En resumen, el discurso astroarqueológico es abiertamente fascista pero nos afecta a todos los que no somos arios, a ser considerados una raza de segunda. Busca en un mito racial, en este caso matizado con la moda extraterrestre, el fundamento de toda cultura y niega a los pueblos no arios (terrestres) la posibilidad de haber desarrollado por sí mismos las obras culturales que hoy contemplamos admirados.


[1] Publicado originalmente como Escobar Sotomayor Héctor, Von Däniken, los nazis y los extraterrestres, Perspectivas Ufológicas, Año 2, No. 5, México, mayo 1995. Págs. 26-34. (Nota LRN)

[2] Daniken, E. La respuesta de los dioses, Martínez Roca, España, 1978.

[3] Ver: https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/02/la-lpida-de-palenque-primera-parte/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/02/la-lpida-de-palenque-final/ (Nota LRN)

[4] Perspectivas Ufológicas No. 2, Ruiz Noguez, L. El tiburón que destrozó los esqueletos extraterrestres.

[5] Ver: https://marcianitosverdes.haaan.com/2006/12/nazca-primera-parte/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2006/12/nazca-2/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2006/12/nazca-3/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2006/12/nazca-final/ (Nota LRN)

[6] https://marcianitosverdes.haaan.com/2006/10/las-piedras-de-ica/ (Nota LRN)

[7] Ver: https://marcianitosverdes.haaan.com/2006/10/los-dinosaurios-de-acambaro-primera-parte/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2006/10/los-dinosaurios-de-acambaro-2/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2006/10/los-dinosaurios-de-acambaro-final/ (nota LRN)

[8] Es muy probable que se tratara de un complejo efecto de refracción en el que estuvieron involucrados halos y parhelios. Este no es un fenómeno atmosférico raro y probablemente fue también el origen de la visión de Constantino (https://marcianitosverdes.haaan.com/2007/08/un-fenmeno-atmosfrico-en-el-origen-del-cristianismo/) y del indio Conin (https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/02/fenmenos-atmosfricos-en-la-fundacin-de-quertaro/). Del caso de Ezequiel, como fenómeno atmosférico, nos ocupamos en Ruiz Noguez Luis, ¿Regresaron los dioses? Mitos y manías astroarqueológicas, (prólogo de Mario Méndez Acosta), México, 1991, sin publicar (Nota LRN).

[9] Ver: https://marcianitosverdes.haaan.com/2006/12/astroarqueologia-primera-parte/ (Nota LRN)

[10] Parece que Mercado plagió esta idea de Billy Meier (Nota de LRN).

[11] Hitler, A. Mi lucha, EMU, México, 1980.

[12] La Biblia, Génesis, cap. 6.

[13] Gossler, H. ¿Aterrizaron los ovnis en nuestras pirámides? Posada, México, 1974.

[14] Gossler, H. La farsa judía, Scorpio, México, 1982.

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