Estafador de Leeds encarcelado por estafa telefónica de «llamadas psíquicas»
8 de septiembre 2012
Un estafador ha sido encarcelado por su participación en una estafa telefónica que le redituó una comisión de miles de libras por llamadas realizadas a números de pago adicional a cinco psíquicos que resultaron ser completamente falsos.
Paul James Jones no sólo se embolsó la comisión del dinero de sus crímenes sino dejó a las compañías telefónicas más de £ 30,000 de su bolsillo después de no poder pagar las facturas a las cuentas de teléfono que usó para hacer las llamadas que solicitaban «lecturas» de psíquicos.
La Leeds Crown Court oyó ayer que fue capturado después de que se realizaron las investigaciones en las cuentas pendientes de pago de teléfonos fijos a varios nombres en su casa de Leeds y se descubrió que había corrido hasta miles de libras haciéndose llamadas a sí mismo a cinco psíquicos.
La compañía detrás de los números de tasa de interés preferencial pagaría una comisión legítima por cada contacto realizado a un individuo psíquico y, hasta que la investigación comenzó, no se dio cuenta de que ese dinero iba para las cinco mismas cuentas y que eran nombres falsos. La comisión fue localizada en cuentas bancarias utilizadas por Jones.
David Dixon, de la fiscalía, dijo que como resultado más de £ 37,000 en comisión se abonaron en las cuentas de Jones en los meses en cuestión, mientras que había dejado a dos empresas de telefonía con facturas pendientes de pago por un total de £ 32,000 en el proceso.
Inicialmente había organizado cuatro teléfonos fijos utilizando nombres falsos con Phone Co-op en su casa, corriendo hasta £ 5,000 llamadas en los primeros dos meses. Posteriormente, organizó 12 cuentas de teléfono de módem con TalkTalk desde su dirección en Leeds y otra en Blackpool.
Jones, de 31 años, de Compton Place, Harehills, Leeds fue encarcelado durante 28 meses después de que admitió tres cargos de fraude.
Al encarcelarlo, el juez Neil Clark dijo que fue un crimen insólito, pero no era sin víctimas, ya que podría afectar financieramente a las empresas, lo que podría terminar en la pérdida de empleos o aumentos de precios.
Simon Alexander dijo en descargo de Jones que había acumulado una gran cantidad de deuda en tarjetas de crédito y lo veía como una forma de salir de sus problemas.
Él no había pensado en el fraude por sí mismo, sino se había enterado de eso por delincuentes y otras personas que estuvieron involucradas claramente con él, lo que significaba que Jones no había recibido el pago total.