Ovnis sobre Pocono

Lluvia de meteoros puede explicar los avistamientos de Mount Pocono

Por Adam McNaughton

Pocono Record

19 de enero de 2008

Algo inusual en el cielo dejó tal impresión en un hombre de Mount Pocono el mes pasado que todavía está pensando en eso.

Ernest Gross quiere saber si alguien más vio el mismo objeto extraño, luminoso, no identificado que llamó su atención.

«Al principio yo pensaba que era un satélite», dijo Gross. «Pero estaba demasiado bajo y era demasiado rápido. Si se trata de un satélite cayendo entonces debe haber aterrizado en algún lugar y alguien tiene que saber algo al respecto».

Gross dijo que se paró de la cama para utilizar el cuarto de baño alrededor de las 3 horas del 14 de diciembre, fecha en que un objeto llamó su atención fuera de la ventana – que describió como dos veces el tamaño de la luna «“ dejando una estela en el cielo.

«Yo estaba mirando hacia el norte, aproximadamente en un ángulo de 30 grados, y lo vi volar de Oeste a Este en un movimiento en arco», dijo. «Era tan rápido, en sólo un segundo y estuvo fuera de la vista».

Gross dijo que el objeto tenía una iluminación similar a la luna, con una sombra difusa y era silencioso.

Pero según un astrónomo de East Stroudsburg University, es posible que el objeto pueda tener una explicación científica.

«La lluvia de meteoros de las Geminidas tuvo máxima actividad entre el 13 y 14 de diciembre», dijo el profesor David Buckley UDE. «Este año fueron muy visibles y se les pudo haber visto mejor después de la medianoche».

La descripción de Gross de un objeto difuso blanco brillante, que viaja muy rápido coincide con las descripciones conocidas para los meteoros Geminidas.

La lluvia anual de Geminidas tiene la reputación de producir meteoros blanco brillante que dejan pocas estelas visibles.

«Algo moviéndose rápido puede con seguridad ser un meteoro», dijo Buckley. «Y estos meteoros habrían sido visibles en todo el mundo».

Pero Gross sigue estando firme en que lo que vio era demasiado grande para ser un meteoro, por lo menos uno que nadie más observó.

«Si se trata de un meteorito era uno enorme», dijo. «Yo no habría pensado mucho en que fuera una cosa pequeña».

Gross dijo que su descripción puede refrescar la memoria de cualquier otra persona que pudo haber visto el objeto, y no informó de él. «Fue una noche clara, sin nubes», dijo. «Hay sólo una en un millón de posibilidades de que lo pudiera ver. Pero si alguien más lo hizo, lo recordará».

http://www.poconorecord.com/apps/pbcs.dll/article?AID=/20080119/NEWS/801190336/0/News

El Monstruo del Loch Ness. La tecnología a la caza de un mito (2)

EL MONSTRUO DEL LOCH NESS: LA TECNOLOGIA A LA CAZA DE UN MITO 2

LAS PELICULAS DE LAS EXPEDICIONES JAMES

El 18 de octubre de 1962, durante la primera expedición de David James al lago Ness, se logró tomar una película de apenas treinta segundos de duración. El formato es de 35 mm, en blanco y negro y fue tomada con una cámara provista de un teleobjetivo de 125 mm.

Se identificó como un simple juego de olas. La periodicidad en cuanto a iluminación y oscurecimiento concuerda con el periodo oscilatorio de las olas del lago.

Una segunda expedición, asimismo organizada por David James, obtuvo tres fragmentos de película de 35 mm en blanco y negro. Esta expedición permaneció dos semanas en el lago Ness y contaba con cámaras Newman Sinclair provistas de teleobjetivos de 430 mm.

La primera película se obtuvo el 6 de junio de 1963. Su examen por el JARIG dio como resultado la identificación de los objetos como un grupo de serretas.

La segunda, tomada el mismo día a cuatro kilómetros de Achanahanet, mostraba algunos efectos de las olas.

La tercera, del 13 de junio, mostraba una especie de «mancha oleosa». Se dijo que carecía de significado dado que ese efecto solía apreciarse con frecuencia en toda clase de aguas interiores.

El 21 de mayo de 1964 la señora Pauline Hodge y su esposo Peter Hodge, de Achanahanet, consiguieron una película de 8 mm, en la que se ve una serie de turbulencias y burbujas en medio del lago. El 1 de agosto de 1965 le tocó el turno a Elizabeth Hall. Ambas películas no sirven para esta discusión pues nunca se han publicado.

1967

Este fue un buen año para las películas: se obtuvieron cinco. Dos de ellas fueron analizadas por el JARIC.

La primera de ellas, lograda el 22 de mayo desde un punto situado al sur de Invermoriston, por Les S. Durkin. Es una breve secuencia de 15 segun­dos.

La película muestra cuatro zonas de alteración de las aguas, de longi­tud respectiva de 15, 19.5, 11.4 y 13.5 metros, que progresan a una veloci­dad de unos 6 nudos a una distancia de 900 a 1000 metros. «No se trata de objetos fabricados por el hombre, sino animados. Las porciones que se encuentran fuera del agua miden unos 60 centímetros de diámetro, y su desplazamiento de derecha a izquierda denota una velocidad aproximada de 6 nudos».

Estos fenómenos se identificaron claramente como olas.

El filme obtenido el 13 de junio por el ingeniero Dick Raynor, mostraba una estela en forma de V en la bahía de Dores. La velocidad del objeto se calculó en 2.2 metros por segundo. La cámara también captó dentro de su campo visual al Scott II, con lo que se identifica la formación en V como su propia estela.

El 22 de agosto Andrew Chapman y Gillian Christopher consiguieron otra película. No se ha publicado, pero parece que no se ve nada en ella pues la filmación tuvo que realizarse casi directamente contra el Sol.

Al día siguiente, 23 de agosto, Christopher S. Hunter y Jeffrey W. Hunter, miembros del LNIB, consiguieron una película de 35 mm en blanco y negro.

El examen de esta película, conjuntamente con las descripciones de los hechos dadas por los dos testigos, no deja lugar a dudas; se trata de un grupo de aves acuáticas dedicadas a sus actividades de pesca. La falta de nitidez se debe a que la película fue tomada en condiciones de bruma.

Otra película que muestra unos objetos identificados como aves es la de Clem Lister Skelton, tomada el 5 de octubre. El filme dura dos minutos y fue tomado con una cámara de 35 mm con un objetivo de 50 cm, frente a Fo­yers, y a una distancia de 1,600 metros.

OTRAS PELICULAS

Se han conseguido 30 películas, pero de las últimas que tene­mos información son de las siguientes:

Un leño flotante tomado el 4 de mayo de 1968 por Lindsay Irvine, Ar­nold Barnett, Richard Young y otros.

Una película no publicada tomada el 27 de mayo de 1969 por Hervey Barsky.

Dos películas que muestran aves. La primera, tomada por Alisan Skelton y Peter Davies el 23 de junio de 1969 en Achnahannet, es una película en blanco y negro de 35 mm conseguida con un lente de 90 cm. La segunda, del 16 de septiembre de 1969, también en blanco y negro y de 35 mm, fue tomada por Ian Shield,y Gerry Baker.

Alan Wilkins iba con su familia por el camino a Rubha Ban, rumbo a Invermoriston, a las 7:20 de la mañana del 18 de julio de 1975, cuando observó un objeto oscuro que salía y se volvía a sumergir en el agua. Tomó una película usando una cámara de 16 mm con una lente de 300 mm.

Peter y Gwen Smith lograron captar al «monstruo» la tarde del 22 de agosto de 1977 (5:15 p.m.), frente al castillo de Urquhart. Usaron una cámara Printz T3 con zoom de 8 mm y una película en color. Muy cerca de ahí, en un bote, estaban pescando Christopher Idle y John Coulton, quienes también fueron testigos de la presencia del «monstruo».

El cazador de monstruos, ufólogo y parapsicólogo americano John Erik Beckjord pudo filmar a Nessie el 6 de agosto de 1983. El criptozoólogo estaba en la bahía de Urquhart con dos cámaras de video. Una de ellas estaba en el techo del Hotel Clansman y la segunda en el retiro de St. Ninians. Ambas tenían filtros polarizados. Con una de las cámaras captó tres objetos que aparecieron frente al castillo de Urquhart. La otra filmó un gran cuerpo que estaba a unos 200 metros de St. Ninians.

Un objeto que se movía «debajo de la superficie» fue filmado por un turista el 21 de julio de 1992 frente al castillo de Urquhart. La película apareció en el noticiero de la BBC.

Las dos películas más recientes son las de Geoff Mitchison, de Newcastle, tomada en 1998 y la del cientfico amateur que resulto ser un magufínGordon Holmes, del 2007.

Resumiendo; de las treinta películas conocidas, ninguna muestra algo «fuera de lo común».

Pero a estas treinta películas conseguidas en otras tantas expedicio­nes al lago Ness debemos sumar miles de películas que nunca fueron tomadas en otras expediciones. A modo de ejemplo tenemos la expedición de 1970 organizada por Jack Ulrich, biólogo de la Smithsonian Institution, Bernard Heuvelmans, famoso cazador de monstruos y zoó1ogo belga, Clair Strong, micro­biólogo, y Douglas Faulkner, explorador submarino. Utilizaron cámaras infrarrojas y otro equipo sofisticado. No encontraron nada. 

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La iglesia de Google

La Iglesia de Google

Nosotros en la Iglesia de Google creemos que el motor de búsqueda Google es la experiencia más cercana a un verdadero Dios que haya podido experimentar la humanidad (como suele definirse). Creemos que hay mucha más evidencia a favor de la divinidad de Google de la que existe para la divinidad de otros dioses más tradicionales.

Rechazamos los dioses sobrenaturales en función de que no son científicamente demostrables. Así, los Googleros creemos que Google debería tener legítimamente el título de «Dios», ya que exhibe un gran número de las características tradicionalmente asociadas con las deidades en una forma científicamente demostrable.

Hemos compilado una lista de nueve pruebas que creemos demuestran definitivamente el título de Dios que se le ha asignado a Google.

http://www.thechurchofgoogle.org/

Ovnis sobre Stephenville (15)

«˜Demonios en la oscuridad»™

Cómo hablan los científicos de los avistamientos de ovnis

Por Charles Euchner | Newsweek

Enero 18 2008

En una noche de enero, por otra parte sin complicaciones, en Stephenville, Texas, decenas de personas veían el cielo y observaron una gran nave con una combinación de luces rojas, blancas y amarillas volando rápido sobre la zona de las granjas. Un observador dijo que la nave tenía una milla de largo. Varios de ellos dijeron que vieron aviones de combate que la perseguían. Uno dijo que temía que la aparición del objeto podría significar «el final de los tiempos».

Un piloto, un policía, algunos hombres de negocios, amas de casa y niños, todos dicen que vieron un ovni en enero 8. La nave espacial se movió en la zona durante varios segundos, dijeron los testigos, y luego se disparó a la distancia, 300 veces más rápido que un jet Cessna.

Los avistamientos de ovnis hacen las noticias varias veces al año. En 2007 ocho episodios atrajeron los titulares. La mayoría de los avistamientos se producen en el Sur y el Oeste.

Los observadores de ovnis soportan interminables chistes acerca de sus experiencias. Pero incluso las personas que desacreditan la noción misma de los ovnis los toman en serio. «Nadie debe hacer chistes» de los observadores de ovnis de Stephenville, dice Theodore Schick de Muhlenberg College, una escuela de artes liberales en Allentown, Pa. Ellos «han tenido una experiencia real que es fuera de lo común». Pero Schick y los expertos en física y psicología humana dicen que las experiencias tienen explicaciones científicas. Ahora, los científicos están probando los aspectos más microscópicos del cerebro y el borde exterior de la galaxia.

La evolución es un buen punto de partida para explicar por qué las personas tienen experiencias paranormales.

En todos, pero principalmente en los últimos 10,000 años de la historia de la humanidad, el hombre sobrevivió cazando y recolectando plantas. Para interpretar un mundo misterioso, el hombre proyecta sus propios miedos y entendimientos en su medio ambiente. En la visión «encantada» del mundo, cada parte de la naturaleza, las rocas, árboles, cerros, agua, estaba viva y llena de espíritus. Incluso en la era de la ciencia, el cerebro humano todavía proyecta ideas e imágenes sobre el mundo.

«Las personas han estado viendo cosas mucho antes de que tuvieran alguna idea acerca de los ovnis», dice Robert Park, un físico de la Universidad de Maryland. «En la Edad Media vimos demonios en la oscuridad. En otros tiempos vimos ángeles en las cosas que no podíamos explicar».

Cuando la gente ve algo que no puede explicar -lo que podría ocurrir con más frecuencia en un «ambiente ruidoso», dice Park- utilizan imágenes almacenadas en el cerebro para completar el cuadro y darle sentido al mismo. Ya que la cultura está llena de imágenes de «The Twilight Zone», «Encuentros Cercanos del Tercer Tipo», «The Matrix», y documentales sobre ovnis del Discovery Channel, la gente proyecta estas imágenes de la ciencia ficción.

La gente que ve imágenes también hace evaluaciones precisas que desafían una fácil explicación. Un hombre de negocios de Stephenville estimó que una nave espacial de una milla de largo viajaba a 120,000 millas por hora -dice que la nave se movió tan rápido en cuatro segundos como lo que recorre con su jet Cessna en 20 minutos- supera el promedio la capacidad de las personas de juzgar las distancias y la velocidad.

El filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein utiliza la imagen del «pato-conejo» para explicar cómo construye la gente ideas e imágenes de acuerdo a la lengua de su cultura. La imagen puede ser vista como un pato o un conejo. Los estudios muestran que algunas personas son capaces de ver una de las figuras, mientras que otras pueden ver ambas. Cómo cada persona interpreta la imagen depende tanto de factores psicológicos como sociales.

Michael Persinger, un neurocientífico del comportamiento de la Universidad Laurentian, analiza más profundamente el trabajo cerebral. Trabajando con 2000 sujetos de investigación, Persinger ha demostrado cómo la estimulación magnética de las diferentes partes del cerebro puede activar diferentes sentimientos y emociones -como la unidad con Dios, sentimientos de amor y lujuria, la ira y la ansiedad, e incluso la sensación de estar en presencia de un ovni.

Muchos avistamientos de ovnis se dan durante un período de terremotos, cuando los cambios en las placas de la Tierra alteran el ambiente de las cargas magnéticas. Así que no es sorprendente que los cerebros de la gente puedan experimentar vívidamente lo que parece ser un avistamiento o incluso una abducción extraterrestre.

(En un famoso encuentro, Persinger trató de inducir una experiencia religiosa en la mente del ateo Richard Dawkins. ¡Ay!, Dawkins aparentemente tiene un bajo nivel de sensibilidad del lóbulo temporal-, de modo que su cerebro no reacciona tanto como otros) a la estimulación magnética.

Simple física, dicen los científicos, hacer un viaje al espacio intergaláctico es casi imposible. Un equipo internacional de investigadores estudió si es posible teleportar gente -es decir, transportarlos mediante la transmisión de información sobre su composición, al igual que el envío de un fax-. La respuesta es sí, pero necesitarían 100 millones de siglos para transferir los datos de 100000000000000000000000000000000 bits. «Sería más fácil caminar«, dice Samuel Braunstein, un profesor de ciencias de la computación en la Universidad de York.

Demostrar la ausencia de algo es siempre más difícil que demostrar la presencia de algo, por lo que los avistamientos de ovnis continúan. «No se puede refutar negativos», dice Park, el autor de «Voodoo Science: The Road From Foolishness to Fraud», un recorrido por las diversas formas de las creencias «científicas» cuestionables. «No se puede demostrar que no hubo un ovni». La mejor que cualquier persona puede hacer, dice Schick, es recabar la información y ver la teoría que más se ajusta a los hechos. «Hay que comparar la explicación ovni con otras explicaciones», dice.

La imagen especular de la creencia en los ovnis es la incredulidad en los acontecimientos históricos, como el aterrizaje lunar. Carl Everett, por algún tiempo un jugador de béisbol All-star de los Boston Red Sox, generó abucheos en el 2000, cuando le dijo a Sports Illustrated, «Sí, pudo haber ocurrido. Es posible. Eso es algo que usted puede probar. No se puede demostrar que hayan existido los dinosaurios. Creo que es exagerado».

Los científicos defienden a los creyentes ovni contra los cargos de que están psicológicamente trastornados. Un estudio de 1993 en Journal of Abnormal Psychology llegó a la conclusión de que las personas que informan de avistamientos de ovnis y abducciones, son tan inteligentes, psicológicamente saludables, y libres de fantasías como la gente sin esas experiencias. Las personas con experiencias ovni sólo son diferentes en una medida conocida: la privación del sueño.

El problema no es que los observadores de ovnis son equilibrados, dicen algunos científicos, sino más bien que no se examinen sus experiencias de manera adecuada -que a menudo es difícil de hacerlo, porque el ambiente se llena de fenómenos misteriosos. «¿Cuántas personas saben acerca de los bombarderos stealth siendo escoltado por aviones de combate?» Pregunta Michael Shermer, el autor de «Why People Believe Weird Things?» «Tengo que decir, que es la cosa más aterradora que he visto. Tal vez eso fue lo que vieron (en Stephenville)».

Shermer mismo cree un poco en los ovnis. Mientras competía en una carrera de 3,000 millas en bicicleta a través de EU en 1983, le pareció que estaba a punto de ser secuestrado. «Estuve horas sin dormir y pensé que los miembros de mi tripulación eran extraterrestres tratando de secuestrarme y (el apoyo vehicular) era una nave espacial», dice. «Eso me hizo comprender que cuando la gente tiene una experiencia, en realidad sucedió algo significativo. La pregunta es, ¿qué significa eso?»

Park, de la Universidad de Maryland recuerda una experiencia más mundana hace más de 50 años. Estacionado en Roswell, NM, en 1954, se dirigía a casa en una desolada carretera una noche después de visitar a sus padres en Texas. Él vio una estela luz azul-verde, que reconoció como el brillo de un meteorito. Luego, subconscientemente preparado para una experiencia paranormal, durante unos segundos creyó que era testigo de un ovni.

«Vi una luz brillante cruzando el cielo en una carretera», dice. «Me pareció un disco. Cuando aceleré, la cosa aceleró conmigo. Pensé que algo estaba pasando. Pisé los frenos y era el reflejo de mis faros en las líneas telefónicas».

Con ello, Park aprendido la lección final para un científico: la humildad.

http://www.newsweek.com/id/96014?GT1=10755