Este relato no me convence mucho, y la foto menos. Pero va como un saludo para Vicente Juan Ballester Olmos y Heriberto Janosh y su proyecto de investigación de «Rayos en bola».
En un reciente viaje de excursión al centro de California, hace algunos días, encontramos tiempo extraño. El tiempo fue raro todo el día, varias veces al tocar mi coche recibí un choque como el que tienes al caminar en una alfombra nueva. El pelo de mi novia comenzó a pararse como si estuviera tocando una bobina de Tesla. Ella despertó asustada en la noche y lo que yo supongo que era una centella volaba alrededor, ella sacó una foto con su cámara fotográfica.
Rápidamente nos retiramos al interior de nuestro coche, esperando que estuviéramos protegidos de este tipo de relámpago de la misma forma que un coche protege del relámpago normal. Mi coche tampoco tenía ninguna energía. Los fenómenos duraron cerca de 15 minutos. Tuve que llamar al mecánico al día siguiente para poder encender el auto. Se encendió pero el alternador no cargaba. Lo tuve que remolcar a la ciudad, substituyeron el alternador y estaba muy bien. Pero la radio no. Tuve que substituirla también.
–Donald