Dictador de Gambia golpea a las brujas

Viernes, 22 de mayo de 2009

La vida en Gambia, que ha sido bastante opresiva desde que el dictador Alhaji Yahya Jammeh tomó el poder en 1994, dio un giro verdaderamente extraño en los últimos meses cuando la gente fue cercada, como parte de una campaña para librar al país de la brujería. Los leales a Jammeh, conocidos como «Green Boys», debido a su afición por llevar ropa verde y pintura facial verde, obligaron a punta de pistola, por lo menos a un millar de gambianos, a viajar a lugares secretos, donde «los médicos» usan túnicas rojas dispensado una mezcla de «mal olor» que hizo que la gente tuviera alucinaciones, escalara paredes, soportara terribles dolores de estómago, y, en algunos casos, muriera.

Según los relatos en los medios de comunicación y de Amnistía Internacional, Jammeh está decidido a erradicar las brujas y brujos que perjudican al país. Muchas personas huyeron de Gambia de enero a marzo para evitar a los Green Boys y los brujos, dejando regiones enteras abandonadas.

Jammeh, quien exige que se le llame «Su Excelencia Presidente Profesor Doctor», ha sometido a su pueblo a otros extraños decretos, como la ingestión de hierbas y plátanos para curar el SIDA en tres días. Al no hacerlo, Jammeh ha amenazado con decapitar a los homosexuales, sus opositores políticos han sido detenidos y torturados, y hay periodistas asesinados.

Según su biografía oficial, Jammeh asistió a un curso de agente de la policía militar en el Fuerte McClellan en Alabama, seis meses antes de que organizara su golpe en 1994. La misma biografía cuenta que «Posee amplios conocimientos en terapia tradicional a base de plantas, especialmente en el tratamiento del asma y la epilepsia», y que fue galardonado con el «World Lifetime Achievement Award» del American Biographical Institute, que en realidad es una empresa que vende los títulos.

Noel Brinkerhoff

Witch Hunts and Foul Potions Heighten Fear of Leader in Gambia (by Adam Nossiter, New York Times)

Hundreds Released as Gambian Witch Hunts End (Amnesty International)

Hundreds Accused of ‘Witchcraft’ Persecuted in The Gambia (Amnesty International)