El misterio de las centellas (337)
Una vez, cuando abrí la puerta de atrás para dejar pasar a mi perro, me di cuenta de un sonido, como el zumbido eléctrico en el patio trasero.
Decidí investigar pensando que algo podría estar mal con la antena parabólica en la esquina trasera de mi casa. Era un día tranquilo, soleado, sin nubes a la vista. Lentamente me deslicé a través de mi patio trasero, en busca de la fuente del zumbido. Cuando llegué al centro del patio, los pelos se me pusieron de pie en la parte trasera de mi cuello mientras una pelota de softball, brillante, de color blanco, se dirigía directamente hacia mí, directamente al centro de mi pecho, a una velocidad tremenda.
Estaba a 30″™ de distancia y grité. En ese momento hizo un ángulo de 90 grados y explotó en la esquina de mi patio donde se encontraba un poste de teléfono y el transformador eléctrico. Esto de alguna manera debe haber sido como un pararrayos que me salvó la vida.
G. Barnes
Tampa, FL USA