El misterio de las centellas (412)

En el pasado oí hablar de las centellas, pero nunca pensé que iba a vivirla por mí mismo – de hecho yo era casi escéptico acerca de todo esto – hasta esta noche.

Fue alrededor de las 9 de la noche del viernes, 13 de agosto 1999. Fue un día excepcionalmente caluroso y húmedo (102 grados). No tengo aire acondicionado central y no parecía haber una brisa fresca así que decidí sentarme en el patio trasero por un tiempo. Como había poco de lluvia este verano, no había presencia de los irritantes mosquitos, así que fui capaz de sentarme y meditar durante un rato. Mientras estaba sentado allí me di cuenta de que apareció un relámpago lejano en el cielo sin ningún tipo de acompañamiento de trueno así que pensé que estaba muy lejos. Yo seguí sentado allí, mirando hacia el cielo. Me di cuenta de que parecía un murciélago que se movía muy rápidamente y, a continuación pareció un boomerang regresando en la dirección en que venía. Esto sucedió dos veces. Seguí sentado allí esperando a que volviera otra vez cuando apareció esta bola de luz. El área donde yo estaba sentado tiene una piscina enterrada rodeada de árboles altos para separarla del pantano. Yo también vivo cerca de 35 millas de un aeropuerto.

Esta «bola de luz» parecía venir de uno de los árboles, pasó por encima de mí y la piscina y luego desapareció en el aire. Me senté allí, muy sorprendido por lo que había experimentado. Sucedió tan rápido que traté de recordar a qué se parecía. Era del tamaño de una pelota de softball y parecía una bola de luz verde que pasó cerca de 20 pies por encima de mí. A medida que pasaba sobre mí oí un chisporroteo muy suave o un zumbido. Me senté allí por un tiempo y me di cuenta que debí haber experimentado una «centella». Supongo que ahora soy un creyente.

Eavf

Chatham, NJ USA