Rumores contra la vacuna antiVPH

RUMORES CONTRA LA VACUNA ANTIVPH[1]

Por Mario Méndez Acosta

Las teorías conspiratorias difundidas a manera de campañas de rumores pueden dañar gravemente el tejido social de cualquier comunidad.

Las más dañinas, empero, son aquellas que afectan la salud de grandes sectores de la población, pero que, sobre todo, ponen en duda la buena fe y la confianza que merecen las instituciones públicas y la comunidad científica.

A lo largo de los últimos meses ha corrido una versión muy peligrosa que cuestiona la decisión de las autoridades sanitarias de nuestro país de aplicar, de manera generalizada, una vacuna contra los diversos virus del papiloma humano a niñas en etapa previa a la pubertad, una medida que se recomienda también para su aplicación a los niños de esa misma edad.

Se afirma que dicha vacuna no ha sido adecuadamente evaluada en sus efectos ni probada a satisfacción; lo cual, además implicaría la existencia de riesgos en la salud de los pacientes, la posibilidad de adquirir esa enfermedad o, incluso, de quedar estériles.

Detrás de esta oposición manifiesta, sobre todo en países hispanohablantes, como es el caso de México y España, podemos reconocer un rechazo psicológico de algunos padres de familia al hecho inevitable de que algún día sus hijas ejercerán su sexualidad, o bien que una medida sanitaria como ésta propiciaría una iniciación sexual temprana.

Los virus del papiloma humano (VPH) constituyen un grupo de más de 150 virus relacionados entre sí, algunos de cuyos tipos pueden causar cáncer.

Las vacunas Gardasil y Cervarix, aprobadas por la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (Food and Drug Administration, FDA), son altamente efectivas para prevenir la infección por ciertos tipos de VPH.

Esta vacunación, en concreto, representa la posibilidad de reducir el número de muertes en el mundo por cáncer de cuello uterino, en dos terceras partes, y de prevenir el cáncer de ano en hombres y mujeres. Por otro lado, Gardasil puede prevenir también las verrugas genitales.

La vacunación generalizada (es decir, si la protección que se busca es de largo plazo y si todas las mujeres estuvieran vacunadas) tiene el potencial de reducir hasta en dos terceras partes el número de muertes por cáncer de cuello uterino en el mundo.

Antes de autorizar cualquier vacuna, la FDA de EU y las autoridades sanitarias en México deben verificar que sea segura y efectiva. Las principales vacunas han sido probadas en miles de personas en los Estados Unidos y muchos otros países. Hasta ahora, no se han registrado efectos secundarios graves causados por la aplicación de tales vacunas, y los problemas más comunes han sido una breve dolencia y otros síntomas menores en el sitio de la inyección; problemas semejantes a los que se experimentan ordinariamente con otras vacunas. No obstante, Gardasil y Cervarix no han sido suficientemente probadas durante la gestación, por lo que no deberán ser aplicadas a mujeres embarazadas.

El movimiento contra las vacunas que previenen el VPH es parte de una campaña antivacuna mundial que abarca todas las variedades y afirma que la vacunación es parte de una acción genocida promovida por monopolios internacionales.

263 enero/feb 2013


[1] Publicado originalmente como: Méndez Acosta Mario, Rumores contra la vacuna antiVPH, Ciencia y Desarrollo, Vol. , No. 2263, México, enero febrero 2013. Págs. .

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