Erótica escrita por un extraterrestre fingiendo no estar horrorizado por el cuerpo humano
Mallory Ortberg
2 de abril de 2014
«Ellos golpean mutuamente sus partes más blandas, más vulnerables alrededor en un intento horrible normal de buscar el placer a costa del otro».
«Sus bocas, que antes habían sido empleadas sólo unos minutos en el proceso de demoler e ingerir diversos alimentos, ahora estaban húmedamente abarrotadas una contra otra mientras las usaban para respirar, lo que debe haber sido más que un poco incómodo».
«Pedazos de uno atascados en pedazos de la otra, peligrosamente cerca de algunos de los órganos internos más débiles y más importantes».
«Con absolutamente ningún respeto por el espacio personal, los dos crearon una cantidad innecesaria de fricción, lo que generó sudor en el proceso».
«Surgió una especie de gel».
«Uno estaba sentado sobre el otro, como muebles que se cuelan en el interior de su cuerpo».
«Sus genitales se envolvieron para algún propósito misterioso».
«Uno de ellos puso la cavidad dental directamente sobre apéndice carnoso del otro, pero no mordió».
«Sus genitales salieron de su cuerpo sin protección, para que cualquier ave que pasara pudiera haberse fácilmente abalanzado hacia abajo y llevárselos en su pico».
«Ellos se lamieron el uno al otro como si fueran alimentos, pero no eran alimentos».
«Se quitaron la ropa, dejando su piel suave y sin pelo expuesta al polvo, el viento, el frío, y varios otros elementos mortales».
«Se produjeron empujones durante un período prolongado de tiempo, luego, el silencio».
«Todo era un desastre».
«Varias partes subieron hacia adelante y luego se retractaron, como hacen las tortugas».
«Juntos pusieron toda su ropa en una pila en el suelo, donde vive el perro».
«Sólo unas horas antes de que él había utilizado la misma pertenencia para orinar. Él no la había lavado en forma significativa antes de insertarla en el cuerpo del otro humano».
«Ellos se retorcían juntos como una trampa de dedo china».