IMPACTO AMBIENTAL
La temporada del maculís[1]
Juan José Morales
Estos son los meses en que florece el maculís, o hokab, como se le denomina en maya: Tabebuia rosea en la nomenclatura científica. Es un árbol característico del Mayab, aunque no exclusivo de la península. Su área de distribución va desde México hasta Venezuela, Colombia y Ecuador, e incluye algunas islas del Caribe, como Santo Domingo. En nuestro país se le encuentra tanto en la vertiente del Golfo, desde Tamaulipas y el norte de Puebla hasta el sur de Quintana Roo ya en el Caribe, como en el litoral del Pacífico, de Nayarit a Chiapas, desde el nivel del mar hasta 1 200 metros de altitud, sobre todo en selvas subperennifolias altas y medianas y prácticamente en todos los tipos de suelo.
Lo que hace particularmente interesante al maculís y ayuda a diferenciarlo de otros árboles parecidos, es su abundante floración. De hecho, en esta época puede quedar casi totalmente desprovisto de follaje y cubierto de hermosas flores color de rosa tendiendo a morado, lo cual hace que algunas personas lo confundan con las jacarandas de la ciudad de México y otras regiones del altiplano, que pertenecen a género y especie muy diferentes: Jacaranda mimosifolia, término este último que significa parecido a la mimosa.
Un maculís en Cancún. Por sus abundantes flores rosa-morado, a veces se le confunde con la jacaranda del altiplano, pero las flores esta última son de un morado más vivo.
Por su copiosa floración, el hokab «”que alcanza entre 15 y 20 metros de altura y aún más cuando las condiciones del terreno y el clima le son especialmente favorables»” resulta excelente como árbol de ornato para viviendas, jardines y camellones, e incluso ha sido introducido con ese fin en el sur de España, donde el clima permite su sobrevivencia. En este sentido, compite muy bien con otras dos especies arbóreas que ya son parte del paisaje urbano en las ciudades peninsulares: el flamboyán, Delonix regia, y la lluvia de oro, Senna fistula, que por lo general se plantan alternados para aprovechar el contraste o combinación entre las flores de vivo color rojo del primero y las flores intensamente doradas del segundo. Pero mientras estos dos árboles son exóticos «”el flamboyán es nativo de la isla de Madagascar en el océano Indico, frente a la costa oriental de Ãfrica, en tanto que la lluvia de oro o cañafístula lo es de la India y el sureste de Asia»”, el maculís es nativo del continente americano.
Por otro lado, tanto el flamboyán como la lluvia de oro «”pero en particular el primero»” tienen el inconveniente de que sus raíces son muy superficiales, se extienden a considerable distancia del tronco, y afectan aceras, pavimentos, cercas y hasta muros de las viviendas, que pueden llegar a sufrir daños estructurales. Esto hace también que ambas especies sean vulnerables a los vientos fuertes, que pueden derribarlos fácilmente. En cambio, el maculís tiene «”al igual que la generalidad de los árboles de la selva»” raíces más profundas que no afectan a las construcciones aledañas, y resisten mejor tormentas y huracanes.
Igualmente, mientras la madera de la lluvia de oro y el flamboyán son de mala calidad, la del maculís es resistente y adecuada para construcciones rurales y tiene un veteado llamativo que permite usarla en trabajos artesanales y de ebanistería, y para la decoración de muebles finos, pisos de parquet y otros productos.
En fin, el maculís, el hokab, el árbol de las abundantes flores, debería ser mejor aprovechado como especie ornamental en los programas de reforestación urbana, dadas sus no pocas cualidades.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Viernes 24 de abril de 2015
Son arboles muy hermosos 🙂
Adquirí una pequeña planta y la sembré en un terreno a 80 metros de la playa, lo riego cada semana y esta creciendo a muy buen ritmo aunque me gustaria saber si es necesario aplicarle algún tipo de fertilizante para que se desarrolle a plenitud.
Gracias por su interesante información sobre esa planta.