Tarjetas verdes y tricolores

IMPACTO AMBIENTAL

Tarjetas verdes y tricolores[1]

Juan José Morales

Puede parecer extraño que hoy lunes, día que usualmente dedicamos a cuestiones ambientales, nuestro tema sea la solicitud de orden de aprehensión contra Arturo Escobar, quien por ello renunció (o pidió licencia, no está muy claro) a su cargo de subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación. Pero si tocamos este asunto es porque el sujeto en cuestión es miembro de la pandilla que se apropió de la palabra ecologista (y la prostituyó escandalosamente), usándola como mero membrete de un partido, el PVEM, cuyas trapacerías son de todos conocidas.

clip_image002Esta caricatura, publicada en el portal del Círculo de Estudios Brújula Metropolitana a raíz del nombramiento de Arturo Escobar en la Secretaría de Gobernación, resultó proféticamente fallida, pues los delitos que cometió son tan evidentes que, no obstante su alto puesto, y por razones todavía no muy claras, la Fepade ha solicitado que se le encarcele y enjuicie como presunto responsable de ellos, aunque todavía está por verse si efectivamente se le sancionará o todo se reducirá a una simulación.

El espacio de esta columna resultaría insuficiente para resumir, así fuera muy brevemente, las violaciones a la ley cometidas por ese seudopartido tan sólo en la fase previa a los comicios federales de julio pasado y que lo hicieron acreedor a multas por casi 600 millones de pesos, las cuales pagó tranquilamente ya que cuenta con recursos al parecer inagotables y de muy turbia procedencia. Pero a Escobar, que era su dirigente en aquel entonces, únicamente se le acusó de uno de esos numerosos delitos: haber repartido ciertas tarjetas de descuento para inducir o comprar el voto, cosa que «”dicho sea de paso»” también hizo el PVEM en la campaña electoral de 2012. De ser juzgado y declarado culpable, podría recibir una sentencia de hasta 15 años de prisión.

Solamente en los altos círculos del poder se sabe por qué Escobar fue acusado por el propio gobierno del cual es aliado incondicional y al cual sirvió eficazmente mientras fue dirigente de ese llamado partido. Especulaciones sobran, desde las que atribuyen la acusación a pugnas en la cúpula priísta y gubernamental, hasta las que consideran que con ello se quiere «”como se dice en el lenguaje popular»” dar un tatequieto al llamado Niño Verde, Jorge Emilio González Martínez «”propietario del PVEM»”, que ensoberbecido por creerse el factor de triunfo del PRI, exige cada vez más a cambio de sus servicios, al grado que pretende incluso la gubernatura de Quintana Roo.

Pero, sea cual sea la razón de esta inesperada jugada política, puede preverse con bastante certeza que ni la Fepade, la Fiscalía Especializada en la Atención de Delitos Electorales, ni el Instituto Nacional Electoral, irán más allá y seguirán permitiendo el funcionamiento de ese dizque partido, que por sus numerosas y sistemáticas acciones ilegales ya debería haber sido condenado a la pérdida del registro, como solicitamos en su oportunidad decenas de miles de ciudadanos.

Por ahora, no hay ni siquiera una orden de aprehensión contra Escobar, sino tan sólo la solicitud de la Fepade para que la emita un juez. Falta ver si se hará o finalmente todo se reducirá a la clásica llamarada de petate y a un arreglo entre amigos. Porque no hay que olvidar que el PVEM funciona como apéndice del PRI, y en cuestión de tarjetas, el PRI y Peña Nieto no cantan mal las rancheras en su dueto con el PVEM y Escobar. Hay que recordar aquellas famosas tarjetas Soriana, con un valor de mil pesos para compras en las tiendas de esa cadena comercial, que el PRI repartió masivamente antes de los comicios presidenciales de 2012 con la promesa de que serían activadas si triunfaba Peña Nieto y sus poseedores podrían de esa manera usarlas para hacer compras. Y como se recordará también, Peña Nieto ganó, en parte gracias a los sufragios de quienes vendieron su voto a cambio de los prometidos mil pesos»¦ pero las tarjetas nunca fueron activadas.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Lunes 30 de noviembre de 2015

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