El misterio de las centellas (1138)

Ahora tengo 32. Tenía 17 años entonces. Estaba caminando a casa a eso de las 11 pm una noche en verano del 93, cuando miré a mi izquierda y vi una esfera de luz amarilla verdosa (del tamaño de una pelota de playa) a unos 20 pies de altura y 40 pies de distancia moviéndose horizontalmente, paralela a mi entrando la misma dirección que yo. Era como una bola de fuego líquido, no de luz nítida. Se estaba moviendo un poco más rápido de lo que estaba caminando. Esa noche estaba tranquila, sin tráfico en la carretera, sin insectos haciendo ruido… solo silencio. Mi corazón comenzó a acelerarse y recuerdo que me asaltó el miedo. Corrí todo el camino a casa mirando hacia el frente, a toda máquina por unos 15 minutos. Cuando llegué a casa, descubrí que no tenía mis llaves, así que volviéndome loco decidí ir a casa de mis tías a 7 u 8 cuadras de distancia. Salí corriendo en la misma dirección en que vine y me quedé sin aliento casi en el mismo lugar en que la había visto la primera vez. (No lo sabía hasta que me detuve unos 5 minutos recuperando el aliento y miré al otro lado de la calle hacia el lago). Cuando vi el lago a mi derecha y sabía dónde estaba, saliendo de la esquina trasera de mi ojo vi esa esfera otra vez, solo que estaba regresando en el mismo camino que había seguido cuando aparentemente me estaba siguiendo… ¡la otra dirección! Mi dirección… ¡DE NUEVO! Moviéndome horizontalmente, en paralelo a mí a la misma velocidad que antes. Esta vez la vi pasar y adelanté unos 5 segundos y corté a la izquierda y salté algunas vallas que se alejaron unas calles de mi camino para llegar a la casa de mis tías. Ahora no sé si fue una centella o un ovni. Te diré esto, la mayoría de las personas se ven muy graciosas conmigo cuando les explico lo que me sucedió esos veranos calientes en la noche junto al lago. Mi amigo me dijo que era una centella. No lo sé… Sé que no lo olvidaré.

Randy M

Estados Unidos