Extraño acto de piloto antes de avistamiento ovni
Un vuelo a una isla frente a Tasmania terminó con una aterradora llamada de radio y un piloto que se desvanece. Cuarenta años después, todavía no hay explicación.
Ally Foster
news.com.au
29 de julio de 2018
«ESTÃ flotando y no es un avión».
Estas son las últimas palabras que alguien escuchó decir a Frederick Valentich antes de que le cortaran la radio y él, y el avión que piloteaba, nunca más se volvieron a ver.
El 21 de octubre de 1978, Valentich, de 20 años, alquiló un avión de un solo motor en el aeropuerto Moorabbin de Victoria con planes de ir a la isla King de Tasmania para pescar mariscos.
Pero las cosas tomaron un giro aterrador cuando notó que lo seguía otro avión.
Han pasado 40 años desde que el joven piloto australiano desapareció sobre el Estrecho de Bass y en ese momento nadie se ha acercado a averiguar qué le sucedió.
Frederick Valentich de pie junto a un avión similar al que desapareció hace 40 años. Fuente: Suministrado
La única pista que quedó fue una conversación de radio entre él y el controlador del servicio aéreo de Melbourne, Steve Robey.
Eran las 7 de la tarde cuando Valentich se comunicó por radio para preguntar si había algún avión conocido en el área, justo después de que algo se acercara.
Robey le informó que no había «tráfico conocido» en la zona y preguntó qué tipo de avión era.
«No puedo afirmar. Son cuatro luces brillantes, me parece, como luces de aterrizaje. El avión acaba de pasar sobre mí al menos mil pies arriba», dijo Valentich.
A medida que la transmisión avanzaba las cosas se pusieron aún más desconcertantes, con Valentich informando que el avión misterioso estaba «jugando» con él.
«Me parece que está jugando algún tipo de juego», dijo.
«Está volando sobre mí dos, tres veces, a la vez a velocidades que no pude identificar».
Valentich le dijo a los controladores que no podía identificar el objeto. Fuente: Suministrado
La conversación continúa con el controlador tratando de obtener más información acerca de qué es realmente el objeto.
Valentich lo describe como largo, metálico y con luz verde.
En un punto, el avión desaparece antes de reaparecer repentinamente en su otro lado.
Es en este punto que Valentich dice sus últimas palabras aterradoras: «Está flotando y no es un avión».
Hay silencio durante 17 segundos antes de que la transmisión se interrumpa abruptamente.
Se realizó una búsqueda exhaustiva del agua y de las tierras circundantes, pero nunca se encontró a Valentich ni ninguna indicación de un sitio del accidente.
Fotografía tomada del cabo Otway 20 minutos antes de que Valentich volara por encima. Fuente: News Limited
El incidente ganó la atención mundial y provocó muchas teorías de conspiración, siendo la más popular que Valentich fue secuestrado por un ovni.
Otros concluyeron que fingió su propia muerte o que estaba volando boca abajo y que las luces que vio eran en realidad su reflejo en el agua antes de que se estrellara.
Después de que salió la historia hubo informes contradictorios sobre por qué el piloto inexperto se dirigía a la isla.
Le había dicho a su padre que iba a pescar cangrejos de río, pero luego le dijo a los oficiales de vuelo que estaba recogiendo algunos amigos.
Pero aún se hicieron más preguntas sobre las intenciones de Valentich cuando se reveló que no había informado al aeropuerto de King Island de su intención de aterrizar.
Una placa en el faro de Otway que conmemora su desaparición. Fuente: Suministrado
En una inquietante coincidencia, también se descubrió que Valentich estaba obsesionado con los ovnis y había visto numerosas películas y había recopilado artículos sobre el tema.
Una semana después de que desapareció el padre del joven piloto, Guido, dijo a los periodistas que estaba seguro de que su hijo todavía estaba vivo y se mantuvo firme en que el ovni lo había tomado.
«Todo lo que me preocupa es que fue liberado en un área diferente, muy lejos de donde fue llevado», dijo a los periodistas.
Todo lo que queda ahora del famoso vuelo de Frederick Valentich es una placa en el faro de Otway que conmemora su extraña desaparición.