Fantasmas del Palacio Embrujado: Abducción extraterrestre in nuce avant le lettre
Bryan Sentes
La película de terror de 1963 The Haunted Palace, basada en una novela de H. P. Lovecraft, El caso de Charles Dexter Ward, comienza con una joven en estado hipnótico caminando hacia la mansión titular, donde es recibida por el protagonista, Vincent Price en el papel de Joseph Curwen, antepasado de Ward, que la conduce a las profundidades de la mansión, donde la encadena ante un pozo cubierto, del que emanan una luz verde y gruñidos. Antes de que el proyecto de Curwen pueda completarse, una turba enfurecida y portadora de antorchas aporrea la puerta de la mansión y Curwen y su acompañante emergen con la joven, que, para desgracia de Curwen, sigue hipnotizada e incapaz de responder a las preguntas que la turba le hace. Curwen muere sumariamente quemado.
Más de un siglo después, el bisnieto de Curwen, Charles Dexter Ward, llega para tomar posesión de la mansión. Durante una comida con un tal Dr. Willet, el médico pone a Ward al corriente de los rumores sobre su antepasado:
…según la leyenda, ocurrieron varias cosas extrañas cuando Curwen se instaló en el pueblo… Se decía que las jóvenes desaparecían de sus casas, se ausentaban hasta el amanecer y luego reaparecían sin recordar su paradero… Curwen era un hechicero… Corrían terribles rumores sobre él. Se creía que había ganado la posesión de un libro llamado El Necronomicón… Contenía suficientes secretos para dar a un hombre el poder absoluto… El Necronomicón supuestamente contenía fórmulas a través de las cuales uno podía comunicarse con, incluso invocar, a los Dioses Antiguos, los Oscuros del Más Allá que una vez habían gobernado el mundo y ahora simplemente están esperando una oportunidad para recuperar ese control… Joseph Curwen y otros dos brujos estaban tratando de abrir las puertas a esos Dioses Oscuros. Joseph Curwen estaba intentando aparear a estos seres con humanos para crear una nueva raza a través de la cual los dioses pudieran obtener el control…
Cualquiera que esté familiarizado con la mitología de las abducciones alienígenas, especialmente la desarrollada por David M. Jacobs, no puede evitar sorprenderse por las analogías entre ésta y la narración de Willet. Mujeres jóvenes (fértiles) en estado de conciencia alterada son abducidas para aparearse con seres no humanos malévolos, con la complicidad de colaboradores humanos, para crear una raza híbrida que conquiste la Tierra.
Por mucho que la obra de HH. P. Lovecraft haya influido en el desarrollo de la mitología ovni y de los antiguos astronautas, la historia del Dr. Willet es invención de los guionistas de El palacio encantado. Lo que sin duda llama la atención es lo clarividentes que resultan sus palabras. El relato de John G. Fuller sobre la abducción arquetípica, la de Betty y Barney Hill, no aparecería impreso hasta 1966. Sin embargo, a diferencia de algunos defensores de la Hipótesis psicosocial, no me siento impulsado inmediatamente a deducir que el escenario de la película de alguna manera sembró o cultivó el mito tal y como llegó a desarrollarse en los años ochenta del siglo pasado. Por sugestiva que sea, esa tesis exige una explicación sólida de cómo esas historias e imágenes precursoras llegan a contaminar la cultura en general y causan realmente una percepción errónea, cómo el mito adquiere realidad. No obstante, es innegable que los guionistas, por cualquier azaroso proceso inconsciente, presentan el mito de la abducción alienígena in nuce avant le lettre.