Gretchen Stahlman: Un análisis de la literatura científica sobre los FANI desde 1967 hasta 2023
Gretchen Stahlman envió un artículo a arXiv el 22 de marzo de 2024 titulado: “Closing the Information Gap in Unidentified Anomalous Phenomena (UAP) Studies”.
13 de mayo de 2024
Luc Corabel
Imagen de Oli Götting de Pixabay
Este artículo se presentó en abril de 2024 como parte de las actas de la iConference 2024 publicadas por Springer.
Gretchen Stahlman es profesora adjunta en la Escuela de Información de la Florida State University. El objetivo general del trabajo de Gretchen es informar sobre la ciencia abierta y las iniciativas de comunicación académica, así como desarrollar métodos, servicios e infraestructuras para la gestión de la información a largo plazo y la ciencia de datos responsable. Cuenta con más de 10 años de experiencia profesional relacionada con la biblioteconomía y la gestión de la información, adquirida trabajando en la biblioteca académica Joseph R. Skeen y como especialista en documentación para el proyecto de construcción del telescopio Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA).
En el resto de este artículo, destacamos, con el acuerdo del autor, la parte de la publicación que presenta el análisis preliminar de la literatura científica sobre FANI desde 1967 hasta 2023. Hemos añadido algunos elementos adicionales y citas de las publicaciones citadas en el estudio. Encontrará la bibliografía detallada y los textos citados en el artículo original de Gretchen Stahlman y en los documentos referenciados.
Los Objetos Voladores No Identificados (ovnis) han captado durante mucho tiempo la fascinación y la especulación del público, al tiempo que han sido estigmatizados en los círculos científicos. Sin embargo, el fenómeno recientemente rebautizado como Fenómenos Aéreos No Identificados (FANI), ahora denominado Fenómenos Anómalos No Identificados por la NASA, representa un área de interés científico cada vez más legítima. Este cambio de percepción cobró fuerza con un informe público publicado en 2021 por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos (ODNI). El informe reconocía que algunos incidentes de objetos extraños en el cielo siguen sin explicación y que se necesitan más datos y de mejor calidad para comprender la naturaleza de estos objetos, haciendo hincapié en la necesidad de seguir investigando sobre los FANI.
Basándose en esta observación, Gretchen Stahlman presenta en su artículo un análisis preliminar de la literatura científica sobre los FANI desde 1967 hasta 2023 explorando una amplia gama de áreas de investigación. El objetivo general del estudio es empezar a tender puentes entre los estudios sobre las FANI como área de investigación en evolución y la Library & Information Science (LIS). Esta exploración de la literatura académica sobre FANI, un tema que potencialmente representa un campo científico interdisciplinario emergente, se alinea con los objetivos más amplios de estos campos para entender cómo el conocimiento científico evoluciona y gana legitimidad con el tiempo a través del consenso.
A partir de la pregunta de investigación “¿Cómo ha evolucionado el tema de los ovnis/UAP como objeto de investigación académica a lo largo del tiempo?”, se realizó una revisión exploratoria a través de la plataforma de información científica y técnica Web of Science con la siguiente consulta limitada a títulos y resúmenes: (“ufo” O “ufos” O “uap” O “uaps”). La búsqueda se limitó al título y al resumen, y los resultados se refinaron para incluir libros, actas de congresos y artículos académicos en inglés o español. Para garantizar que las fuentes de Library & Information Science estuvieran suficientemente cubiertas, se realizó la misma búsqueda a través de ProQuest en tres bases de datos de Library & Information Science Collection: Library & Information Science Abstracts (LISA) y Library Science Database. Tras aplicar las directrices y el método de selección PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic reviews and Meta-Analyses), finalmente se seleccionaron 174 fuentes para este estudio.
A continuación se muestra el gráfico que representa la distribución del número de artículos sobre el tema de los FANI y los ovnis identificados en el estudio por año de publicación.
Las áreas de investigación más representadas son, por orden
– Psicología (21 %)
– Religión (13 %)
– Astronomía y astrofísica (6 %)
– Artes y Humanidades (5 %)
Se realizó un análisis más detallado de las fuentes publicadas desde la publicación del informe de la ODNI en 2021. Entre las 34 fuentes seleccionadas, Astronomía y Astrofísica puede considerarse el campo de investigación dominante, con 7 publicaciones. El subconjunto de 34 fuentes publicadas desde 2021 se clasifica y analiza según tres categorías.
Ciencias físicas y naturales
Tres artículos describen métodos e instrumentos para captar datos FANI. Dos de estos artículos están relacionados con el Proyecto Galileo, con sede en Harvard. Este Proyecto es un programa de búsqueda científica de posibles artefactos astroarqueológicos o restos de civilizaciones tecnológicas extraterrestres, o equipos extraterrestres potencialmente activos cerca de la Tierra. Abraham Avi Loeb y Frank H. Laukien cofundaron el proyecto en julio de 2021. En el primer artículo, Watters et al. destacan las motivaciones para estudiar los FANI junto con una hoja de ruta para el despliegue de equipos y la implementación de canalizaciones de procesamiento de datos multisensor, mientras que en el segundo artículo, Cloete et al. esbozan técnicas computacionales para detectar fenómenos anómalos en los datos. En el tercer artículo, Szenher et al. presentan un sistema multicámara y un software de calibración que pueden captar imágenes en las longitudes de onda visible, infrarroja e infrarroja cercana y que se utilizarán para calcular la velocidad y la aceleración de objetos aéreos.
Antonio et al. analizan un gran conjunto de datos de 80,332 avistamientos de ovnis notificados entre 1906 y 2014 como herramienta para investigar cómo el comportamiento humano en la notificación de sucesos era sensible a la difusión de los medios de comunicación y a las horas del día. Wu & Yang presentan un fundamento teórico para un nuevo tipo de propulsión antigravitatoria de aeronaves, tratando de desvelar los secretos del vuelo ovni.
Smith especula sobre la naturaleza de la tecnología de las sondas interestelares enviadas hipotéticamente por una civilización extraterrestre lejana, mientras que Zuckerman cuestiona la hipótesis de Avi Loeb según la cual Oumuamua, el primer objeto interestelar conocido que atravesó recientemente el sistema solar, era tecnología alienígena.
Ciencias Sociales (incluyendo Comunicación, Psicología y Estudios Religiosos)
En los estudios culturales, Fians señala la necesidad de que los antropólogos tomen en serio a los testigos de ovnis que parecen sistemáticamente marginados o burlados, cuya legitimidad se cuestiona constantemente, y no pongan en duda la validez de sus testimonios basándose en la extrañeza de sus relatos. Marchena Sanabria muestra cómo narrativas como los informes ovni fueron sensacionalizadas por los medios de comunicación para distraer la atención de la corrupción política en Costa Rica entre 1979 y 1985. Hayes desvela la historia de las investigaciones del gobierno canadiense sobre informes de ovnis, revelando cómo se trataron, desviaron y defendieron estos informes desde 1950 hasta la década de 1990 (más de 5,000 informes de avistamientos de ovnis durante este periodo), y explora las tensiones de la época de la Guerra Fría entre los agentes estatales y los ciudadanos en torno a las teorías y narrativas sobre ovnis. Basándose en la observación del aumento de consumidores que visitan atracciones y lugares de turismo ovni y extraterrestre, Wright presenta un análisis multidisciplinar para poner de relieve las relaciones entre los ovnis, los extraterrestres y la industria turística.
En el ámbito de las ciencias sociales, Yingling et al. realizaron una amplia encuesta entre los miembros del profesorado, que puso de manifiesto que muchos académicos consideran que los FANI es un tema importante para una mayor investigación académica, y que la curiosidad superaba al escepticismo o la indiferencia. De forma abrumadora e independientemente de la disciplina, el profesorado conocía los informes, pero no la legislación. El profesorado ofrecía distintas explicaciones personales sobre el fenómeno de la violencia de género, y casi una quinta parte de los encuestados declararon haber observado este fenómeno. Stise et al. analizan los datos de una encuesta nacional recogida dos meses después de la publicación del informe de la ODNI y muestran que ver documentales paranormales y telerrealidad, ver Fox News, utilizar YouTube y escuchar Joe Rogan Experience se asociaron positivamente con la creencia en los ovnis. También a raíz de la publicación del informe del ODNI, Bram muestra que la gente se forma opiniones favorables hacia las teorías de la conspiración en general cuando políticos reputados reconocen que los ovnis pueden ser visitantes extraterrestres. Adorjan & Kelly examinan el caso de la “pérdida de tiempo” que experimentan quienes afirman haber tenido encuentros con extraterrestres y ovnis para explorar la importancia y el papel de la temporalidad en la erudición construccionista social. McVittie & McKinlay analizan el discurso sobre los FANI mantenido por los entrevistadores de los medios de comunicación con personas implicadas en un programa nacional estadounidense, y examinan el modo en que entrevistadores y entrevistados negocian la existencia de los FANI como objetos para los que no puede darse ninguna explicación.
Los estudiosos de la religión suelen considerar los ovnis y los FANI como experiencias religiosas. Agram cuestiona la eficacia de la ciencia secular a la luz de los recientes avances en el estudio de los ovnis. Del mismo modo, Zeller señala los fundamentos “encantados” de las investigaciones sobre ovnis a pesar de sus planteamientos científicos racionales, laicos y desencantados. Kivari analiza cómo las experiencias personales sobrenaturales y paranormales se integran en relatos sociales más amplios. Por último, el Handbook of UFO Religions, de la serie Zeller, ofrece un estudio amplio y detallado que considera no sólo las nuevas religiones fundadas en ideas sobre extraterrestres y ovnis, sino también cómo han respondido a la ciencia, la especulación científica y la cultura popular aquellas que, dentro de las religiones más mayoritarias, tienen que ver con extraterrestres, ovnis y conceptos afines. Hay estudios que van desde casos culturales concretos como los círculos de las cosechas (Pokorny) a estudios más generales sobre ovnis y religión (Ashcraft).
Artes y Humanidades (incluyendo Historia y Filosofía)
Dentro de las fuentes clasificadas en Humanidades, Hodges & Paxton-Fear analizan la evolución de los escritos que permitieron reclutar y luego reforzar las creencias de los miembros de la secta Heaven’s Gate prometiéndoles la salvación mediante la transformación corporal antes de su partida a bordo de los ovnis. Rose explora los aspectos raciales de los relatos de abducciones ovni por parte de estadounidenses blancos, sugiriendo que estas historias, que constituyen una abrumadora mayoría de tales relatos, provienen de sentimientos colectivos de culpabilidad generalizada por la esclavización y el aprovechamiento de personas africanas. Guimont & Baumhammer presentan un resumen de los debates realizados en línea en Twitter por el grupo Virtual History of Science, Technology, and Medicine (Historia virtual de la ciencia, la tecnología y la medicina), creado tras el período de cierre de COVID. Estos debates pretendían abordar temas de pseudociencia, incluido el tema de los ovnis, y discutir el papel y la comprensión pública de tales teorías en la historia de la ciencia.
Arraigado en escuelas filosóficas de pensamiento, Butman analiza el informe de la Armada estadounidense según el cual un ovni fue observado por pilotos despachados desde el portaaviones Nimitz en 2004, informe publicado por el New York Times en 2017. Sostiene que un fenómeno no identificado es un fenómeno inexplicable, es decir, de causalidad desconocida. Explora cómo un fenómeno puede aparecer dentro del espaciotiempo y, al mismo tiempo, parecer independiente de la causalidad del espaciotiempo y revisa el concepto de causalidad tal y como lo desarrollan Descartes y Kant. Por último, Smith & Jonathan analizan la epistemología y la naturaleza milagrosa de los ovnis, respectivamente. Según ellos, algunos informes recientes de fenómenos ovni presentan características que podrían satisfacer la noción de milagro definida por Hume como una violación de las leyes de la naturaleza en la sección 10 “De los milagros” de su obra filosófica An Enquiry Concerning Human Understanding.
Estos resultados representan una instantánea de la literatura académica y el discurso sobre los FANI en el momento de escribir el artículo de Gretchen Stahlman (septiembre de 2023). Investigadores de diversas áreas están abordando los FANI como un tema serio y factible con implicaciones para la sociedad y la humanidad (sin llegar a respaldar una hipótesis extraterrestre). Es probable que las circunstancias cambien y evolucionen rápidamente en el futuro, aunque actualmente es incierto si los Estudios sobre FANI se convertirán en un campo reconocido. No obstante, se están llevando a cabo investigaciones creíbles que están ganando publicidad, lo que sugiere una tendencia hacia la legitimación de los Estudios sobre FANI como área de investigación interdisciplinar que -para mantener las recomendaciones de los recientes informes de la ODNI y la NASA- recopile datos estandarizados y acreditados a través de contextos físicos y ubicaciones geográficas, desde informes civiles y militares hasta imágenes de alta calidad y datos de sensores dentro y fuera de la atmósfera terrestre.
Para concluir este artículo, le planteamos algunas preguntas que Gretchen Stahlman accedió amablemente a responder.
Como muestra en su artículo, los FANI son un tema poco tratado en la literatura científica. ¿Por qué eligió este tema, estigmatizado durante tanto tiempo, para llevar a cabo su estudio?
El misterio de los ovnis me ha fascinado desde mi más tierna infancia. En el colegio, siempre se me podía encontrar en la pequeña sección paranormal de la biblioteca. Ya entonces me dejaba perpleja el hecho de que se hubieran recogido tantos informes y tantas pruebas y, sin embargo, “creer” en los ovnis fuera considerado por muchos como algo excéntrico. Con el tiempo, esto me llevó a preguntarme cómo “sabemos” las cosas y evaluamos las “pruebas”, cómo se desarrolla el conocimiento a través de procesos y experiencias colectivas, y cómo se lleva a cabo la ciencia con la ayuda de complejos instrumentos y colaboraciones.
Mi interés por los ovnis también estaba ligado a la fascinación por el espacio: una vasta frontera que debe albergar innumerables formas de vida e inteligencia. Nunca “creí” que pudiéramos estar solos en el universo. Con la esperanza de resolver esta cuestión, comencé mis estudios universitarios con la intención de convertirme en astrofísica. En cambio, me orienté hacia la Biblioteconomía y Documentación para poder estudiar y ayudar a organizar y gestionar la información científica de forma más amplia. Esto me permitió trabajar con miembros de la comunidad astronómica en proyectos relacionados con la información y la comunicación. Así que, al final, sigo pudiendo contribuir de alguna manera a nuestro conocimiento del cosmos.
Mientras navegaba por mi vida profesional y, más tarde, por el mundo académico a través de los estudios de doctorado, seguí leyendo y manteniéndome al día de los avances en el mundo de los ovnis. Aunque no oculté este interés y mantuve muchas conversaciones con amigos y colegas a lo largo de los años, también tenía la sensación arraigada de que centrarse en los ovnis como tema de investigación académica no sería estratégico. Sin embargo, los vientos comenzaron a cambiar en 2017 con la publicación del innovador artículo del New York Times de Cooper, Blumenthal and Kean. En ese momento, estaba trabajando en mi investigación de disertación sobre la curación de datos en astronomía y comencé a pensar en cómo integrar el tema.
Cuando se publicó el informe ODNI 2021, me intrigó leer que el gobierno de EE.UU. destacaba abiertamente las deficiencias en la calidad y disponibilidad de los datos como barreras para investigar los informes de FANI inexplicados, ya que esto está estrechamente alineado con mi área de investigación. Escribí con entusiasmo a algunos colegas que había llegado el momento de que los estudios sobre FANI florecieran como un área de investigación legítima e interdisciplinar. En los años siguientes, el tema se ha ido desestigmatizando cada vez más, y parece que hemos alcanzado un punto de inflexión o un cambio de paradigma hacia una investigación científica seria y generalizada en muchas disciplinas.
No hace mucho, un investigador (al menos en Estados Unidos) probablemente esperaría hasta una etapa más avanzada y segura de su carrera para empezar a investigar temas poco convencionales como los FANI. Sin embargo, como investigador que comienza su carrera, la acogida de mi trabajo ha sido bastante positiva hasta ahora. Esto refuerza mi convicción de que se ha alcanzado un punto de inflexión y de que cada vez se investigará y debatirá más. Estoy deseando continuar este camino y unirme a la creciente comunidad investigadora de FANI.
¿Su trabajo como especialista en documentación para el proyecto de construcción del telescopio ALMA ha sido una fuente de reflexión en relación con este estudio?
Indirectamente. Busqué empleo en ALMA por mi interés tanto en la astronomía como en la bibliotecología, y fue emocionante apoyar la radioastronomía como especialista en documentación gestionando información sobre el diseño del telescopio y las actividades organizativas y logísticas relacionadas. Tuve el privilegio de visitar lugares emblemáticos como el Very Large Array en los Llanos de San Agustín en Nuevo México, y el Observatorio de Green Bank en Green Bank, Virginia Occidental, y por supuesto el sitio de ALMA en el desierto de Atacama en Chile. Estos impresionantes lugares e instalaciones no hicieron más que aumentar mi asombro ante el cosmos, así como la capacidad de los seres humanos para construir instrumentos tan increíbles y explorar el universo a través de los datos. En general, esta experiencia profesional me ayudó a comprender cómo funciona la astronomía a través de la cooperación internacional e intercultural. Por lo tanto, también es política. En lo que respecta a la investigación sobre los FANI, necesitaremos también la cooperación internacional y la política para establecer normas y construir instrumentos adecuados para recoger e interpretar datos a escala mundial. Del mismo modo, tendremos que organizar y conservar la información de forma que tenga sentido.
¿El análisis estadístico que ha realizado para estudiar la evolución y distribución por campos de las publicaciones científicas de los últimos 60 años podría llevarse a cabo con otros tipos de fuentes de información, como revistas internacionales o medios de vídeo (YouTube, por ejemplo)?
No creo que este método pueda aplicarse directamente a otros tipos de información, ya que recuperé publicaciones de bases de datos de literatura académica mediante consultas de búsqueda estructuradas. Además, las publicaciones tienen metadatos sólidos (como información sobre la revista, fecha de publicación, palabras clave, etc.) y características similares que facilitan la interpretación. Sin embargo, en el caso de la información menos estructurada, podrían aplicarse métodos de análisis de texto con el texto de los documentos o los mensajes de las redes sociales, por ejemplo, mediante enfoques automatizados como el modelado de temas y el análisis de sentimientos para extraer conclusiones generales. De este modo, podríamos analizar de forma similar la evolución del discurso a lo largo del tiempo utilizando fuentes mediáticas. He iniciado algunos trabajos preliminares en este ámbito.
En la era de la IA generativa capaz de crear una sobreabundancia de información falsa (texto, conversación, imagen, video, sonido), ¿qué fuentes de datos sobre los FANI cree que podrían constituir una información completamente fiable?
Se me ocurren varias categorías de información. En primer lugar, información histórica que incluye datos que pueden estar o no en formato digital o datos que han sido digitalizados y archivados en un lugar acreditado. El VASCO project de Beatriz Villarroel es un ejemplo asombroso de un proyecto que busca pruebas de FANI utilizando placas fotográficas digitalizadas. Las placas digitalizadas están disponibles a través de un archivo de datos astronómicos establecido, que es muy poco probable que contenga información falsa. En segundo lugar, los informes humanos, hasta cierto punto. Si bien es cierto que los informes sobre FANI pueden ser falsificados, los informes que pueden ser corroborados por varios testigos independientes y en los que se verifica la integridad de los informadores pueden considerarse fiables. En tercer lugar, la información recopilada y organizada por instituciones acreditadas e individuos creíbles. Esto incluye los datos astronómicos archivados mencionados anteriormente, así como los datos generados por instrumentos desarrollados y operados por dichas instituciones acreditadas e individuos creíbles.
Aquí es donde entra en juego la idea del conocimiento como proceso social y cultural. Desde el punto de vista filosófico, puede afirmarse que ninguna información es “completamente” fiable o verdadera, ya que todo se filtra a través de diversos medios, máquinas, percepciones y normas. En la era de la IA generativa, es más importante que nunca cultivar sólidas habilidades de pensamiento crítico para evaluar la calidad de la información y la credibilidad de las fuentes a fin de determinar su fiabilidad.
¿Tiene en preparación otros proyectos de estudio sobre los FANI?
Sí. Hay un proyecto de colaboración que me hace mucha ilusión, pero del que no puedo hablar ahora. Espero poder compartir los resultados de ese proyecto en los próximos meses.
En cuanto a la revisión bibliográfica presentada aquí, se trata de un breve documento en el que se presentan los resultados iniciales. Tengo la intención de mejorarlo y realizar un análisis más exhaustivo del conjunto completo de artículos (en lugar de sólo el reciente subconjunto de 34). Además, como se menciona en la pregunta anterior sobre el análisis de las fuentes de información, estoy realizando algunos trabajos preliminares con datos de medios sociales para examinar más a fondo la evolución del discurso sobre los FANI.
Por último, también estoy llevando los estudios sobre los FANI a las aulas. Una de las clases que imparto es un curso de posgrado titulado “Organización de datos”. Este semestre he invitado a mis alumnos a realizar un proyecto final en el que formulen recomendaciones sobre cómo organizar los datos sobre los FANI. Esto implica evaluar las fuentes y la calidad de los datos, normalizar esta información para que pueda ser ampliamente accesible y utilizada, integrar diversas fuentes de información y garantizar que las bases de datos estén correctamente construidas. También he desarrollado recientemente un nuevo curso que se impartirá en el futuro, “Los ovnis y la información”, que explorará los contextos históricos y socioculturales de los ovnis, así como la intersección de los ovnis y la ciencia de la información. El curso adopta un enfoque serio y crítico para explorar los procesos científicos a través de la lente de los FANI. Espero seguir involucrando a los estudiantes universitarios en este importante tema.
Traducido por Kate Sellier
Esta obra está bajo licencia CC BY-NC-ND 4.0
https://sentinelnews.substack.com/p/gretchen-stahlman-an-analysis-of