De la isla Maury a Burien: continúa la locura OVNI en Washington
Lo que para uno es un avistamiento de ovnis, para otro es una fiesta de barrio…
15 de octubre de 2018
Engrid Barnett
El 21 de junio de 1947, Harold Dahl, su hijo Charles, el perro de la familia y una tripulación de dos hombres patrullaban las aguas cercanas a la isla Maury en el estrecho de Puget, Washington. Poco después de las dos de la tarde, seis objetos voladores no identificados supuestamente aparecieron flotando sobre el barco. Los discos medían 30 metros de diámetro con centros huecos como donas. Uno de los seis platillos tuvo dificultades para mantener el vuelo, y Dahl temió que se estrellara contra su plataforma.
De repente, una sustancia de «metal blanco», similar a la lava, explotó desde la «nave espacial». Cubrió la embarcación con fuego y escombros. El perro de Dahl murió al instante. Charles sufrió quemaduras en el brazo. Dahl encalló su barco y los pasajeros huyeron hacia los acantilados cercanos buscando refugio de la tormenta de fuego. Tan rápido como llegaron, los ovnis desaparecieron. Pero nació un nuevo capítulo en la historia estadounidense: la fiebre ovni.
La histeria alienígena
A las 6:30 de la mañana siguiente, un «hombre de negro» se paró frente a la puerta de Dahl, amenazando con el bienestar de su familia si Dahl decía una palabra sobre los extraños sucesos. En poco más de 24 horas, dos fenómenos de la cultura pop cobraron vida: los platillos voladores y los Hombres de Negro. Pero la historia no termina ahí…
A finales de julio, Dahl fue interrogado durante dos días en Tacoma, Washington, por oficiales de inteligencia del Cuerpo Aéreo del Ejército, entre ellos el capitán William L. Davidson y el teniente Frank M. Brown. El 1 de agosto de 1947, Davidson y Brown despegaron en un bombardero B-25 con muestras de material (escoria) que supuestamente se desprendió de los discos voladores del Incidente de la Isla Maury. Según el manifiesto del avión, clasificaron el material como «cargamento de alto secreto».
A los treinta minutos de vuelo, el B-25 se incendió inexplicablemente al estrellarse al este de Kelso, Washington. Algunos periódicos informaron que fue derribado por un cañón de 0,20 mm. Lo que sí sabemos es que Davidson y Brown se convirtieron en las dos primeras víctimas mortales en la historia de la Fuerza Aérea. El 1 de agosto de 1947 marcó el día en que la Fuerza Aérea se separó oficialmente del Ejército, convirtiéndose en su propia rama militar.
Como se informó en el Informe Final de la Misión del Ejército, este aseguró de inmediato el lugar del accidente cerca de Kelso hasta que llegó otro oficial de inteligencia y recuperó el «cargamento ultrasecreto». Los documentos del FBI asociados con el incidente de la isla Maury permanecerían clasificados durante los siguientes 50 años.
Verano de los Platillos
El avistamiento del 21 de junio en la isla Maury ocurrió apenas tres días antes del famoso avistamiento de nueve discos voladores sobre el Monte Rainier por parte del piloto Kenneth Arnold y dos semanas antes del informe del Ejército sobre un ovni estrellado en las afueras de Roswell, Nuevo México. (La noticia de Roswell fue retractada apenas tres horas después de su anuncio). Estos incidentes independientes inspiraron el «verano de los platillos voladores». A partir de la isla Maury en junio, el verano de 1947 se vio inundado de cientos de noticias diarias sobre avistamientos de discos voladores.
Algunos resultaron ser bulos perpetrados por quienes buscaban llamar la atención, y otros parecían ser observaciones de objetos desconocidos. Pero la pregunta persiste: ¿por qué tantas ramas del gobierno —el Ejército, la Fuerza Aérea, la CIA y el FBI— investigaron con tanta intensidad estos avistamientos?
Según Steve Edmiston, guionista y productor de The Maury Island Incident (2014), el contexto histórico es importante. «En mayo de 1947, el presidente Truman anunció la doctrina de contención, identificando menos de dos años después de la Segunda Guerra Mundial a nuestro nuevo enemigo: la Unión Soviética. Y es posible que el propósito de la investigación gubernamental agresiva de objetos en el cielo fuera la profunda preocupación de que Estados Unidos estuviera siendo sobrevolado por un nuevo adversario hostil». Edmiston basó The Maury Island Incident en documentos desclasificados del FBI que vinculaban directamente al entonces director del FBI, J. Edgar Hoover, con la investigación y el presunto encubrimiento.
Continúa la locura por los ovnis en Washington
Lo que sigue siendo tan convincente del Incidente de la Isla Maury, según Edmiston, no es solo que Dahl se mantuviera firme en su historia. «Soy escéptico en cuanto a lo que vio Harold Dahl. [Pero] creo que incluso si la historia de Dahl fuera un engaño, el engaño en sí mismo es impresionante por su complejidad y atención al detalle. La mayoría de los avistamientos de ovnis son relatos aislados. El avistamiento de Dahl de seis discos voladores con forma de dona implica daños en su barco por la explosión de fuego y escoria, el encallamiento para esconderse bajo los acantilados de la playa, la muerte del perro de la familia, lesiones al hijo de Dahl y el primer Hombre de Negro de la historia; y todo esto antes de que comience la parte extraña, absolutamente verdadera y trágica de la historia».
Quizás por eso Washington aún no se cansa de la historia. A lo largo de setenta años, el Incidente de la Isla Maury ha dado lugar a numerosos libros, la película «El Incidente de la Isla Maury», la Sociedad Histórica del Incidente de la Isla Maury y dos festivales sinérgicos: 1) Burning Saucer y 2) el Festival ovni de Burien.
Burning Saucer y el Festival ovni de Burien
Burning Saucer es un evento privado organizado por la Sociedad Histórica del Incidente de la Isla Maury para apoyar la investigación y la recuperación de la historia original de Dahl. Pero también saben divertirse. Un aire cómico e irreverente emana del lema de la sociedad: «Siempre recordando, nunca olvidar, para siempre juntos».
Celebrado anualmente el 21 de junio, Burning Saucer se lleva a cabo en una plaza frente a la playa con vistas a la isla Maury. Concebido como una reunión de negocios donde las Reglas de Orden de Robert se descontrolan, se tratan asuntos de la sociedad, se reconoce a los invitados especiales y se sirven cócteles artesanales (diseñados por el Bar Area 51 en Port Townsend, Washington). El evento culmina con una narración de la historia alrededor de una hoguera y la quema ceremonial del platillo para sellar el recuerdo.
El Festival ovni de Burien (BUFO) fue fundado por el empresario John White, productor ejecutivo de «El Incidente de la Isla Maury». Inspirado por la historia, las raíces locales de la película y el continuo interés de la comunidad en esta historia, White concibió esta celebración anual de un día como una forma de extender la historia a través de la participación del público. Cuatro años después, BUFO atrae a miles de asistentes cada año.
El festival incluye proyecciones de películas, incluyendo la proyección anual de «El Incidente de la Isla Maury». La proyección de 2017 contó con la participación de Mystery Science Theater 3000 y comentarios en vivo. Piensa en BUFO como una «gran fiesta espacial geek» con miles de personas y perros vestidos con disfraces extraterrestres, ponentes invitados con temática ovni, DJs y una cervecería al aire libre. El próximo festival llegará a este planeta el 1 de abril de 2019. ¡Así que empieza a preparar tu disfraz extraterrestre ya!