¿Por qué se apuntaron dos millones de personas al asalto del Ãrea 51?
La historia de la base militar secreta y el misterio de lo que oculta en su interior explican la fascinación que provoca. Pero no, no esconde alienígenas.
23 de septiembre de 2019
Por Sydney Combs
Fotografías de Jennifer Emerling
Dos humanos y su polizonte extraterrestre conducen a Roswell, Nuevo México, célebre por la historia de que una nave espacial supuestamente se estrelló allí en 1947. Algunos teóricos de la conspiración creen que los restos del accidente de Roswell fueron transportados al Ãrea 51, una base militar secreta cerca de Rachel, Nevada, para su estudio. Más de dos millones personas se apuntaron a asaltar el Ãrea 51 en septiembre de 2019. FOTO POR JENNIFER EMERLING
En los dos últimos meses, más de dos millones de personas acordaron reunirse en el Ãrea 51, la base militar cerca de Rachel, Nevada, con la esperanza de ver extraterrestres. Aunque el organizador ha dicho que la convocatoria a «asaltar el Ãrea 51» era una broma, las autoridades municipales estimaban que podrían aparecer entre 30,000 y 40,000 personas el pasado fin de semana.
Cada año, la mitología del Ãrea 51 atrae a turistas de todo el mundo. La gente acude para observar las aeronaves y esa misteriosa base que podría albergar naves espaciales extranjeras. Parte de la leyenda del Ãrea 51, que lleva años desacreditada, se basa en hechos reales, si sabes la historia del Ãrea 51.
Los aficionados de los ovnis buscan naves sospechosas en el Sedona UFO & Vortex Tour en Sedona, Arizona. Esta imagen compuesta es una combinación de seis fotografías sacadas en 2017 con gafas de visión nocturna. FOTO POR JENNIFER EMERLING
Una base secreta en el desierto
A unos 193 kilómetros al noroeste de Las Vegas, entre las millas 29 y 30 de la «Autopista Extraterrestre» (o Autopista Estatal 375) de Nevada hay una carretera de tierra sin señalizar. Aunque no se ve ningún edificio desde el asfalto, el sendero conduce a Groom Lake o Homey Airport, el nombre que recibe en los mapas de aviación civiles. Para los que están al tanto, lleva a una base militar con muchos nombres no oficiales: Paradise Ranch; Watertown; Dreamland Resort; Red Square; The Box; and The Ranch; Nevada Test and Training Range; Detachment 3, Air Force Flight Test Center (Det. 3, AFFTC); y Ãrea 51.
El restaurante y bar Little A»™Le»™Inn en Rachel, Nevada (población: 54 habitantes) es el único negocio que queda en la localidad. El grupo musical Wily Savage montó un escenario el jueves y tocó para cientos de campistas que asistieron a la convocatoria para «asaltar el Ãrea 51» y que pasaron la noche pese a la temperatura, de unos 7 grados Celsius. FOTO POR JENNIFER EMERLING
Antes de la Segunda Guerra Mundial, la zona de Groom Lake se empleaba para la minería de plata y oro. Cuando comenzó la guerra, el ejército se hizo cargo de esta zona remota y empezó a investigar, centrándose en ensayos nucleares y armamentísticos.
La biblioteca del Centro de Investigación del OVNI abrió al público en 1992 como parte del Museo del OVNI en Roswell, Nuevo México. La biblioteca alberga una amplia colección de material de referencia sobre la historia de los encuentros extraterrestres y otros fenómenos relacionados. FOTO POR JENNIFER EMERLING
La biblioteca del Centro de Investigación del OVNI abrió al público en 1992 como parte del Museo del OVNI en Roswell, Nuevo México. La biblioteca alberga una amplia colección de material de referencia sobre la historia de los encuentros extraterrestres y otros fenómenos relacionados. FOTO POR JENNIFER EMERLING
Cuando la CIA empezó a desarrollar aviones espía en la Guerra Fría, Richard Bissell, Jr., entonces director de la agencia, se dio cuenta de que necesitaban privacidad para construir y probar los prototipos. En 1955, él y Kelly Johnson, diseñador de aviones Lockheed, seleccionaron como sede el aeródromo apartado de Groom Lake. La Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos añadió la base al mapa del Emplazamiento de Pruebas de Nevada y denominó el sitio Ãrea 51.
En ocho meses, los ingenieros desarrollaron el avión U-2, que podía volar a 70,000 pies, mucho más alto que cualquier otra aeronave de la época. Esto permitió a los pilotos volar por encima de los radares, misiles y aviones enemigos soviéticos.
Unas 200,000 personas visitan el Museo Internacional del OVNI de Roswell, Nuevo México, cada año. FOTO POR JENNIFER EMERLING
Cuando un U-2 fue derribado por un misil antiaéreo soviético en 1960, la CIA empezó a desarrollar la siguiente generación de aviones espías en el Ãrea 51: el A-12 de titanio. El A-12, casi indetectable para los radares, podía sobrevolar los Estados Unidos continentales en 70 minutos a 3540 kilómetros por hora. El avión también contaba con cámaras que podían fotografiar objetos de solo 30 centímetros de largo desde una altitud de 90,000 pies.
Con tantos vuelos de alta tecnología saliendo del Ãrea 51 «”como los más de 2850 despegues de A-12″”, se dispararon las noticias de objetos voladores no identificables en la zona. «El cuerpo de titanio de la aeronave, que se desplazaba a la velocidad de una bala, habría reflejado los rayos del sol y así cualquiera pensaría que se trataba de un ovni», contaron las fuentes de la periodista Annie Jacobsen para su libro sobre el Ãrea 51.
En 1989, el Ãrea 51 quedó vinculada para siempre a los alienígenas, cuando un hombre que sostenía haber trabajado en el Ãrea 51, Robert Lazar, dio una entrevista anónima a un medio de Las Vegas. Lazar alegaba que el Ãrea 51 albergaba y estudiaba naves alienígenas y que su trabajo consistía en recrear la tecnología para su uso militar. Sin embargo, enseguida desacreditaron las credenciales de Lazar: según los archivos universitarios, Lazar nunca asistió al Instituto Tecnológico de Massachusetts ni al Instituto Tecnológico de California, como él afirmaba.
Sin embargo, por aquel entonces, los ingenieros del Ãrea 51 estudiaban y recreaban aeronaves avanzadas, pero eran naves de otros países, no del espacio exterior. Sin embargo, la idea de que el Ãrea 51 alberga naves extraterrestres perdura hoy en día.
¿Está la verdad ahí fuera?
El gobierno reconoció formalmente la existencia del Ãrea 51 por primera vez en 2013, cuando la CIA desclasificó los documentos sobre el desarrollo de los U-2 y los A-12. Antes, los lugareños sabían que pasaba algo raro en el desierto, pero los detalles eran escasos y difíciles de verificar.
El único McDonalds con forma de nave espacial del mundo atrae a los entusiastas de los ovnis de Roswell, Nuevo México. FOTO POR JENNIFER EMERLING
El Ãrea 51 sigue siendo una base activa que desarrolla tecnología militar de última generación. Los historiadores saben qué tipos de aeronaves se desarrollaban hasta los años 70, pero lo que vino después es máximo secreto. Pasarán como mínimo unas cuantas décadas hasta que la labor actual se desclasifique y se revele al público.
El lugar sigue siendo un pilar de la mitología alienígena de Estados Unidos. Una entrevista reciente a Lazar en un popular podcast inspiró el evento del «asalto al Ãrea 51», que desde entonces se ha convertido en un festival que celebra todo lo alienígena. Aun sin el evento, el Ãrea 51 atrae a creyentes y escépticos que frecuentan la pequeña pero próspera ristra de museos, restaurantes, moteles, desfiles y festivales de temática extraterrestre.
La cara de un alien tejida en la alambrada de un centro comercial en Roswell, Nuevo México. FOTO POR JENNIFER EMERLING
La fotógrafa Jennifer Emerling ha fotografiado la cultura de los ovnis en el oeste de Estados Unidos. Puedes ver más fotos del proyecto en su página web Welcome, Earthlings y su Instagram.