Las experiencias de contacto de René Erik Olsen
19 de diciembre de 2022
Publicado por Håkan Blomqvist
¿Cómo reaccionaría usted, como investigador ovni experimentado, si un amigo de confianza y colega de investigación le anunciara de repente que, durante varios años, ha estado en contacto físico con un grupo de visitantes extraterrestres? ¿Y además afirma haber sido invitado, junto con otras personas, a un largo viaje espacial a su planeta natal en otro sistema solar?
Ese fue el dilema al que me enfrenté hace unos meses cuando leí Other Civilizations. Journey To Another Star System, del fotógrafo y artista danés René Erik Olsen. Debo admitir que al principio se me pasaron por la cabeza pensamientos como éstos: ¿Es una broma? ¿Está intentando poner a prueba la credulidad de la comunidad de investigadores de ovnis? Me ha llevado mucho tiempo reflexionar sobre cómo escribir una reseña de un libro tan controvertido como fascinante.
René Erik Olsen ha publicado tres libros ovni muy interesantes basados en su investigación y experiencias de primer contacto en Copenhague 1990-1992, que he revisado en artículos anteriores del blog. Hemos estado en correspondencia desde 2017 y no he encontrado ninguna razón para dudar de su sinceridad o calidad de la investigación. Como fotógrafo profesional, René ha investigado a fondo las fotos tomadas por el contactado Eduard (Billy) Meier, y ha descubierto que son falsas. Lo que es aún más interesante es el meticuloso estudio de René de las fotografías de George Adamski de 1952, que él considera auténticas.
El 15 de agosto de 2021 recibí un correo electrónico de René con el siguiente mensaje: “Este correo electrónico para informarle de que no podré responder a los correos electrónicos a partir del 13 de septiembre de 2021 durante un período de seis meses (finales de marzo de 2022). Pueden seguir enviando correos electrónicos, pero no responderé… Se preguntarán por qué no podré responder a los correos electrónicos: la razón es que tengo la oportunidad de hacer algunos viajes de larga distancia. Simplemente no me será posible ‘estar en la red’”.
En ese momento pensé que René simplemente se iba de gira mundial investigando casos de contacto ovni y no quería distraerse con demasiada comunicación en las redes sociales. No fue hasta el 10 de marzo de 2022 cuando volví a recibir un correo electrónico de René: “Estoy de vuelta (regresé el 7 de marzo a las 23.30 horas) – ha sido un viaje increíble y una experiencia que me ha cambiado la vida… La escritura del libro ya ha comenzado”.
René Erik Olsen
El 2 de octubre de 2022 leí una entrevista muy fascinante con el ufólogo Michel Zirger en New Dawn vol. 16, no 5, UFO Disclosure A Copernican Revolution. Zirger revela sus contactos con un hombre que junto con “unas 500 personas viajaron y permanecieron en un planeta fuera de nuestro sistema solar… a algo más de 400 años luz de la Tierra”. Mencioné este artículo en un correo electrónico a René y el 9 de octubre de 2022 escribió: “Ahora viene un anuncio de mi parte. Soy la fuente de la entrevista a Michel Zirger. Como habrán notado en mi sitio web, en diciembre publicaré un último libro (no escribiré más libros sobre ‘Los Visitantes’). Será, entre otras cosas, un relato de mi viaje (en forma de diario) y, por lo demás, sobre ‘Los Visitantes’”.
El diario de 310 páginas de René Olsen, Other Civilizations. Journey To Another Star System, es sin duda un libro de contactados diferente de todo lo publicado en el género. El diario de 169 días está profusamente ilustrado con hermosos dibujos de René y también con algunas de las fotos que le dieron los Visitantes. Una de ellas en la portada del libro. También hay un índice de cinco páginas muy útil. Uno de los Visitantes resume el motivo de los contactos y trabajos de los pueblos del espacio en nuestro planeta: “El Programa de Interacción Clandestina Asociada se inició cuando finalmente decidimos hacer un esfuerzo planetario para explorar y colonizar el espacio. Sería inevitable que durante estas misiones encontrásemos civilizaciones menos desarrolladas intelectual y tecnológicamente. Como también explorábamos, teníamos que aterrizar en planetas de sistemas habitados. Así que como nuestra naturaleza siempre ha sido ayudar en lo que podemos sin importar las circunstancias, tuvimos que establecer un ‘programa de ayuda’ para poder contactar con individuos para ‘guiar’ a las culturas de forma clandestina sin que la cultura estuviera más cerca o a nuestro nivel tecnológico y sobre todo intelectual. Este programa todavía se está perfeccionando y se utiliza en muchos planetas de nuestra galaxia”. (p. 226)
Cuatro meses antes de partir, René fue contactado por uno de los Visitantes y le preguntó si aceptaría un viaje en el espacio con estas condiciones previas
1. Ser capaz de viajar de cinco a seis meses.
2. No tener problemas de salud graves (se le realizarán escáneres antes del viaje).
3. No llevar cámara, teléfono ni dispositivo de grabación a bordo.
René aceptó las condiciones y cerca de la medianoche del 12 de septiembre llegó a casa de René el Visitante que le había preguntado por el viaje. Fueron en coche hasta un punto situado justo al sur de una gran ciudad de Dinamarca, donde René debía embarcar en un pequeño transbordador:
“Allí, después de caminar un poco, llegamos a una abertura en el bosque donde nos esperaba una nave. Me hicieron un escáner antes de que pudiera entrar… Entonces me dijeron que entrara rápidamente en la nave y, al entrar, me volví para ver a mi contacto caminando de vuelta por el sendero por el que habíamos venido. La puerta se cerró sin hacer ruido detrás de mí y sentí una ligera vibración bajo mis pies al entrar en la nave. Un hombre estaba justo dentro de la abertura y me indicó que entrara en la cabina central. Cuando entré, me esperaba una mujer. El piloto ya estaba en el panel de control esperando la señal de autorización. Los tres vestían uniformes de color azul oscuro. La mujer me dijo que tomara asiento porque estábamos listos para despegar”. (pp. 29-30)
Nave visitante, pintura de René Olsen
En el transbordador, René conoció a otros dos ciudadanos daneses que también eran contactados: “Durante el viaje había preguntado quiénes eran los otros dos daneses y sus circunstancias para hacer el viaje. Ambos tenían historias diferentes que contar; al igual que todas las personas a bordo”. (p. 30) A primera hora había que recoger a otras diez personas de distintos países de Europa. El grupo fue conducido a una gran nave espacial cilíndrica (crucero) y allí escoltado hasta la zona de recepción para registrarse. En total, 500 personas de 100 países diferentes fueron invitadas a este viaje. René conoció a belgas, tailandeses, peruanos, chinos, indios, mexicanos, etc. A cada uno se le dice que se ponga una bolita esférica en una oreja, un traductor que permite oír y entender cualquier idioma.
Durante una gran recepción para todos los viajeros se explica el motivo de este viaje: “La mujer explicó que todos los aproximadamente quinientos terrícolas a bordo de este crucero se sentirían lo suficientemente inspirados como para incorporar la experiencia a su vida al volver a la Tierra. Tal vez no deberíamos contar la experiencia a nadie -porque nadie nos creería de todos modos-, sino que deberíamos intentar incorporar la experiencia a nuestras vidas creativas y, de ese modo, ‘comunicar’ al mundo las posibilidades de la Tierra, sin que cada individuo tuviera que dar un paso al frente y contar su experiencia. Teníamos que elegir nuestro propio camino”. (p. 34).
El viaje hasta el planeta natal de los Visitantes, a más de 400 años luz de la Tierra, duró sólo unos días, gracias a su avanzada utilización de la propulsión gravitatoria y el electromagnetismo. Todos los viajeros tienen su propio “compañero Visitante” para guiarles y ayudarles durante el viaje y la estancia en el planeta. Debido a los diferentes intereses y edades (35-70 años) de los viajeros, éstos pueden elegir diferentes programas de estudio y lugares que ver cuando están en el planeta Visitante. René se instala en el planeta y se informa sobre los robots y androides avanzados que utilizan los Visitantes. Todos los hogares tenían al menos un robot.
La compañera Visitante de René, pintura de René Olsen
Su estancia en el planeta de los Visitantes no difiere mucho de unas vacaciones normales en otro país. La gente se parece a los ciudadanos normales de la Tierra, pero son muy amables y dominan el uso de la telepatía. Su esperanza de vida media es de aproximadamente doscientos cuarenta años. La arquitectura es algo futurista y la tecnología utilizada muy avanzada. René aprende a utilizar una especie de coche volador, visita tiendas, restaurantes, archivos, etc. y socializa con sus habitantes.
“Me sorprendió bastante ver algo muy parecido a un centro comercial en la Tierra. Había muchas tiendas especializadas. No había mucha diferencia, salvo que algunos de los dependientes de las tiendas eran androides de aspecto muy humano… Fui a la zona de escáneres y escaneé mi mercancía. Un androide humano estaba cerca y me preguntó si necesitaba ayuda. Le dije que sí y que gracias por preguntar. Cogió una bolsa y me la abrió. Entendió mi idioma, ya que yo hablaba en danés, y salió en el idioma del visitante. Funcionó. Fue una verdadera prueba”. (pp. 162-163)
La casa y el coche-mosca de René en el planeta de los Visitantes
Una gran parte del diario está dedicada a descripciones y discusiones sobre diversos dispositivos técnicos, ya que esto interesa especialmente a René, que pregunta por los métodos de propulsión, las máquinas de comida y todos los demás artilugios avanzados que utilizan los Visitantes. En este sentido, personalmente encontré el libro algo decepcionante, ya que mi interés y mis conocimientos sobre tecnología son mínimos. Otras Civilizaciones de vez en cuando me da la impresión de estar leyendo una novela de ciencia ficción. Esperaba encontrar respuestas a las clásicas preguntas existenciales: el enigma de la conciencia, la vida y la muerte, la reencarnación, el multiverso, el bien y el mal. Pero estas cuestiones sólo se abordan muy brevemente y no resultan muy satisfactorias. René describe un interesante efecto psicológico derivado del largo viaje. Unos 250 viajeros se vieron obligados a interrumpir el viaje y fueron transportados de vuelta a la Tierra antes debido a ataques de claustrofobia y otros problemas relacionados con el estrés, entre ellos los otros dos ciudadanos daneses.
Escritos de los visitantes
He aquí algunas citas sobre cuestiones existenciales:
“Una cierta conciencia impregna el Universo que será clara para cada civilización cuanto más avanzada sea”. (p. 80)
“Lo que mantiene unida la forma humana es el alma o el espíritu – lo mismo que ocurre con el universo mismo”. (p. 112)
“De los Antiguos aprendieron incluso que tal cosa como la conciencia superior es posible”. (p. 223)
“… su cultura es tanto espiritual como altamente tecnológica. Estas dos pueden combinarse fácilmente en una existencia superior y ha habido un desarrollo planetario en el que toda la gente ha alcanzado lo que posiblemente podría describirse como una naturaleza o existencia algo ‘ascendida’. Esto no significa que estas personas no sean físicas; de hecho son físicas, pero han adquirido un resplandor físico que en realidad es un campo electromagnético radiante que rodea a todo ser viviente”. (p. 263)
“Existe una fuerza creadora que impregna el Universo. Está incrustada en la creación del Universo. Es una conciencia invisible que puede percibirse en cada proceso de la fuerza creadora”. (p. 265)
El problema del mal en el planeta Tierra sólo recibe un breve comentario: “Le habían dicho que la Tierra había elegido el duro camino de los caminos destructivos, pero aún tenían esperanzas de un cambio de camino para la Tierra”. (p. 66) Esto es muy diferente de lo afirmado por George Adamski y otros contactados (incluyendo la Tradición Esotérica) de que la Tierra es un mundo prisión en cuarentena utilizado como una especie de Alcatraz cósmico por otras civilizaciones altamente desarrolladas en el espacio. Y que también nos visitan gentes del espacio no muy agradables.
Esperaba encontrar alguna información interesante sobre abducciones, gente malvada del espacio y qué o quién está realmente detrás de los incidentes denunciados en la comunidad ovni. Según René, no hay Visitantes malignos que vengan a la Tierra. Lo que se denuncia como experiencias negativas es obra de agentes de inteligencia. Pero esa no es la realidad documentada por los investigadores de ovnis, (incluido yo) en todo el mundo. Me gustaría saber quién estaba detrás de los brutales secuestros suecos de Gösta Häger en 1974 y Ante Jonsson en 1984. O qué grupo estaba detrás del contactado sueco Richard Höglund, que estaba profundamente asustado de sus Visitantes y le dijeron que eran totalmente insensibles a los humanos y completamente sin moral, lo que demostraron disparando a uno de sus amigos. Yo no me fiaría de un Visitante que me dijera que en el espacio sólo hay amor y luz.
Entonces, ¿cuál es mi conclusión final respecto a Other Civilizations y las experiencias de contacto de René Olsen? La verdad es que no tengo una conclusión final. No he encontrado pruebas que indiquen fraude o engaño. Por otro lado, no hay pruebas empíricas que apoyen las afirmaciones de Renes. Las fotos del planeta natal de los Visitantes fueron entregadas a Rene por uno de sus contactos. Lo interesante es que después del viaje René se ha encontrado con otros dos ciudadanos europeos del viaje y han comparado notas. Lo que podemos esperar es que algunos de los otros viajeros también decidan contar públicamente sus experiencias. Una afirmación un tanto frustrante de René es que, tras unos cien años de trabajo en nuestro planeta, los Visitantes ya han abandonado la Tierra y no volverán jamás. Otros grupos continúan con una actividad y ayuda clandestina similar.
Si lo que René Olsen narra es la verdad, es ciertamente un hombre valiente y debo confesar que es encantador leer una historia de contacto con Visitantes altamente desarrollados y benévolos aquí para ayudar e inspirar. Este planeta de dolor y tristeza seguro que necesita ayuda, de dondequiera que podamos obtenerla.
https://ufoarchives.blogspot.com/2022/12/the-contact-experiences-of-rene-erik.html