Rodolfo Domínguez y las promesas de Peña Nieto

ESCRUTINIO

Rodolfo Domínguez y las promesas de Peña Nieto[1]

Juan José Morales

Rodolfo Domínguez Gómez es un joven indígena chiapaneco que llevaba una tranquila y oscura existencia con su familia dedicado a cultivar la tierra en el municipio de Chalchihuitán, el más pobre de Chiapas según las estadísticas de la Sedesol. Ahí, sumido en la pobreza y el anonimato, seguramente habría seguido el resto de su vida de no ser por una circunstancia fortuita: fue escogido por el director de cine Diego Quemada Díez para el elenco de la película La jaula de oro, galardonada el año pasado en México con nueve premios Ariel y con el premio al mejor reparto en el Festival de Cannes 2013, que versa sobre el drama de los migrantes centroamericanos que intentan llegar a Estados Unidos a través de México.

Pero ahora no hablaremos de la película, sino del encuentro de Domínguez con Peña Nieto, tal como se describe en la revista de una compañía aérea.

clip_image002Una reunión en la residencia presidencial, un apretón de manos de Peña Nieto, una incumplida promesa «”»Te voy a mandar algo»»”, una fotografía ampliamente utilizada para la propaganda gubernamental, y el joven indígena trocado en actor volvió a la realidad: la miseria de su pueblo, Chalchihuitán, el municipio con mayor índice de marginación y pobreza en todo Chiapas.

El joven «”dice la revista»”, tuvo la esperanza de que, gracias a la notoriedad que había adquirido como actor no profesional y el buen éxito de la cinta, podría ser escuchado por las autoridades y lograr que se ayudara a su pueblo a salir de la miseria, así que cuando «”junto con Quemada Díez y otros miembros del elenco»” se reunió en Los Pinos con Peña Nieto, aprovechó la oportunidad para plantearle el asunto. «Le dije al presidente «”relata»” que quiero que me apoye un poco con mi familia. Somos pobres, somos indígenas, no encontramos nada de buen trabajo».

«Sí te voy a ayudar», respondió Peña Nieto. «Dime como cuánto quieres».

Quizá desconcertado porque esperaba otra respuesta, el joven tzotzil sólo atinó a responder: «No sé. ¿Cuánto va a sacar? ¿Cuánto me va a regalar?»

Y, en un alarde de generosidad, Peña Nieto replicó: «Te voy a mandar algo».

Pero, dice Domínguez, «hasta ahora no me ha mandado nada».

En las pocas líneas anteriores se resumen muy bien la mentalidad de Peña Nieto, su actitud ante los problemas del país y lo que puede esperarse de las promesas hechas durante su campaña electoral y desde que ocupó la presidencia.

Domínguez pidió apoyo para que él, su familia y sus vecinos tengan trabajo. Peña Nieto le respondió ofreciéndole unos cuantos pesos. ¿Cuánto quieres? Con esa respuesta reveló su mentalidad: a la gente sólo hay que darle limosnas. Y es natural que así piense. Después de todo, pudo llegar a la presidencia lucrando con la miseria y las necesidades de la gente, a través de las famosas tarjetas Monex con las cuales el PRI y el PVEM compraron los votos de millones de mexicanos a cambio de la promesa de alimentos para unos días. Promesa que, además, ni siquiera se cumplió, pues como es bien sabido, cuando se quiso hacer efectivas las tarjetas en las tiendas, no fueron aceptadas.

Lo mismo ocurrió ahora al joven indígena chiapaneco. «Te voy a mandar algo», le prometió, y esta es la hora en que no recibe nada.

De modo, pues, que ya sabemos los mexicanos a qué atenernos respecto a todas esas promesas de que con la privatización del petróleo y la electricidad bajarán los precios del gas y la energía eléctrica, se multiplicarán los empleos, habrá desarrollo económico y el país entrará en una nueva era de prosperidad.

Mientras tanto, Rodolfo, el joven tzotzil que casi no hablaba español, y vivía de cultivar maíz, frijol y calabaza pero resultó ser un actor nato, está de regreso en su natal Chalchihuitán, que sigue siendo el municipio más pobre de Chiapas. Pero, eso sí, la foto de Peña Nieto estrechándole la mano en la residencia presidencial fue ampliamente difundida por los servicios de prensa del gobierno. Después de todo, los indígenas son muy útiles como decoración en los actos oficiales o como elemento de propaganda gubernamental.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Martes 8 de julio de 2014

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