Los niños salvajes (3)

SEMIRAMIS LA LIBERTINA

Estos «reyes por cinco días», al igual que los generales sublevados, fueron enterrados bajo montículos de ladrillos. Los críticos de Semíramis dicen que eran las tumbas de sus amantes. Se dice que tuvo una larga cadena de relaciones de una noche con los soldados más hermosos. Y para que estos soldados no presumieran de su relación, ella hizo matar a cada amante después de una noche de pasión. Boccaccio nos cuenta:

Esta vellaca mujer ensuzió con una sola suziedad y flaqueza, ca en[c]endida entre otras de una continua comezón de luxuria, la desaventurada, según se cree, se dio a muchos, y entre sus enamorados se cuenta su mismo fijo, mancebo de muy fermosa disposición. El qual, después de haverse echado con su madre y havido parte con ella por lugar no devido, cosa por cierto más abominable y bestial que humana, mientra ella sudava peleando contra los enemigos en el campo estava él con la pierna tendida, ocioso en el thálamo y strado. ¡O caso y fecho scelerado! ¡Cómo buela esta pestilencia de la fama sin distinción alguna de tiempos, assí quando los reyes tienen cuydados como quando están en peleas sangrientas y ahun, lo que pareçe más ser cosa monstruosa, estando entre lágrima y destierro! ¡Y cómo poco a poco occupa la razón descuydada, y trayéndola a perdición ensuzia y afea toda la honra con manzilla deshonesta y disforme! De la qual, amanzillada Semíramis, pensando de quitar con astucia lo que havía con su dissolución ensuziado, dizen que fizo aquella insigne ley en donde permitía a sus súbditos que acerca las cosas de la carne y appetitos de luxuria fiziessen lo que les pluguiesse. Y temiendo que alguna de sus damas no le quitasse quiçá el allegamiento de su fijo (según algunos dizen), fue la primera que falló el uso de los paños de honor, y fízolos poner a todas sus camareras y encerrólas en una sala. Lo qual (según dizen) observan ahún hoy los egypcios y affros.

Empero otros scriven que como se hoviesse enamorado de su fijo, y siendo ya de edad provecta se hoviesse echado con él después de haver reynado treynta y dos años, la mató. De los quales discuerdan otros, affirmando que ella mezcló crueza con la luxuria, y dizen haver ella acostumbrado que a l[o]s que llamava para cumplir sus carnales apetitos y el fuego de su dissolución y desseos desordenados, por encubrir su maldad, luego después de haver passado sus deleytes con ellos, mandava matarlos. Empero hoviéndose algunas vezes empreñado, descubrió con el parto sus dissoluciones. Para lo qual excusar, dizen, publicó aquella excellente ley de que poco ante fize mención. Y ahunque paresce que encubrió un poco la dissolución del fijo, no pudo empero quitarle la saña, el qual o porque viesse otros haver hovido parte con su madre como él, o porque hoviesse vergüença de la dissolución de su madre, o se espantasse que de tal ayuntamiento nasciessen fijos para succeder en el imperio, movido de yra mató a la vellaca reyna.

No la pintan ni por tan deshonesta ni por tan embuelta en vicios tan crudos y feos como el Bocacio algunos famosos y más ciertos auctores, antes los más dellos dizen que todos sus amores y deshonestos crímines que con el fijo acometió nascieron de un honesto y constante amor que a su marido, el rey Nino, tovo. Ca porque de la tan casta memoria del tan amado marido sus desseos y amores apartar no podía y el fijo parescía al padre más que hombre podiesse a otro pareçer, tomóle cobdicia como a un traslado tan vivo del finado marido suyo [para] tenerle presente y mucho cabe sí; y de la mucha continuación de le abraçar y besar y contemplar las faciones y gesto de aquél por la delectable memoria que del marido le rezentava, hovo de caher en desseo de mezclarse con él, y a la postre casarse, que fue lo peor. Y assí, del honesto amor del marido en el tan deshonesto del fijo cayda, por cubrir siquier la tanta fealdad de su crimen, osó estableçer aquella ley espantosa en que se dava licencia de casar las fijas con los padres, y lo que es más contra ley: los fijos con las madres, cuya perversa y nefanda costumbre fasta la sancta venida del eterno príncipe, Christo Nuestro Señor, remediar no se pudo, como fasta el mismo pagano Bardesanes, el de Soria, el Eusebio escrive que lo atestigua.

Otra leyenda armenia cuanta la tradición de Semíramis y el rey Ara el hermoso. El poeta Nairi Zarian cuenta la historia en su Ara the Beautiful and Shamiram, considerada una obra maestra del drama literario armenio.

Según la leyenda, Semíramis había oído hablar del famoso y guapo rey armenio Ara, y, al conocerlo, se le despertó el deseo y le pidió que se casara con ella, pero él la rechazó; al oír esto, ella reunió sus ejércitos de Asiria y marchó contra Armenia. La batalla se supone que ocurrió en el valle de Ararat, durante la cual Ara fue asesinado. Para evitar que la guerra con los armenios se extendiera más, Semíramis volvió a utilizar un truco que ya le había dado resultado. Como sacerdotisa, tomó el cuerpo de Ara y realizó una ceremonia para revivirlo. Al mismo tiempo ordenó que uno de sus soldados se disfrazara con las ropas el rey y dispersó el rumor de que los dioses habían revivido a Ara. Consecuentemente, la guerra terminó.

SEMIRAMIS Y LA TORRE DE BABEL

Cualquiera que fuese la verdad, que los túmulos fueran de sus amantes o de los «reyes por cinco días», el hecho es que Semíramis fue una gran constructora. Se le atribuye la fundación de numerosas ciudades, el trazado de caminos a través de las montañas y la construcción de maravillosos edificios. Según esto, sería la promotora de los jardines colgantes de Babilonia originales que Nabucodonozor restauró y amplió para convertirlos en una de las siete maravillas de la antigüedad. Estrabón menciona que varios monumentos en Asia occidental fueron construidos por Semíramis. Heródoto le atribuye los bancos que confinaron el Eufrates:

«Semiramis sostuvo en el trono por cinco generaciones antes de la última princesa (Nitocris)»¦ Ella levantó ciertos terraplenes, bien dignos de inspección, en los llanos cercanos a Babilonia, para controlar el río (Eufrates), el cual, hasta entonces, se desbordaba e inundaba el país entero».

Luciano, que asocia la famosa reina a los «trabajos poderosos en Asia», indica que algunos le atribuían la construcción del antiguo templo de Afrodita en el Líbano, aunque otros lo acreditaron a Cinyras, o Deukalion. Varios lugares de Medio Oriente llevan su nombre, y según la antigua tradición armenia ella fue la fundadora de Van, que antes fue llamada Shamiramagerd. De hecho, muchos de los grandes trabajos en el valle del Tigris-Eufrates, sin exceptuar la famosa inscripción de Darío, fueron acreditados a la legendaria reina de Babilonia y de Asiria.

Daniel 11:38 menciona un dios llamado Ala Mahozine (Mahozim, o Mauzzim), es decir, el «dios de las fortificaciones». Stockius, en su Lexicon, nos da la definición de Mahoz en singular, rober, arx, locus munitus, y en prueba de la definición, los ejemplos siguientes:

Jueces 6:26, «y construye un altar al señor dios sobre la cima de esta roca» (Mahoz, en el margen «lugar fuerte»); y Daniel 11:19, «entonces él da vuelta a su cara a la fortaleza (Mahoz) de su propia tierra.»

Los comentaristas no pueden determinar quien es este «dios de las fortificaciones». Pero en lo que todo el mundo esta de acuerdo es que la «diosa de las fortificaciones», es Cibeles, que se representa universalmente con un muro o corona con torres, o con una fortaleza, en su cabeza. «¿Por qué Rhea o Cybele fue representada así?» Ovidio en su Fasti hace la pregunta y se contesta a sí mismo:

«La razón por la que la estatua de Cibeles tenía una corona de torres, se debe a que ella fue la primera en erigirlas en las ciudades».

Ovidio mismo nos dice que fue Semíramis, la primera reina que había «rodeado Babilonia con una pared de ladrillos». Luego entonces Semíramis debía ser una representación de Cibeles.

Diana de Efeso también es identificada por un antiguo escolástico con Semíramis. Layard, en su Nineveh and its Remains, cita el Periergesis de Dionisio en donde el historador compara a Semíramis con la diosa Artemisa o Despoina. Diana de Efeso era la madre de los dioses, y, como madre de los dioses usaba una corona con torres muy parecidas a la imagen que tenemos de la torre de Babel. Por otra parte, Artemisa era Diana, y el título de Despoina la identifica con Diana de Efeso a su vez relacionada con Semiramis; Despoina es el Griego para Domina, «La señora», el título peculiar de Rhea o Cibeles, la diosa de la torre, en la antigua Roma.

Todas estas son diosas constructoras y, por lo tanto, podemos asumir que la «diosa de las fortificaciones», era la propia Semíramis.

Las murallas de Babilonia fueron iniciadas por Belus, según Abydenus le contó al antiguo historiador, Megasthenes. Este Belus podría ser el bíblico Bel, que comenzó la ciudad y la torre de Babel (Babilonia). Los trabajos fueron continuados por el hijo de Belus, Ninus, que heredó el título de su padre, y que fue el primer rey real del imperio babilónico. Pero fue Semíramis quien los concluyó para defenderse de la revuelta de sus generales. Escribe Boccaccio:

Allende desto, restauró a Babilonia, obra muy antiga de Nembrot y cibdad en aquel tiempo muy grande, en el territorio de Senaar, y fízole adarbes de ladrillo cocho (mezclando arena, pez y betumen) de maravillosa altura y anchura y gordeza, siendo el cerco de la cibdad muy luengo.

Layard indica que Rhea o Cibeles, la diosa de la «corona de torres», era justo la contraparte femenina de la «deidad que presidía baluartes o fortalezas» y que esta deidad era Ninus, o Nimrod.

En cuanto al arte de la guerra, se le acreditan la conquista de estados vecinos, ampliando los territorios que le había dejado Nimrod, gracias a un buen número de conquistas que incluían Etiopía (Egipto). Semirámis llegó hasta la india en donde fue derrotada en el Punjab.

Cuando ella regresó de esa batalla, la leyenda dice que su hijo Tammuz le pidió el trono, pero ella se negó a abdicar. Tammuz tenía un grupo personal de guardias que nunca lo dejaban, que se formó de un cuerpo de élite de la tropa leal y responsable ante él solamente. Apoyado por estos soldados, mató a su madre con su propia espada y asesinó a todos los sacerdotes que no le dieron su voto de lealtad. Ella tenía 52 años y había gobernado por casi 32 años.

La forma más arcaica de la leyenda dice que se convirtió en una paloma y voló al cielo. Después de su muerte se le dio culto como «Nuestra Señora de los árboles y las palomas» en Chipre, cuya capilla en el viejo Paphos fue fundada, dice Herodoto, por los colonos Fenicios de Askalon.

HISTORICIDAD

Se han hecho varios esfuerzos de identificarla con personas verdaderas. Semíramis es claramente una figura legendaria, pero a veces se le identifica con la reina histórica Shammu-ramat, la esposa babilónica de Shamshi-Adad V (reinó de 823 a 811 a.C.). A la muerte de su marido, ella fue regente por varios años (de 811 a 808 a.C.), para su hijo, Adad-nirari III.

Shamshi-Adad V redujo Babilonia al estado de una provincia Asiria, y firmó un tratado de paz con su rey Bau-akh-iddina. Este tratado fue confirmado por una alianza matrimonial. Sammu-rammat era una princesa real de Babilonia y su unión fue arreglada con propósito de legitimar la sucesión de los señores asirios al trono babilónico.

Bau-akh-iddina fue traicionado y llevado preso con sus tesoros al palacio de Asiria. Desconozco si Shammu-ramat tuvo algo que ver en la posterior muerte de Shamshi-Adad V. Lo que sí se sabe es que durante su reinado la corte Asiria irradió la cultura y tradiciones babilónicas. El rey Adad-nirari III declaró ser descendiente del primer Shalmaneser, y de Bel-kap-kapu, un antiguo, pero para nosotros desconocido, monarca babilónico que Sulili, es decir Sumu-la-ilu, el tatara abuelo de Hammurabi. Aparentemente Adad-nirari deseaba ser mirado como el heredero legítimo a los tronos de Asiria y Babilonia. Su demanda sobre el último país debe haber tenido una base substancial: era hijo de la princesa Sammu-rammat.

Sammu-rammat introdujo varias innovaciones, o se le acreditaron, durante los reinados de Adad-nirari y de su padre. Asiria fue permeada por la cultura babilónica. La prominencia dada a Nebo, el dios de Borsippa, durante el reinado de Adad-nirari es altamente significativa. Él aparece como un dios de cultura y sabiduría, el patrón de escribanos y artistas, y consejero sabio de las deidades. Simbolizó la vida intelectual del reino meridional, que se asociaba más a la ética religiosa de los babilonios que al amor por la guerra de los asirios.

El resto de la historia verdadera esta perdida, y todo lo demás son cuentos, la mayoría ciertamente exagerados, de los historiadores griegos.

La leyenda de Semíramis atrajo no sólo la atención de los historiadores griegos, sino de novelistas, historiadores y otros a través de los siglos. Las grandes reinas guerreras han sido llamadas las Semíramis de sus épocas. En la Divina comedia Dante ve a Semíramis entre las almas de los lujuriosos en el segundo círculo del infierno, llamándola «emperatriz de mucha gente».

Semíramis aparece en varias novelas, obras de teatro y óperas, la más notable es la tragedia Semíramis de Voltaire, la ópera Semíramide de Domenico Cimarosa y la ópera Semíramide de Gioacchino Rossini, estrenada en 1823. Su personaje también ha aparecido en varias películas. Hay también un grupo de rock progresivo italiano llamado Semiramis que lanzó un LP en 1973. En 1897, fue abierto el hotel Semiramis en Egipto, construido en los bancos del Nilo. Sigue siendo un destino de lujo hoy, cerca del museo de Egyptología en El Cairo.

LA HIPÓTESIS DE LA DIOSA DE HISLOP

El ministro protestante Alexander Hislop elevó a Semíramis a un personaje cósmico; en su libro The Two Babylons (1853), Hislop procura demostrar que Semíramis y Nimrod, son idénticos a Isis y Osiris, o Astarte y Tammuz. Semiramis se transforma en la Virgen Maria según la versión de Hislop; la mayor parte de las figuras míticas del mundo son reinterpretadas a partir del cuento de Semíramis y de Nimrod. Esta mitografía se supone demuestra que el catolicismo romano es de hecho paganismo. Actualmente algunos cristianos fundamentalistas aceptan la investigación de Hislop. John Hagee también predicó un sermón en mayo de 2006 sobre «Cristianismo falsificado: Simbolismo sobre sustancia» en cuál parece aceptar este relato.

Otros investigadores la relacionan con las diosas Juno, Frigga Inanna, Vanus, e Isis. Mencionan que se han encontrado muchas figurillas representándola desnuda con los brazos cruzados sobre su pecho o sosteniendo a un niño. Esto coincide con las representaciones de Juno, que también se ve en las monedas del Vaticano. En otras representaciones se le ve con su cabeza rodeada de rayos y una antorcha en la mano. Es la representación de Isis y de la misma Estatua de la Libertad. Para entrar en América se debe pasar bajo sus pies. Los europeos todavía la honran con el nombre de Frigga, justo el Frigga»™s Day y de aquí Fri-day, viernes.

NABUCODONOSOR

Aunque no fue exactamente un niño salvaje, durante su reinado el rey babilónico Nabucodonosor sufrió un ataque de locura (en lo que muchos han visto un ataque de licantropía). No hay registros de este hecho en los anales babilónicos. La anécdota se registra en el Libro de Daniel (capítulo IV versículos 4 a 37). La siguiente es la parte esencial para el asunto que nos ocupa:

4:29 Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de Babilonia,

4:30 habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?

4:31 Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti;

4:32 y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere.

4:33 En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves.

4:34 Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades.

4:35 Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?

4:36 En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida.

Algunos estudiosos creen que la descripción hecha por Daniel es una mezcla de tradiciones sobre Nabucodonosor y Nabónido (Nabuna’id), el último rey de Babilonia. Por ejemplo, Nabónido fue el verdadero padre de Belsasar, y según esto los siete años de locura podrían estar relacionados con la estadía de Nabónido en Tayma en el desierto. Evidencia de esto está en fragmentos de los manuscritos del Mar Muerto donde se describe a Nabónido (N-b-n-y) siendo azotado por Dios con una fiebre de siete años en su reino mientras su hijo regía en Babilonia.

Sin embargo el Libro de Daniel fue escrito mucho tiempo después que los eventos descritos, durante el Siglo II a. C., por esta razón se duda de la veracidad de las descripciones. Nabucodonosor murió en Babilonia entre el segundo y sexto mes del cuadragésimo tercer año de su reinado.

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2 pensamientos en “Los niños salvajes (3)”

  1. muy interesante
    Con más tiempo volveré a leerlo., a pesar de la dificultad para encontrar como enviar este mensaje
    gracias.

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