¡Grandes bolas de fuego!

¡Grandes bolas de fuego!

27 de Marzo de 2008

The Economist

Recreando las bolas de fuego flotantes vistas a veces durante las tormentas eléctricas

En un día de verano tormentoso a mediados del siglo 18 un físico llamado Georg Richmann tuvo un desafortunado encuentro con una rara fuerza de la naturaleza. Él tenía una varilla en su casa de San Petersburgo para estudiar los rayos, pero obtuvo más de lo que hubiera querido cuando una bola de fuego azul pálido surgió de la varilla y lo golpeó en la cabeza. Pero no sólo lo mató la bola de fuego, sino que también volaron sus zapatos, golpeó a su asistente y sacó de sus bisagras una puerta cercana.

La bola de fuego es lo que ahora se conoce como una centella, un fenómeno tan sorprendente como espectacular. Miles de personas afirman haber visto centellas, bolas de luz aproximadamente esféricas, por lo general producidas en tiempo de una tormenta eléctrica-, pero los detalles de estas observaciones varían enormemente. El tamaño de las bolas de fuego va desde pelotas de tenis a baloncestos. Pueden ser de color rojo, azul, amarillo, blanco o incluso verde. Pueden reptar por el suelo o caer del cielo.

Pueden pasar a través de las ventanas y salir de las chimeneas. Incluso han sido vistas a viajando a lo largo de los pasillos de aviones en pleno vuelo. Filósofos y científicos, desde Lucius Séneca a Niels Bohr, han estudiado el fenómeno, y aunque pocos se han enfrentado con la suerte del pobre Richmann, ninguno ha sido capaz de producir una teoría que pueda tener en cuenta la gama completa de características observadas en las centellas.

El resto del artículo está en

http://www.economist.com/science/displaystory.cfm?story_id=10918140&CFID=386383&CFTOKEN=29303400

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