Cuevas y rituales mayas de ayer y de hoy

ESCRUTINIO

Cuevas y rituales mayas de ayer y de hoy[1]

Juan José Morales

Si alguna duda aún hubiera de la persistencia de las creencias y prácticas religiosas de los antiguos mayas, basta consultar la investigación realizada por Carlos Augusto Evia Cervantes, del Grupo Espeleológico Ajau y la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán acerca de los rituales que se practican en las cuevas de las comunidades campesinas del estado, la cual encontré casualmente al buscar información sobre otros temas.

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Los rituales que actualmente se practican en las cuevas y grutas de la península tienen sus antecedentes en los ritos mayas prehispánicos. En la foto, ofrendas depositadas en la gruta de Balankanché, cercana a Chichén Itzá, a la cual seguían acudiendo los lugareños aún después de que los conquistadores españoles les prohibieron practicar sus ceremonias, por considerarlas paganas y demoníacas.

Dichas ceremonias «”señala el investigador»” conservan muchos de los aspectos estructurales que tuvieron en el pasado, están vinculadas a los viejos conceptos religiosos y éstos a su vez, a una cosmovisión que incluía a las cavidades subterráneas como proveedoras de agua y materiales pétreos o como áreas de cacería de especies menores.

En Kimbilá, cerca de Izamal, por ejemplo, el agua usada para preparar las bebidas y viandas que se consumen en la tradicional ceremonia del Chachaak «”cuyo propósito es pedir lluvia a las deidades de los cuatro puntos cardinales»” se obtiene en ciertas grutas, después de que el jmen o sacerdote maya celebra un ritual a fin de pedir permiso a los guardianes de la propia gruta.

En Tecoh, los campesinos celebran en la cueva Tsab Naj un ritual agrícola llamado Jedsluum o Jets»™ luum con el cual se pide a la tierra permiso para labrarla.

A su vez, artesanos de la población de Mama realizan anualmente en la cueva Xkanpeten un ritual vinculado a la obtención de barro y cierto tipo de piedra que utilizan como materias primas para un tipo especial de artesanía que se usa especialmente en los Días de Muertos. La ceremonia incluye una ofrenda a la mítica serpiente guardiana de la cueva, a fin de que los artesanos puedan entrar sin peligro a ella.

Los citados ritos y otros por el estilo son auténticos y forman parte de la cultura y las tradiciones de los habitantes de las poblaciones campesinas. Pero no podía faltar su explotación con fines políticos y comerciales. Durante su investigación, Evia Cervantes encontró un caso en que durante una campaña política se realizó en el cenote de Xkekén, cerca de Valladolid, una ceremonia de «purificación» de un candidato a gobernador a fin de alejar de él los malos vientos y espíritus malignos. Más de 200 lugareños fueron llevados al acto, durante el cual también «”señala el autor»” «el representante del Consejo de Ancianos, leyó el texto denominado «Acuerdos de Dzitnup» en el que se hace una petición de mejor trato hacia los indígenas.»

En cuanto a la explotación comercial de estas manifestaciones religiosas, en la investigación se mencionan dos ejemplos. Uno se refiere a cierta ceremonia celebrada en la gruta de Sabak Já, cerca de Tekax, a iniciativa de la alcaldesa de ese municipio y de un empresario turístico, y que fue filmada por enviados de la BBC de Londres. Todo ello «”se dijo abiertamente»” con el propósito de fomentar el turismo.

El otro caso es el de un recorrido turístico durante el cual, tras visitar antiguas haciendas henequeneras, se lleva a los paseantes a un cenote llamado Chiwoj Jool (el agujero de la tarántula), donde «un sacerdote maya realiza una ceremonia para pedir permiso a los dioses para que los turistas entren a los cenotes sagrados sin incidentes».

El aprovechamiento de los rituales con fines políticos y turísticos, dice Evia, «muestra una especie de montaje moderno (y) quizá corresponda a las nuevas formas económicas y políticas de un sistema social que se vale de todo para la obtención de sus objetivos. Pero creo conveniente preguntarse si no fue así en el pasado. Después de todo, la práctica de los rituales no sólo era ejercida para la conciliación entre los deseos materiales de los hombres y los favores de los dioses sino que también permitía una relativa armonía social que servía para que el funcionamiento de un sistema económico y su correspondiente poder político que incluía a los gobernantes y a la gente del pueblo.»

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Miércoles 20 de marzo de 2013.

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