Nuestra riqueza minera, en bandeja de plata

ESCRUTINIO

Nuestra riqueza minera, en bandeja de plata[1]

Juan José Morales

Como en la península de Yucatán no hay yacimientos de minerales «”porque aquí no ocurrieron los procesos de formación de montañas y vulcanismo que les dan origen»”, generalmente no prestamos atención al hecho de que México es un país minero por excelencia. Es el mayor productor mundial de plata y el noveno de oro, además de gran productor de zinc, cobre y otros metales valiosos. Pero durante los últimos 30 años, especialmente a partir del período de Carlos Salinas en la presidencia, los gobiernos del PRI y del PAN han estado entregando esa riqueza en bandeja de plata a grandes empresas extranjeras, sobre todo canadienses, que pagan una bicoca a cambio de las concesiones y ni siquiera crean fuentes de trabajo en nuestro país ni propician la industrialización.

Así lo señala María Teresa Sánchez Salazar, investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM, en su reciente estudio La industria minero-metalúrgica en México en el marco de las políticas neoliberales.

El problema principal, explica, es el sistema de concesiones. Las empresas pagan por hectárea concesionada, no por valor del volumen de mineral extraído. Durante los 50 años que dura la concesión «”renovable además por un período igual»” México no recibe un solo centavo por ese concepto. En otros países, en cambio, deben pagar regalías sobre su producción.

clip_image001Esto dejan las mineras transnacionales después de acabar con los yacimientos: tierras envenenadas, estériles, inútiles para la agricultura, la ganadería o cualquier actividad productiva. Y ello a cambio de nada, pues la concesión les cuesta una bicoca, no pagan regalías sobre su producción, cubren impuestos mínimos, se llevan la materia prima sin procesarla en México y sólo crean unos cuantos empleos.

La realidad, sin embargo, es que la creación de empleos resulta mínima, ya que los antiguos métodos de extracción subterránea a base de tiros y túneles ha sido sustituida por la explotación a cielo abierto. Con este método, señala la investigadora, «hoy sólo se requieren unos cuantos operadores de maquinaria pesada; así el número de empleos ha disminuido notoriamente y gran parte de éstos se generan a través de subcontrataciones, que muchas veces no ofrecen seguridad laboral y social, ni salarios dignos.»

Además, las mineras extranjeras se llevan el concentrado de mineral a otros países, donde es procesado y transformado en productos con mucho mayor valor agregado. Así, tampoco se estimula la creación de plantas industriales en nuestro país. Y cualquier ganancia que hubiera podido tener México por la exportación de esa materia prima, se pierde totalmente al importar productos elaborados con ella.

Y por si todo eso fuera poco, la minería a cielo abierto causa profundos y graves daños ambientales ya que «”dice el estudio»” con este sistema se «mueve un gran volumen de tierras, afectando el suelo y la vegetación original. Por este motivo, una vez concluida la vida útil del tajo, ya no hay posibilidad de que las comunidades desarrollen alguna actividad alternativa», puesto que el terreno es casi totalmente desnudo y estéril, cubierto con montones de escoria y otros desperdicios de la explotación y muchas veces fuertemente contaminado con sustancias tóxicas.

En tales condiciones, no es de extrañar que México se haya convertido en un verdadero paraíso para las grandes empresas mineras. El nuestro es ya «”añade la investigadora del Instituto de Geografía»” «el principal país receptor de inversión extranjera en Latinoamérica en el ámbito minero, y el cuarto a nivel mundial». Y a partir de 2006, cuando subió al poder Calderón, está ubicado en el quinto lugar mundial por las grandes ventajas y facilidades que ofrece a las mineras extranjeras.

Como resultado de ese entreguismo, a la fecha la minería mexicana se encuentra controlada en un 70% por casi 300 compañías extranjeras que operan en 26 estados de la República.

Esa es la triste realidad de una riqueza que prácticamente se le regala a los grandes consorcios transnacionales.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Miércoles 17 de abril de 2013

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