El platillo volante de Cedric Allingham: un engaño ovni pero de los buenos
6 de octubre de 2023
Neil Nixon
El libro de 1954 de Cedric Allingham “Flying Saucer from Mars” (Platillo volante de Marte), que afirmaba haber tenido un encuentro ovni, fue posteriormente expuesto como un engaño. Neil Nixon nos cuenta más
Peter Davies como Cedric Allingham y su libro “Platillo volante de Marte”.
¿Quién era Cedric Allingham?
Al parecer, Cedric Allingham nació el 27 de junio de 1922 en Bombay. La biografía de Allingham presenta una existencia muy británica y de clase media, con estudios en Inglaterra y Sudáfrica y una posterior carrera como escritor de novelas de suspense, cuya vida privada giraba en torno al disfrute de la astronomía, la observación de aves y las vacaciones en caravana.
En retrospectiva, es fácil ver la biografía espuria como un montaje para explicar cómo un hombre que se dio a conocer brevemente -aparentemente- con su propio nombre podría haber existido con éxito bajo seudónimos, sin contacto regular con compañeros de trabajo y con la costumbre de encontrarse en lugares solitarios.
Flying Saucer from Mars (1954) gira en torno a un incidente que, según él, ocurrió el 18 de febrero de 1954 cerca de Vin, Escocia, en el que Allingham se encontró con un ovni aterrizado, se comunicó mediante una mezcla de telepatía y señales manuales con el único ocupante -que era humanoide, casi humano a juzgar por la fotografía borrosa en la que se le ve de espaldas- e hizo todo lo anterior a la vista de la única persona que había en la zona, un pescador local llamado James Duncan.
Flying Saucer from Mars también presenta un retrato “informal” del autor, irónicamente una imagen tan posada que uno se pregunta hasta qué punto Allingham podría ser realmente estirado si esa imagen es su idea de estar relajado.
Tras una conferencia pública -dirigida a un grupo ovni de Tunbridge Wells- y cierta cobertura de prensa, el libro alcanzó la categoría de libro de culto, pero la atención que suscitó también puso de manifiesto la incapacidad o la falta de voluntad de Allingham para respaldar su historia. James Duncan proporcionó una declaración escrita que fue fotografiada en el libro, pero también resultó imposible de encontrar y, como otros con un gran interés -en particular el periodista Robert Chapman, que escribió libros sobre el tema- persiguieron a Allingham, sus editores finalmente presentaron una historia que afirmaba que Allingham se había sometido a tratamiento médico en Suiza y posteriormente había muerto.
Su historia nunca murió del todo, en parte porque el astrónomo de la televisión y archienemigo de los ovnis Patrick Moore fue fundamental para citar el caso Allingham como prueba de la basura que a veces pasaba por relatos auténticos en la ufología. Moore era aficionado a los trucos de desacreditación, pero se volvió truculento cuando los ufólogos británicos, en particular Christopher Allan, Steuart Campbell y Jenny Randles, desentrañaron y divulgaron una historia que sugería que Moore era uno de los dos instigadores de todo el engaño de Allingham.
Desde mediados de los 80, una serie esporádica de artículos y libros serios sobre ovnis informaron de la implicación de Moore, quien a su vez amenazó ocasionalmente con emprender acciones legales, aunque nunca las emprendió. Nunca confirmó la historia y murió en 2012, momento desde el cual se acepta ampliamente que él y su amigo Peter Davies (quien, disfrazado, es probablemente la persona retratada como Allingham) estaban detrás de toda la travesura.
La afición de Moore por una desacreditación decente era bien conocida y Flying Saucer from Mars es indiscutiblemente una clase magistral en este tipo de trabajo. En aquella época, la afirmación de George Adamski -presentada en el libro Flying Saucers have Landed (Los platillos volantes han aterrizado)- era bien conocida y la mayor parte de Flying Saucer from Mars es una reescritura apenas velada de la historia de Adamski, con los acontecimientos trasladados de California a Escocia y el ufonauta trasladado de Venus a Marte.
De hecho, Moore/Allingham incorpora muchas de sus propias ideas y deja claro que ha leído la historia de Adamski, señalando en un momento dado: “Leslie [el coautor de Adamski] ha estimado que alrededor del 70% de los platillos de los que se ha informado no son auténticos. Yo diría que esta cifra es bastante más alta, en torno al 90%”. (Allingham, p. 85). También sube discretamente la apuesta, en particular proporcionando una fotografía del marciano (Adamski se había limitado a dibujar su contacto venusino).
Si Moore no admitió su propia implicación, sí dejó un legado de sana y humorística refutación de las afirmaciones sobre ovnis que le convirtieron en una figura amada/odiada de la ufología británica. Los más escépticos, pero interesados en la ufología, aprecian el libro de Moore Can you Speak Venusian? (1972), en el que hace varias críticas a la opinión popular sobre los ovnis. Flying Saucer from Mars, un libro muy ameno y sutilmente brillante, sigue siendo una lectura popular entre los ufólogos británicos más escépticos y puede que reciba un pequeño impulso al cumplir 70 años el año que viene.