Rama-Ka-Lo, Control
– 1950 –
La semana pasada hablamos de los «discos voladores». Quisiera continuar. Quiero decir que la tracción, o lo que se denominaría la presión del exterior al interior, o como ocurre con las ruedas en una carretera, se crea por el campo magnético que emiten, es decir, el que emiten los cuerpos de estos discos. Esto aplica a todos ellos, incluyendo lo que llaman bola de fuego.
(P. Estos discos tal como los vemos son lo que llamamos materializados. ¿Funcionan o tienen existencia como objetos materializados fuera de nuestra atmósfera?
Respuesta: Sí, la tienen.
(P. En ese caso, ¿hay una forma diferente de propulsión?
Respuesta: No, con velocidades más bajas y más altas de la misma.
(P. La propulsión entonces no se asegura mediante la tracción de los gases de la atmósfera, sino del éter?
Según la condición en la que entran. Ahora bien, los átomos no son átomos individuales; es mejor decir un campo, un patrón, una onda o un conductismo superficial. Siempre hay una superficie. Al adentrarse en los éteres superiores o lokas, hay un campo más denso; al entrar en la atmósfera de su mundo, la densidad disminuye cada vez más. Su mundo es uno de los menos densos.
(P. ¿Estas naves, entonces, podrían ser utilizadas por los etéreos para vuelos interplanetarios?
Respuesta: Sí, con toda seguridad, y han sido utilizadas así durante todo lo que llamáis tiempo, desde que la materia en vuestro plano o conciencia entró en existencia.
(P. Esto implica una aceleración de las tasas vibratorias de las moléculas y los átomos; ¿cómo se produce este aumento de las tasas vibratorias?
Quizás pueda expresarlo con palabras comprensibles; no lo sé. No es que no lo entiendan, pero, como saben, trabajo con un cerebro físico que desconoce estas cosas; lo intentaré. Para empezar, la radiación con la que se construyen estas cosas se produce por la actividad mental. Se basa en el mismo orden que en el mundo espiritual se denomina teletransportación.[39]
La teletransportación siempre provoca calor o frío extremos. Al traer estas manifestaciones a su mundo, primero se utiliza el calor. Una vez que el cuerpo alcanza su densidad —lo que llaman densidad—, comienza a emitir radiaciones de calor, energía térmica, a una velocidad vertiginosa. Este calor impacta los átomos de hidrógeno y oxígeno que rodean el objeto, creando lo que podría llamarse una forma de combustión. Esta combustión reduce la temperatura del objeto incluso mientras asciende de nuevo. Esto crea un campo magnético alrededor del objeto, una tracción para él, un camino para él.
(P. Parece posible que si una parte de un objeto se eleva repentinamente a una temperatura muy alta, se produzca un empuje o retroceso contra la parte no calentada. Nuestro asociado, John Hilliard, calcula que una barra de acero de un pie de largo y un cuarto de pulgada de diámetro, calentada a 1,000 grados tres millones de veces por segundo, si el estiramiento pudiera hacerse unidireccional, despegaría a aproximadamente 1,200 millas por hora, pero supongo que no es eso a lo que se refiere. Se refiere a un empuje externo, ¿no es así?)
En cierto modo, es externo, porque el objeto calentado actúa como imán y repelente. Señor, me resulta extremadamente difícil expresarlo con palabras.
(P. ¿Hay una onda de calor que pasa sobre el exterior del disco?
Sí, esta onda de calor se extiende por toda la superficie del disco. Me pregunto si alguno de ustedes ha notado el intenso brillo que rodea estos objetos. Algunos alcanzan lo que llaman calor blanco. Ahora bien, este calor se calienta y se enfría a una velocidad extremadamente alta. Necesitaremos la teoría cuántica para explicarlo.
(P. ¿Esta «ola de calor» no afecta el interior de los discos y a las personas que están en ellos?
Respuesta: No, no lo hace.
(P. ¿Es un movimiento de levantar y colocar, como el de una oruga o un gusano medidor?
Respuesta: Sí, la expansión y contracción a tasas cuánticas.
(P. Permítame citar un poco más de lo que dice el asociado Hilliard: «Es un proceso de recogida y colocación en el que toda la sustancia del mecanismo de conducción fluye literalmente hacia adelante». Imagino que el material del que está compuesta la unidad de conducción (puede ser una barra o el revestimiento del barco) tiene una[40] propiedad peculiar que podría llamarse transferencia de calor localizada. Si se calienta y se enfría rápidamente en un extremo, los puntos calientes y fríos se desplazarán a lo largo de la barra. El proceso no es tanto molecular como espacio-temporal. El calor, la luz, etc., son ondas o vibraciones en el éter absoluto, por así decirlo. Este es infinito, por lo que no hay un «lugar» en él. En efecto, las ondas en la barra permanecen inmóviles; la forma ilusoria o sustancia etérica fluye a través de ellas mediante el proceso, en un sentido molecular. Y el efecto luminoso es la descarga radiante en el extremo, donde la forma se desprende de la forma ondulatoria.*
RAMA-KA-LO: ¡Bien! ¡Excelente! Me fascina la explicación. No entiendo bien la mente de este niño, porque no sabe nada de estas cosas.
(P. ¿Podríamos utilizar tal método de propulsión?
Creo que sí, pero en el estado actual del mundo, el coste sería demasiado elevado, mucho mayor que las ganancias obtenidas por producir ese tipo de calor y poder contar con el tipo de material que soportara tal calor. Tendría que ser un material extremadamente tenue, y no conozco ninguno similar en el mundo hoy en día… Sí, sería un material sintético.
(P. ¿Cuál sería la línea de investigación más provechosa que nuestros físicos podrían seguir en este sentido?
El esfuerzo por comprender qué es el etérico, además de los llamados gases. Ese sería el primer paso: comprender este espacio invisible que te rodea. También comprender el llamado movimiento molecular. No creo que ni siquiera los científicos más avanzados de hoy en día comprendan el movimiento molecular.
(P. ¿Encuentra movimiento molecular en el éter?
Respuesta: Sí, se aplica al movimiento etérico. No puedes ir a ninguna parte sin encontrar movimiento molecular.
(P. ¿Toda sustancia en su plano es particulada?
Respuesta: Sí, no conozco nada parecido a un medio homogéneo en ningún plano.
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* NOTA: Este concepto fue desarrollado por el ingeniero asociado John A. Hilliard. Véase «El misterio de la nave éter», de Meade Layne, pág. 17 y sig. [41]