PRÓLOGO
100 fotos de extraterrestres se reedita cuando la ufología u ovnilogía ya tiene casi 74 años. Hace tiempo, su autor, Luis Ruiz Noguez, escribió que cada década, año, día e incluso segundo que pasa es un segundo o un año en contra de los ovnis. «Desde las 2:30 de la tarde de aquel 24 de junio de 1947 no se ha presentado una sola prueba de la existencia de estos objetos. Hoy, a casi 55 años[1], tenemos 1.709.164.800 segundos, que caen uno a uno, tan pesados como piedras, sobre el «˜fenómeno ovni»™, sepultándolo para cualquiera que tenga dos dedos de frente. Cada segundo que pasa sin que se encuentren pruebas a favor de los ovnis, es un segundo en contra del fenómeno ovni. Tarde o temprano la gente inteligente se irá dando cuenta de esta verdad».
Tenemos que matizar. Cada segundo que pasa descalifica a ciertas ufologías. Aquellas cuyas hipótesis terminan convirtiéndose en verdades incuestionables debido a que sus practicantes sustituyen la presentación de evidencias científicas con especulaciones sin freno.
El mismo Luis nos recuerda que, a diferencia de lo que insinúan quienes dicen estudiar ovnis (de la manera anteriormente descrita), las ciencias naturales no son refractarias a los cambios, sino que en realidad evolucionan con el paso del tiempo: la ciencia «en los últimos años ha pasado por varias revoluciones radicales en todos sus campos. Ideas nuevas (la relatividad, la cromodinámica cuántica, el universo inflacionario, etc.) han mostrado su valía no con videos, autopsias y ovnis estrellados (de los que no se tiene ni un solo fragmento), sino con el avance de la Humanidad».
No pasa igual con esas ufologías, y eso a pesar de que sus practicantes se presentan a sí mismos como investigadores de mente abierta (y hasta se comparan con personajes como Galileo), mientras acusan a la «ciencia oficial» de ser demasiado conservadora.
No sé si el lector estará de acuerdo conmigo, pero me resulta curioso que los poco ortodoxos ufólogos no hayan conseguido que sus estudios avanzaran aunque fuera un poco en siete décadas y que los conservadores y hasta «cerrados de mente» científicos consigan tantos avances en sus áreas de conocimiento.
Esas ufologías no son ciencias (o ciencias nacientes o disciplinas que llevan a cabo investigación de alguna clase), sino sistemas de creencias. Si así las entendemos, entonces cambia el veredicto de que cada segundo que pasa las descalifica. De igual forma, hay quienes aún se dedican a tratar de dar explicaciones racionales a los reportes que llegan a sus manos (si usted es un «ufólogo serio», seguro que deseaba que hiciera esa aclaración).
Invito al lector a que reflexione las siguientes preguntas. ¿Qué son los ovnis? ¿Cómo se les debe definir? ¿Qué es la ufología? ¿Cómo debe abordar el ufólogo su materia de estudio? ¿Con qué herramientas debe trabajar el investigador de ovnis? ¿Qué relación debe haber entre la ufología y las ciencias naturales y sociales?
Hay tantas respuestas como ufólogos. El acuerdo es más bien escaso. Es más, no pregunte el lector a los ufólogos qué es un ovni a menos que esté dispuesto a observar un debate interminable. Comencé a ver debates sobre este punto en 1991 y aún hoy siguen organizándose, como si nada de lo ya discutido importara.
Lo bueno de esta situación es que no hay algo que pueda llamarse «la ufología» o «la ovnilogía». Como he ido apuntando, hay tantas ufologías como ufólogos, de forma que el interesado en el tema siempre encontrará autores a su gusto. Y esto me lleva a olvidar por un momento a los ufólogos y más bien interesarme en los lectores de material ufológico.
Así como hay tantas ufologías como ufólogos o plativólogos, también hay una gran diversidad de lectores de libros y revistas de ovnis.
Hay quienes desean encontrar extraterrestres, intraterrestres, viajeros del tiempo, fenómenos paranormales, dioses, ángeles y/o demonios. Y las motivaciones para acercarse a la ufología también pueden ser varias: salir de la rutina, la búsqueda de emociones y aventuras, respuestas a preguntas religiosas, científicas o filosóficas, etc.
¿Qué busca usted y qué tipo de ufología podría satisfacer esa búsqueda? Si usted busca evidencia de la presencia extraterrestre en nuestro planeta o en nuestro sistema solar, encontrará material que ofrece montones de supuestas pruebas. Lo mismo si busca pruebas de cualquiera de las otras hipótesis que explican este fenómeno.
De igual forma, hay textos que abordan críticamente el tema, autores que antes de lanzarse a la especulación fácil, revisan los «datos duros» de cada caso y aplican la navaja de Ockham.
Refiriéndose al libro Veredicto OVNI. Examen de la evidencia de Robert Sheaffer, la revista Sky and Telescope mencionaba que «si quieres tener un solo libro sobre ovnis, éste es tu libro».
Al interesado en el tema yo no podría recomendarle un solo libro de ovnis. Al contrario, le diría que explore libremente. Eso sí, agregaría que en todas las disciplinas hay autores prescindibles, y la «ufología» no es la excepción. Hay montones de libros, revistas, documentales y programas de televisión que son una pérdida de tiempo.
Pero al hacer esta división es inevitable que nos preguntemos: ¿prescindibles o imprescindibles para qué? La pregunta no es trivial, porque la respuesta dependerá de la forma en que nos acerquemos al «fenómeno ovni», y ya vimos que hay múltiples formas y motivaciones.
Desde mi punto de vista, si un autor es o no prescindible no depende de la forma en que aborda el tema. Son prescindibles aquellas obras en las que se nota la falta de interés de sus autores por el tema (escribieron de ovnis como pudieron escribir de cualquier otra cosa, el chiste era publicar un libro), aquellas en las que no hay ideas novedosas, aquellas en las que solo repiten lo que otros ya dijeron o que incluso ¡son plagios!
Sin embargo, hay libros y autores cuyo mérito consiste en haber contribuido a la conformación de la mitología ufológica, y por eso hay que leerlos, sin importar que esos libros sean el producto de autores ingenuos, crédulos, sensacionalistas o hasta mentirosos.
Otros autores resultan imprescindibles porque nos explican cómo funcionan las ufologías o el «movimiento pro ovni» (término que usa Sheaffer en su mencionado libro).
Aclaro que Luis Ruiz Noguez ha dicho que no se considera ufólogo, se describe como un crítico de la ufología.
Así, mientras que para muchos los ovnis son su materia de estudio, para otros son las ufologías y los ufólogos su materia de reflexión. «Lo más divertido de la ufología no son los casos, ni las fotografías ni los videos, sino el estudio del comportamiento de los ufólogos», ha sentenciado el autor del libro que tiene usted en sus manos.
Entonces, con este prólogo estoy invitando al interesado en el fenómeno ovni (sea cual sea su hipótesis favorita o sus autores predilectos) a leer la obra de un crítico de este tema. De hecho, en 100 fotos de extraterrestres Luis nos dice que su intención es desmitificar el fenómeno ovni para colocarlo en su justo nivel.
Ante un crítico podemos sentir rechazo, y por supuesto que Luis le resulta chocante a más de uno. Pero con su obra podemos aprender, lo que no se puede decir de muchos autores y ufólogos (entre ellos, algunos de quienes lo rechazan).
El libro proporciona abundante bibliografía, lo que demuestra que su autor no es un crítico improvisado. Imagine el lector lo patético que resultaría lo contrario; lo mínimo que podemos pedirle a un crítico es que sea experto en la materia de la que nos ofrece su análisis. Luis lo es.
Su biblioteca ufológica «“que comenzó a crecer desde que se convirtió en colaborador de las revistas Duda (1971-1993) y Contactos Extraterrestres (1975-1982), de la desaparecida Editorial Posada«“ llegó a tener más de tres mil libros, además de cientos de revistas y boletines como The APRO Bulletin, Australian UFO Bulletin, The BUFORA Journal, Canadian UFO Report, Flying Saucer Review, Flying Saucers from Other Worlds, Planète y Stendek.
Por lo anterior, en 100 fotos de extraterrestres Luis nos muestra un amplio panorama de cada caso del que escribe: lo que dijeron los ufólogos, lo que unos ocultaron, lo que otros descubrieron. Así hasta irnos formando una idea de todo ese enredo que es el mundo de los ovnis. Con Luis aprendemos de historia de la ufología y, como dije, nos da la bibliografía para seguir profundizando.
Sobre este último punto ha dicho que no proporcionar bibliografía demuestra que el autor de un texto está mintiendo o que no sabe de lo que habla. Buen ejercicio puede resultar revisar las referencias que proporcionan distintos autores.
Otra razón para no rechazar la lectura de autores que no piensan como nosotros nos la da el mismo Luis. Cuando lo invitaron a escribir en una revista mexicana de ufólogos de la corriente ingenua (aunque después el editor retiró la invitación), explicó las razones por las que prefería esa invitación que otras para colaborar con ufólogos más críticos: «Creo que es más valioso y puede dar más frutos entablar comunicación con personas que sostienen puntos de vista distintos a los nuestros. Esto nos enriquece y nos permite observar aspectos distintos de un mismo problema que no notaríamos de otra manera».
Para muchos será descorazonador encontrar tantas mentiras, engaños, exageraciones, sensacionalismo y credulidad en la historia de la ufología; sin embargo, para convertirla, entendida ésta como el estudio serio de los reportes de ovnis, en una disciplina respetable, si ese fuera el interés del lector, habrá que limpiar toda la basura acumulada en sus poco más de 70 años y aprender de análisis como los de Luis para no seguir acumulándola.
La crítica informada, por dolorosa que sea, siempre resulta de provecho. 100 fotos de extraterrestres nos permite conocer la ufología sin la lente distorsionadora de las fantasías, las esperanzas y los sueños, sin la lente distorsionadora de la mitificación.
Y si bien esta obra se publicó a finales de 1996, Luis ahora nos ofrece un análisis actualizado. Sabemos que en algunos casos ha surgido nueva información, en otros nos preguntamos qué habrá pasado con sus protagonistas y si habrá nuevos datos a considerar, como en el caso del «extraterrestre insectoide» videograbado por la señora Sara Cuevas.
Por todo lo anterior, 100 fotos de extraterrestres es un libro imprescindible.
Una vez que concluya usted la lectura, sin importar su postura ante el «enigma ovni», seguramente querrá conocer más de la obra de Luis Ruiz Noguez. Si estoy en lo cierto, lo invito a explorar y disfrutar de Marcianitos Verdes[2], el blog en el que el incansable Luis, desde hace poco más de trece años, se encarga de resolver «los misterios sin resolver».
Martín Fragoso
Julio de 2020
El libro 100 fotos de extraterrestres se puede comprar en:
Lulu: https://www.lulu.com/en/us/shop/luis-ruiz-noguez/la-autopsia-extraterrestre-un-mito-dentro-del-mito/paperback/product-1y5vv5zm.html?page=1&pageSize=4
Amazon: https://www.amazon.com.mx/autopsia-extraterrestre-mito-dentro-del/dp/0244482993
Mercado libre: https://articulo.mercadolibre.cl/MLC-501995025-libro-de-ovnis-la-autopsia-extraterrestre-_JM
[1] Este párrafo fue escrito originalmente en 2002.
[2] https://marcianitosverdes.haaan.com/