LOS CIENTÃFICOS Y LOS OVNIS[1]
Mario Méndez Acosta
Astrónomos, científicos, divulgadores, y representantes de planetarios, museos de ciencias, instituciones de investigación científica, así como asociaciones astronómicas, todos mexicanos, redactaron un manifiesto dirigido a las autoridades como respuesta a la divulgación sensacionalista que se hizo de los sucesos dados a conocer en los medios de comunicación a partir del pasado lunes 10 de mayo, respecto a la observación de un fenómeno detectado en sensores de infrarrojo y en pantallas de radar, captadas en un vuelo de vigilancia a bordo de una aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana. El texto se encuentra en la siguiente dirección: http://www.mega-cosmos.com/
Señalan, en el citado documento, que la ciencia no se opone a la posible existencia de civilizaciones extraterrestres, distribuidas en nuestra galaxia y en el resto del Universo, pues las probabilidades apuntan hacia este sentido. Sin embargo, hasta la fecha no existen pruebas materiales contundentes de su presencia en nuestro mundo y mucho menos de contactos establecidos con ellas.
Recuerden que el término OVNI es una abreviatura de Objeto Volador No Identificado, siendo ésta una simple definición técnica de cualquier fenómeno o evento aún no esclarecido sobre nuestros cielos. Bajo este concepto, durante más de medio siglo la ciencia ha participado de manera multidisciplinaria en su investigación explicando y formulando diversas hipótesis sobre su origen, con diverso grado de éxito.
Para los subscritores de este texto es de suma importancia aclarar que la mayoría de las manifestaciones de OVNI reciben ordinariamente una explicación satisfactoria, siendo aquella que postula su origen en artefactos de inteligencias extraterrestres la que no tiene evidencias concluyentes. Esto es contrario a lo que muchos pseudo investigadores han proclamado recientemente en los medios masivos de comunicación. Lamentablemente estas explicaciones son omitidas o menospreciadas deliberadamente por los medios.
En el manifiesto, los firmantes expresan su extrañeza ante el hecho de que la Secretaria de la Defensa Nacional haya decidido entregar material obtenido por su personal aéreo, de manera exclusiva, a un grupo muy reducido de personas «“no científicas ni técnicas»“ cuando lo ideal hubiera sido que se pusiera a disposición de cualquier institución capacitada para realizar el análisis del acontecimiento; en cambio, se hizo a un lado a incontables instituciones de investigación en nuestro país que pudieron realizar un trabajo certero, ético y serio.
Solicitan a las autoridades, en consecuencia, que tanto la información técnica como videos y grabaciones sean puestos a disposición de las instituciones científicas mexicanas para su estudio. Consideran triste que se haya excluido originalmente a los miembros del Instituto de Astronomía y de Ciencias Nucleares de la UNAM bajo el pretexto de que «era material clasificado».
Adicionalmente, comentan que la investigación del fenómeno OVNI podría verse sumamente beneficiada con dicho material, pues su origen permitiría prácticamente descartar cualquier fraude en las imágenes, ya que ésta es una de las principales objeciones que siempre se ha hecho a los materiales tradicionalmente presentados en la televisión por el señor Jaime Maussán.
Señalan que para la comunidad científica de México cualquier probable explicación expresada hasta la fecha en los medios de comunicación, debe tomarse sólo en el terreno de la especulación y la hipótesis científica. El método científico no compromete a los investigadores a emitir un juicio definitivo en un margen reducido de tiempo. El estudio de muchos fenómenos de nuestro universo ha implicado la observación e investigación de muchas generaciones de científicos, de igual manera el presente evento deberá ser estudiado a detalle sin acotamientos de tiempo, mediante la emisión y posterior verificación de hipótesis que lo puedan explicar.
La explicación más razonable que se ha dado al fenómeno registrado ese día es que lo captado por las cámaras y sensores del avión de la Fuerza Aérea fue el calor emitido por los mecheros de gas de varias plataformas petroleras en el Golfo. La exposición completa de esta hipótesis se encuentra en: http://ovniaventura.tripod.cl/campeche.htm
Finalmente, los signatarios convocan a toda la ciudadanía mexicana a acercarse a los planetarios, observatorios públicos, museos de ciencias y acudir a eventos de divulgación científica que las instituciones y sociedades astronómicas organizan para mantenerse informados de los principales acontecimientos científicos. Ello siempre será el mejor antídoto contra las declaraciones sensacionalistas de la pseudociencia.
[1] Publicado originalmente como Méndez Acosta Mario, Los científicos y los ovnis, Ciencia y Desarrollo, Vol. XXX, No. 178, México septiembre/octubre 2004. Págs. 69-70.