El aspecto «Alien» de momia diminuta finalmente explicado
Los investigadores esperan que su nueva investigación establezca el debate sobre los orígenes de Ata, un niño momificado naturalmente que se encontró en el desierto de Chile.
Ata, la momia de seis pulgadas hallada en el desierto de Atacama en Chile. FOTOGRAFÃA DE EMERY SMITH
Por Erika Check Hayden
22 DE MARZO DE 2018
Ata mide solo 15 centímetros de alto, tiene una cabeza cónica y huesos inusualmente duros para su tamaño. Algunos han afirmado que ella es un extraterrestre. Pero un nuevo estudio publicado hoy en la revista Genome Research no solo sigue refutando la teoría alienígena, sino que también revela una explicación científica para su apariencia supuestamente extraterrestre.
El debate comenzó en 2003, cuando se descubrieron los restos momificados de Ata, cerca de un pueblo fantasma en el desierto de Atacama en Chile. Un empresario español, Ramón Navia-Osorio, compró su momia y en 2012 permitió que un médico llamado Steven Greer utilizara imágenes de rayos X y tomografía computarizada (TC) para analizar su esqueleto.
Greer es el fundador de The Disclosure Project, que está «trabajando para divulgar por completo los hechos sobre los ovnis, la inteligencia extraterrestre y los sistemas avanzados de energía y propulsión clasificados», según su sitio web.
Ata es solo tan largo como un feto humano. Pero un radiólogo que analizó las imágenes dijo que los huesos de Ata eran casi tan maduros como los de un humano de seis años.
En ese momento, Greer también proporcionó muestras de la médula ósea de Ata al inmunólogo Garry Nolan en la Universidad de Stanford en Palo Alto, California. El equipo de Nolan secuenció el ADN de Ata y concluyó que su material genético era de un ser humano, no un extraterrestre. Pero no podía explicar cómo una persona tan pequeña podía exhibir su apariencia física inusual.
Ata es solo tan larga como un feto humano, pero sus huesos son casi tan maduros como los de un niño de seis años. FOTOGRAFÃA DE EMERY SMITH
«Una vez que entendimos que era humano, el siguiente paso fue comprender cómo algo podría llegar a verse así», dice Nolan.
Así que Nolan trabajó con investigadores genéticos en Stanford y con el equipo de biólogos computacionales Atul Butte de la Universidad de California en San Francisco para analizar el genoma de Ata. Según su nuevo estudio, las mutaciones están presentes en siete de los genes de Ata que están involucrados en el crecimiento humano. Nolan ahora piensa que esta combinación de mutaciones causó las anomalías esqueléticas severas de Ata, incluido su crecimiento óseo inusualmente rápido. Él dice que Ata es muy probablemente un feto humano que nació muerto o murió poco después del nacimiento.
Pero aquellos que creen que Ata es extraterrestre no cambian de opinión, independientemente de las nuevas revelaciones científicas.
«No sabemos de qué se trata, pero ciertamente no es un humano deformado», dice Greer, que es consciente de la nueva investigación.
Los científicos, sin embargo, dicen que a la luz del nuevo análisis, es hora de enterrar la controversia de Ata.
«La propaganda alienígena fue una pseudociencia tonta promovida para la atención de los medios», dice el paleoantropólogo y anatomista William Jungers, profesor emérito del Centro médico de la Universidad de Stony Brook. «Este documento pone a esa tontería y al pobre Ata en la cama».
Los médicos que tratan a niños con trastornos óseos genéticos raros también creen que el debate destaca cómo los arqueólogos y otros científicos pueden ser engañados por trastornos genéticos que causan características físicas inusuales. Por ejemplo, el genetista Fowzan Alkuraya señala la controversia que rodea a los «hobbits», pequeñas criaturas que se descubrieron hace 15 años en Indonesia. Los científicos todavía están envueltos en un debate sobre si los diminutivos son parientes de los humanos modernos, o simplemente son humanos con un tamaño inusualmente pequeño.
«Este documento sirve como un recordatorio sobre la naturaleza exótica de muchos trastornos genéticos», dice Alkuraya, quien es genetista en el Hospital Especialista Rey Faisal y Centro de Investigación en Riad, Arabia Saudita.
Todos los humanos, incluido Ata, pueden tener muchas mutaciones genéticas diferentes. Pero generalmente solo una de estas mutaciones en realidad causa la enfermedad de un niño. Es «prácticamente inaudito» que siete mutaciones estén involucradas, dice Alkuraya; él piensa que una o, como máximo, dos de las mutaciones probablemente causaron problemas de crecimiento de Ata.
Nolan no está de acuerdo: «Por desgracia, ese pobre niño hizo rodar los dados con los ojos de serpiente siete veces», dice.
Pero sería difícil, si no imposible, decidir cuál de los defectos genéticos de Ata causó sus síntomas. Eso es porque los científicos no tienen información sobre los parientes de Ata. Si tuvieran ADN de los padres de Ata, por ejemplo, podrían verificar cuáles de las mutaciones de Ata también estaban presentes en su madre y padre. Cualquiera de las mutaciones de Ata que también estaban presentes en el ADN de sus padres podría ser inofensiva, porque a diferencia de Ata, sus padres vivieron lo suficiente como para concebir un bebé.
Aunque nadie sabe nada sobre sus padres, Nolan cree que alguien se preocupó por Ata cuando murió hace unos 40 años. Él señala la forma en que la acostaron cuidadosamente en el suelo, envuelta en una bolsa de cuero.
«No solo lo tiraron; alguien pensó que era importante. Era su hijo», dice Nolan.
Al igual que Jungers, Nolan ahora quiere ver a Ata regresar a Chile y descansar una vez más.
«No creo que la gente deba traficar con cuerpos humanos y reclamar que son extraterrestres por el bien de la ventaja monetaria», dice Nolan.
https://news.nationalgeographic.com/2018/03/chile-mummy-ata-alien-dna/
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