PARTE 2
EL SUBSUELO DE LA HISTORIA
«La humanidad no soporta la idea de que le mundo surgió por casualidad, por error, solo porque cuatro átomos insensatos chocaron en cadena en la autopista mojada. Y entonces hay que buscar una conjura cósmica. Dios, los ángeles o los diablos. La sinarquía desempeña la misma función a escala más reducida.»
Umberto Eco, El Péndulo de Foucault, Pág. 412.
Las conspiraciones tienen rating. Venden bien. Atraen. Son capaces de transformar un hecho cotidiano y simple en algo trascendental, determinante para toda la humanidad. No se andan con chiquitas. Si hay que exagerar, los complots secretos son ideales. Cuanto más grandes, alambicados y difíciles de probar, más fáciles de creer resultan. Es que las conspiraciones desechan las pruebas. No hacen falta. No vale la pena buscarlas. Oscuros personajes, desde las sombras de la historia, actúan sin cesar, encargándose de hacerlas desaparecer. Y es así como la falta de evidencias es lo que comprueba que las conspiraciones existen.
Resulta una forma sencilla de entender el mundo. Las fuerzas conspirativas son como Dios. Siempre presentes, pero sin hacerse ver. No son más que una transmutación de lo que llamamos creencia. El laicismo no pudo despegarse de lo trascendente y una razón conspirativa, lógica en sus argumentos internos aunque ajena a la realidad, termino sujeta a los delirios, a los miedos, mentiras y exageraciones de millones de personas.
Las conspiraciones son funcionales al universo en el que orbita el Uritorco. Sostienen los relatos y rumores extraños que lo volvieron famoso mundialmente. Y lo más interesante: su influencia en la gente, fatigadas al parecer de pensar, es metastásica. En el fondo lo que sigue latiendo es la fe. La urgente necesidad de creer, aun sin pruebas, en poderes superiores, sean estos benignos o malignos. En ambos casos, sostienen rocambolescos delirios imposibles de certificar.
El decir de las estrellas
Es un muy bello decir,
Porque ninguno ha de ir
A preguntárselo a ellas[1].
Es el tipo de gimnasia mental que se practica en Capilla del Monte. La que le da de comer. La que genera el turismo y moviliza a miles de buscadores de verdades superiores. La que justifica las historias que circulan de boca en boca. De libro en libro. Una modalidad especialmente extendida entre los Maestros e Iniciados que aseguran estar en contacto con los seres intraterrenos de Erks o con desconocidos pilotos naves intergalácticas. Un ejército de gurús, ufólogos y sanadores milagrosos que retroalimentan el negocio local. La credulidad hace el resto. Así, el pensamiento conspiranoico, funcionando como contexto, genera las condiciones para que todo, absolutamente todo, sea posible. Aun lo imposible.
Cualquier dato que se conecte con otro cobra importancia. Es lo que hace en esencia el pensamiento conspirativo. Une. Relaciona. Inventa nexos. Y en todo este proceso de asociaciones injustificadas, muchas veces la razón pierde su rumbo. Entra en cortocircuito y termina acostumbrándose a relacionar y seguir relacionando todo con todo, automáticamente. Los que creían en ellas, siguen creyendo. Los que, en principio, fingían creer (porque les resultaba entretenido y original), también terminan creyendo. Es un camino angosto. Peligroso. Muy parecido al que lleva a la cima del Uritorco. La desventaja es que, una vez que alguien cae, no hay helicóptero de rescate que vaya en su auxilio. Ya es tarde. El mundo de las fantasías se lo fagocita y de ahí es muy difícil escapar.
El año 2012 se inició con pronósticos funestos. Todo indicaba que iba a ser el último y que el planeta entraría en una fase terminal. El fin del mundo nos pisaba los talones. Entonces decenas de charlatanes inundaron los set de televisión, escribieron en diarios y revistas anunciando la hecatombe a los cuatro vientos. El «riguroso» History Channel matizo sus programas sobre extraterrestres con «La Semana de las Catástrofes«, en la que de lunes a viernes el televidente se informaba de los desastres naturales (o desencadenados por el hombre) que vendrían a complicarle la vida. Incluso Hollywood lanzo una película muy taquillera, titulada justamente «2012«, en la que puso todos sus recursos en efectos especiales en el asador. Si lo que querían era asustarnos, lo consiguieron con muchos.
Los antiguos mayas lo habían vaticinado. Su calendario lo anunciaba. No podía fallar. Había que prepararse para lo peor.
Desconozco si existe alguna estadística seria, pero el porcentaje de personas que se tragaron el anunciado Apocalipsis debieron ser numerosas. Algunos, los más puristas, siguieron el anuncio literalmente. Estábamos al horno. No había escapatoria posible. La muerte nos pisaba los talones. Otros, en cambio, inclinados más a las metáforas místicas, adujeron que la muerte anunciada era simbólica. Que lo que terminaba era un mundo viejo, violento y egoísta, para dar lugar al nacimiento de uno nuevo, en el que el amor cósmico, la armonía, la luz y el espíritu del pacifismo y la tolerancia vendrían a reinar entre los hombres. Solo restaba calzarse las sandalias, vestir túnicas naranjas, colgarse los collares con cuentas y subir al Uritorco para cantar mantras sagrados.
!Malditos mesoamericanos! Se la tenían bien guardada. ¿Había necesidad de ser tan crípticos? ¿O acaso los gobiernos más poderosos del mundo, con sus agencias secretas, lo sabían desde hacía mucho y tenían un plan de evacuación para unos pocos elegidos? ¿Habrían pactado con extraterrestres para así sortear el cataclismo y salvar el pellejo de una elite?
!Humanos tenían que ser! Por algo el mundo se perdía. Bien merecida la teníamos. El planeta reaccionaba. Y no faltaron los que creyeron en un castigo divino.
La fatídica fecha era el 21 de diciembre de 2012.
Pero nada ocurrió[2].
Como tantas otras veces, la profecía resulto fallida y los pronosticadores debieron correr a sus madrigueras hasta tanto la gente se olvidará de todo. Pero sabemos que volverán a asomar la cabeza y a predicar sus sandeces.
Como era de esperar, la noticia de las profecías mayas y el fin del mundo impacto de manera muy particular en Capilla del Monte. El Uritorco se transformó en el sitio ideal en donde esperar el inicio de la nueva era y el fin de la antigua. Un lugar especial debido a la supuesta carga energética que tiene o, eventualmente, a la posibilidad de ser rescatados a último momento por algún generoso plato volador.
Con varios meses de anticipación, la cámara de comercio y turismo de la ciudad, lanzaron al mercado la invitación de acercarse a Capilla a participar de las Fiestas Mayas y ser protagonistas del cambio energético.
Todo indicaba que ese fin de semana iba a ser todo un éxito. El gobierno municipal lanzo un estimado de 50.000 visitantes. Los empresarios hoteleros y gastronómicos se frotaron las manos. El negocio se auspiciaba redondo.
Entonces, a mediados del mes de diciembre, un anuncio por la red social Facebook vino a enturbiar todo.
Un grupo anónimo (que en poco tiempo el periodista Alejandro Agostinelli identifico como una broma de mal gusto) invitaba a celebrar, en la cima del sagrado cerro, un suicidio espiritual mágico[3]. La convocatoria era para el 21 del 12 a las 21:12 horas y tenía 150 adherentes virtuales[4].
La propietaria del cerro (Beatriz Anchorena), su administrador y las autoridades municipales de Capilla del Monte no lo dudaron y, sin indagar demasiado en el tema, el 18 de diciembre hicieron publica la prohibición de acceder al Uritorco, desde el jueves 20 hasta el sábado 22 de diciembre. Una medida preventiva, adujeron; aunque más tarde, desestimando la credulidad con la que habían actuado, argumentaron que la prohibición se había llevado a cabo para evitar el impacto ambiental que sufriría el cerro como consecuencia del ascenso de miles de personas, en la mística fecha señalada por los mayas[5].
La medida desacelero las reservas hoteleras que se esperaban y ese fin de semana la afluencia a la ciudad fue mínima (un estimado de solo 1000 visitantes)[6]. Lo que no impidió que, en diferentes partes de Capilla, los pocos que llegaron pudieran participar en las sesiones de meditación y canalizaciones de energía que el momento ameritaba[7].
No mataron a la gallina de los huevo de oro, pero la encerraron en el gallinero el día menos conveniente. Y eso levanto quejas en muchos sectores. Las ganancias esperadas se desvanecieron.
Por fortuna (y como era lógico prever) el fin de mundo no llego. Los mayas habían errado. Después de tanta tinta derramada, resultaron no ser los matemáticos geniales que se creía que eran. El 22 de diciembre de 2012 amaneció como si nada hubiera pasado. Un día como el anterior. Tal vez solo unos pocos sensitivos habrán advertido que el mundo era otro, pero hasta la fecha no han podido dar prueba de ello.
21 de diciembre 2012. Ceremonia de meditación y armonización esperando el Nuevo Mundo
Entonces ocurrió algo interesante. El rumor volvió a ser el protagonista, y a solo tres meses del fallido Apocalipsis algunos suspicaces voceros lanzaron a los medios una historia que solo a los pies del Uritorco podía germinar del modo en que lo hizo: la mundialmente famosa cantante Madonna había alquilado el Uritorco el día 21 de diciembre de 2012 para llevar en privado una ceremonia iniciática (no faltaron los que agregaron «satánica«). Y para ello habría pagado la suma de medio millón de dólares a la propietaria (con la anuencia del municipio) a fin de vedar el paso de la gente al sagrado cerro.
El pasquín digital MUY fue quien lanzo la «noticia» y todos los medios de comunicación del país (con mayor o menor ironía) se sumaron al circo. Se hablo de una «historia secreta«, de «un plan secreto» en el que la propietaria, el administrador y el gobierno municipal, que usufructúan del Uritorco, se habían complotado para entregárselo a Madonna por 24 horas; siendo necesario para ello justificar la operación con una mentira lanzada por Internet y en la que un grupo de fanáticos convocaban a un suicidio en masa, como ya hemos visto. La gente se tragó la mentira (no todos), el intendente clausuro el ascenso y la diva yanqui hizo supuestamente lo que tenía que hacer en la cima.
Claro que no faltaron los testigos anónimos que juraron y perjuraron haberla visto en Capilla del Monte. Pero los medios no dieron sus nombres. Se limitaron a (des)informar que la artista había llegado en helicóptero al Aeroclub de la ciudad de La Cumbre (a 19 Km. del cerro) y desde allí, en camionetas 4×4 se había trasladado hasta su base. Una vez arribados, un grupo de 20 personas protegieron a la cantante, quien habría ascendido el Uritorco y bajado unas 7 horas más tarde. También circulo la historia que había cenado en un restaurante llamado Agua de Palos (en donde habría sido vista por una de las camareras) y pasado la noche en el lujoso hotel El 44, a orillas de la Ruta 38, a las afueras del pueblo.
Una nueva leyenda urbana: Madonna alquiló el Uritorco
Las preguntas suspicaces no dejaron de circular.
¿Por que la diva había pedido actuar en Córdoba (capital) el día 22 de diciembre si su paso por Buenos Aires estaba programado para los días 13 y 15 del mismo mes? .Por que viajar a Chile, actuar en Santiago el 19 y regresar urgente a la provincia mediterránea el día 20? !Oh, mi querido Watson! Solo un tonto no podría darse cuenta de que quería esperar el fin del mundo en el sagrado Cerro de Los Loros (una de las tantas acepciones que le dan al Uritorco).
Los acusados en el rumor (siempre los rumores acusan a alguien) salieron al cruce.
El director de turismo de La Cumbre negó que un helicóptero hubiera aterrizado en su ciudad y las autoridades que regentean el cerro mantuvieron el argumento. Todo era una mentira de cabo a rabo. Pero el veneno ya había sido inoculado y, aun hoy en día (enero, febrero, marzo de 2016) los guías de turismo de Capilla del Monte siguen transmitiendo la historia como si fuera cierta. «Es que la han querido tapar«, me dijo uno de los más emblemáticos charlatanes locales. «Mi cuñado, que trabaja en El 44, la vio personalmente«.
Si se hubiera corrido el rumor de que estaba con Elvis, seguramente más de uno lo habría reconocido por su jopo.
No es de extrañar, pues, que en algunos años alguien ponga en la cima una placa que indique el lugar en donde Madonna convoco a las entidades de Erks.
Volvamos, entonces, a nuestra pregunta inicial: .En verdad no le hace mal a nadie todo esto? ¿A quien podría perjudicar una conspiración tan inocente?
En principio, a nadie. La región ganaba prestigio con la presencia de una figura de fama internacional; el Uritorco se volvía mucho más famoso de lo que era y las autoridades (responsables de su clausura hacia menos de tres meses) podían disimular la bochornosa credulidad con la que habían actuado, desviando la atención hasta que el asunto fuera olvidado.
La única que salía perjudicada era la verdad. Pero, .a quien podía importarle eso en una localidad que, desde mediados de la década de 1980, se mantenía económicamente gracias a una ficción que muy pocos se animaban a reconocer como tal?
Huella en el Cerro Pajarillo. 9 de enero 1986
Como ya hemos dicho, el boom capillense se había iniciado 30 años atrás (enero de 1986) cuando un aparente ovni dejara su huella en el cerro Pajarillo. Ese fue el virus que desato la epidemia mística y ufológica que tanto beneficio al pueblo, muy a pesar de las coherentes y desinteresadas pesquisas que señalaban posibilidades mucho menos extraordinarias: un fraude, liso y llano, o un incendio no intencional producto de un rayo.
Pero nada de eso importo. Esas hipótesis fueron sepultadas. Mandadas al Ãndex de los textos prohibidos y el mito siguió su curso. Los sucesos maravillosos se lo fagocitaron. A los platos voladores se les sumaron luces espirituales del centro de la Tierra, historias esotéricas y sabios de la hermética que colocaron sobre la mesa el cuento de la ciudad intraterrena de Erks.
Hechos banales empezaron a ser relacionados entre sí y cobraron un significado misterioso. Críptico. El globo ya estaba inflado y empezaba a elevarse más y más. Nadie quiso detenerlo. No convenia. Por eso mismo, ya sea por acción u omisión, cuando las voces escépticas pretendieron hacerse oír, las teorías conspirativas salieron al ruedo para enfrentarlas. Y en esta oportunidad no vacilaron en involucrar a supuestas organizaciones secretas gubernamentales y a los mismísimos Hombres de Negro en todo el asunto.
La paranoia empezaba a sazonar el cuento.
El origen de la leyenda de Erks y sus luces se la disputan, básicamente, tres inefables miembros de las llamadas ciencias herméticas: Ãngel Cristo Acoglanis, Guillermo Alfredo Terrera y el longevo cazador de misterios Favio Zerpa.
Sin abundar en detalles, este trio es el principal responsable de la fantástica e improbable epopeya de los intraterrestres en Capilla del Monte. Cada uno aporto su granito de arena, pero Acoglanis (quien termino siendo elevado al Parnaso de los sabios locales) fue, sin duda, el gran mentor inicial. El responsable primero del furor esotérico que se expandió por todo el norte de Punilla. Mucho les debe la cámara de comercio a estos tres personajes.
Ãngel Cristo Acoglanis Guillermo A. Terrera Fabio Zerpa
La figura de Acoglanis sigue siendo hoy controvertida. Nadie sabe a ciencia cierta quien era, ya que construyo su propia historia personal en base a mentiras y hechos no comprobados. Se dice que era médico, recibido en Grecia (su aparente país natal) y formado en el Tíbet, en donde habría aprendido las técnicas quiroprácticas que lo hicieron famoso en Buenos Aires. Del mismo modo, transmitió a sus allegados que la formación mística y espiritual de la que era depositaria también provenía de los monjes tibetanos.
Con estos antecedentes no sorprende que haya sido el quien inaugurara, hacia fines de la década de 1970, las ceremonias nocturnas en la zona de Los Terrones (a pocos kilómetros de Capilla del Monte), y en las que, tras el recitado de mantras sagrados (en idioma cósmico), convocaba a los habitantes de Erks a materializarse (en forma de luces) frente a los grupos de seguidores que lo acompañaban. Convertido así en el Maestro Superior de un culto que empezaba a tomar forma, Acoglanis convenció a más de uno de sus poderes curativos y de su capacidad para «incorporar» a un ser luz (que llamo Sarumah), canalizando así sus enseñanzas.
Entre 1984 y 1989, Acoglanis alcanzo su máximo predicamento. Y aunque sus acólitos seguían siendo una minoría selecta, todo indicaba (según ellos) que la influencia iba en aumento (Máxime el enorme impulso que le diera, desde 1986, la tan mentada huella del Pajarillo).
Erks empezaba muy tímidamente a ser conocida. Algunos medios de difusión la nombraban en sus notas de color. El circulo empezaba a abrirse.
Entonces, inesperadamente y ante el pasmo de sus seguidores, el 19 abril de 1989, Ãngel Cristo Acoglanis fue asesinado en su consultorio de Capital Federal. El victimario, que le descargara siete balazos a quemarropa, era su discípulo y amigo desde hacía años. Se llamaba Rubén Antonio, exmarido de la médica con la que Acoglanis compartía el consultorio y hermano de un famoso empresario argentino, multimillonario, consejero, financista y confidente de Juan Domingo Perón (Jorge Antonio).
Fue en este contexto en el que entraron a terciar los relatos que mencionan a los misteriosos Hombres de Negro; y así, las teorías conspirativas remontaron un vuelo inusitado e irracional.
De acuerdo con el folclore contemporáneo, los Hombres de Negro serían los miembros de una agencia secreta del gobierno norteamericano encargada de ocultar toda evidencia referida a la existencia de ovnis y a la presencia extraterrestre en nuestro planeta. Según algunos imaginativos escritores (entre los que se cuenta Fabio Zerpa), ellos mismo podrían ser alienígenas y los brazos ejecutores de un secreto gobierno mundial diseminado por todas partes[8].
Mezclados entre nosotros, sin que la mayoría lo sepa, estos evanescentes operadores estarían actuando activamente desde la década de 1950, siendo los responsables de las presiones que sufriera la antológica revista yanqui de ovnis Space Review, cuyo director y editor, Albert K. Bender, amenazado por estos personajes (en 1953) no pudo revelar al mundo la verdad que se escondía detrás de los paltos voladores.
Todo muy conveniente, por cierto.
Los Hombres de Negro son parte del folclore contemporáneo relacionados con los relatos de ovnis
Por otro lado, los Hombres de Negro, siempre bien informados acerca del testigo o estudioso que amedrentan para que no haga público lo que sabe, serían los responsables del deceso de un astrónomo afecto a la ovnilogía, Morris K. Jessup, quien apareció muerto en su auto el 29 de abril de 1959. Demas esta decir que, a pesar de haberse probado que era un suicidio (producto de un pozo depresivo generado por problemas personales), los conspiranoicas rechazaron el veredicto forense e insistieron en sus especulaciones criminales. Para ellos no cabían dudas: Jessup había sido callado por los Hombres de Negro, permanentemente.
No hay caso. Cuando a cierta gente se le mete algo en la cabeza no hay forma de que cambien de opinión. Aun con las pruebas sobre la mesa.
Esto es lo que también ocurrió con el caso Acoglanis. Por eso, y siguiendo la lógica de los creyentes, el medico (sic) griego que contactaba con intraterrestres, podría ser considerado la segunda víctima fatal de la maligna organización[9].
«A Ãngel lo mataron para ocultar lo que sabía y mandar al olvido el tema Erks«. Esta fue, en síntesis, la explicación que circulo y sigue circulando entre los discípulos que aún viven.
Para muchos, Rubén Antonio había sido inducido a cometer el crimen por los extraños agentes de oscuro. Su posterior muerte, en 1993, al suicidarse tirándose del edificio en el que vivía después de haber sido dejado libre por la justicia, multiplicaron las sospechas.
Ya no tenían dudas: estaban borrando evidencias.
Para entonces la conspiración no solo involucro al desquiciado hermano de un hombre allegado al poder (a quien, en su momento, se lo acusara de ayudar a criminales nazi a ingresar a Argentina), sino también al Poder Judicial, cuyos jueces habrían actuado con extraordinaria benevolencia. La red se ampliaba. Había cómplices por todos lados. Incluso en la prensa.
Según Guillermo Dangel, autor de varios libros referidos al tema, el periodismo contribuyo, tras la muerte de Acoglanis, a desprestigiar y perjudicar su memoria.
«Importaba hablar más de la víctima que del victimario. Y a decir verdad, no muy bien del primero, ya que se había llegado a decir que la causa del asesinato se debía a que la víctima había engañado al amigo con la mujer de este. Un argumento falso bajo todo punto de vista. El matrimonio hacía meses que había decidido separarse y por motivos muy personales. También se dijo que todo fue una cuestión de dinero. Falso»[10].
Y más adelante agrega:
«No contentos con todo esto también se empezaron a publicar reportajes y comentarios que desprestigiaban a Acoglanis como profesional, y hasta se plantearon dudas sobre su honorabilidad. («¦) Tres días bastaron para desprestigiar al doctor Acoglanis».
«Pero entonces surge la primera duda. Era evidente que el gran público desconocía al doctor Acoglanis, ya que este se manejaba en reducidos círculos sociales. Entonces, ¿por qué difundieron una serie de datos personales que hubiesen tenido sentido, periodísticamente hablando, si referían a una personalidad publica, famosa y conocida, que no era justamente este el caso?»[11]
Es interesante notar que para ciertos grupos aficionados al misterio resulte más lógico pensar en una conspiración, en la que participan extraterrestres y agentes secretos vestidos de negro (conduciendo Cadillacs modelo 1950,) que en cuestiones tan mundanas como «los cuernos» o las deudas pendientes.
Acoglanis tenía fama de ser un hombre bastante desordenado en sus cuestiones personales. Amigos muy allegados a él siguen refiriendo ese defecto. «Le gustaban mucho las mujeres«. Y al parecer tenía éxito con ellas. Por ende, no es un dislate aceptar las hipótesis de los diarios de la época. Que Rubén Antonio estuviera separado de su esposa no quita que haya tenido un impulso de venganza (o el que fuere) al enterarse o suponer que su amigo (padre de un ahijado suyo) estaba teniendo un romance con su exmujer. Basta con prender la televisión para reconocer historias idénticas todos los días[12].
En cuanto al motivo de la difusión de datos escandalosos, tras la muerte de una persona no conocida, es igualmente exagerado imaginar un complot. Los medios le dan a la gente lo que la gente consume. Y el morbo no discrimina entre famosos y no famosos.
Pero la mentalidad conspirativa no se detiene en nimiedades. Todo lo contrario. Las agiganta. Las relaciona con otras cosas. Exagera. Incluso llega al límite de considerar como Hombres de Negros a los críticos que, desde el escepticismo, combaten en pensamiento mágico y los delirios irracionales que tiene como fundamento la existencia y presencia de extraterrestres entre nosotros.
Ellos son los encubridores. Los que engañan. Los que silencian. Los que impiden que el mundo tenga acceso a la verdad. Cualquier que haya visto la serie Los Expedientes X sabrá a que me refiero.
Mas allá de Acoglanis, sus rituales y el supuesto intento de censura, en Capilla del Monte circulan otras historias parecidas, en la que personas vestidas de oscuro confunden y desorientan a los que caminan por las cumbres en busca de una entrada a la mítica ciudad de Erks[13].
Siguiendo este criterio paranoico de identificación, los defensores de Erks y los ovnis no han vacilado en identificar como Hombres de Negro a todos aquellos que han dado explicaciones racionales del fenómeno. Por ese motivo, cualquier artículo que refute o ironice sobre el tema, corre el riesgo de ser etiquetado como el producto de una campana de desinformación, gestionada por la siniestra organización[14].
«Para los discípulos de Sarumah (Acoglanis) existen pruebas de la contraofensiva que habrían desplegado los Hombres de Negro tendiente a ocultar a Erks («¦). En una serie de notas publicadas («¦) se ironizaba o simplemente se descartaba la posibilidad de que la mancha dejada por la nave en enero de 1986 la hubiera producido un ovni»[15].
Hace muy poco tuve conocimiento de un supuesto hecho acaecido en febrero de 1988 en Capilla del Monte[16]. Según cuentan, a las tres de la tarde (de un día no especificado), en plena temporada veraniega y ante la mirada atónita de miles de turista, apareció un enorme objeto elevándose hasta alcanzar la cima del Uritorco. Las condiciones climáticas eran inmejorables y nadie puso en duda de que estaban ante una nave extraterrestre (¿o intra?). Pero a los pocos minutos de ser visualizado, el «aparato» empezó a desinflarse. Se abollo por uno de sus lados. Se ladeo y finalmente cayo. Dicen que miembros del destacamento de bomberos y la policía salieron de inmediato hacia el cerro, a fin de ubicar y detener a los responsables de la broma.
Cubrieron todos los caminos y sendas que bajaban de la montaña. Colocaron retenes en aquellas zonas por donde se sabía circulaba gente. Al cabo de unas horas, desistieron de la búsqueda. Pero la cosa no termino ahí. Dos vecinos, que se habían sumado al operativo voluntariamente, relataron más tarde que, mientras iban por el camino que lleva al dique Los Alazanes, vieron «a tres hombres que vestían mamelucos negros y parecían tener la cabeza rapada«. Cuando se acercaron a ellos, teniéndolos a pocos metros de distancia, misteriosamente, los tres hombres desaparecieron. Según sus testimonios, los vecinos creyeron que se habían tirado por un barranco. No fue así. Los supuestos responsables del fiasco nunca fueron encontrados.
Sin dar muchas vueltas, los más avisados ufólogos concluyeron que habían sido Hombres de Negro, buscando sembrar dudas respecto de los avistajes de ovnis en todo Capilla del Monte.
Pero hubo también otra interpretación. Una más terrenal que gano partidarios rápidamente en el casco urbano. Como de costumbre, partía de un rumor y sostenía que los verdaderos artífices del engaño habían sido personas contratadas por la Municipalidad de Villa Carlos Paz (centro turístico cordobés a 190 Km.) que, en competencia con Capilla del Monte, veía con preocupación como la afluencia turística orientaba sus gastos hacia la zona del Uritorco, atraídos por los platos voladores.
Pero las grandes autoridades en materia ovni, prevalecieron. Y fue el decano de los marcianos en Argentina, Pedro Romaniuk, el que sentencio, con rostro adusto, que el episodio vivido en febrero de 1988 era un ejemplo evidente de que los Hombres de Negro habían estado en el norte de Córdoba[17].
No cabían dudas.
No debía dudarse (a menos que uno quisiera ser acusado de pertenecer a la folclórica organización oscura).
El dudar ha sido siempre el principal enemigo de las entidades alienígenas, por ser el primer paso que se da en la búsqueda de explicaciones racionales. Y todo indica que, para miles de personas, ese es el herético método que utilizan los indeseables Hombres de Negro para ocultar la delirante «verdad» que sus perseguidos defienden.
Hombres de Negro. La personificación de la paranoia conspirativa
Falsas profecías, credulidad, delirios místicos y paranoia. Mentiras, conspiraciones, seres imaginarios, energías misteriosas y organizaciones secretas nacidas del miedo. Adivinos, gurús, maestros herméticos y chantunes de toda calana. Pirámides energéticas, portales dimensionales, ciudades intraterrenas y hermanos superiores de las estrellas. Contactados, no-contactados, desconectados»¦ ¿Que nos está pasando?
¿Realmente todo esto no le hace mal a nadie o deberíamos reformular la pregunta y plantearnos si no es el producto de lo mal que estamos?
¿Es mera inconformidad? .Aburrimiento? .O vivimos tan sumergidos en la mediocridad de la rutina que necesitamos de esa realidad alternativa, llena de fuerzas desconocidas, secretos y luces sobre el Uritorco?
ContinuarỦ
[1] Antiguo proverbio iluminista del siglo XVIII.
[2] Para conocer un largo listado de profecías incumplidas, respecto del fin del mundo véase: «Profecías incumplidas: año 2800 AC hasta 1799 DC». Disponible en Web: http://desenmascarandofraudes.blogspot.com.ar/2010_03_01_archive.html
[3] Véase: Cruzado, Lucas, «Por temor a una tragedia, el 21/12 cerrarían el acceso al cerro Uritorco», en Clarín del 17 de diciembre de 2012. Disponible en Web: http://www.clarin.com/sociedad/temor-tragedia-cerrarian-acceso-Uritorco_0_830317059.html
[4] En la página podía leerse el siguiente mensaje: «A todos los creyentes, seres y guerreros de luz los invito a un suicidio espiritual en masa en el Uritorco, Córdoba, Argentina, abandonemos nuestra carne impura y transportemos nuestro espíritu a través del portal interdimensional a las 21hs 12 minutos del 21/12/2012 y de esa forma seamos el ejército de luz que salvara a la humanidad… en este cambio de era«.
[5] Para certificar de manera clara como los creyentes en ovnis y sucesos paranormales han cooptado la municipalidad de la localidad, véase en YouTube el reportaje que le hiciera Alejandro Agostinelli al intendente capillense Gustavo Sez. Disponible en Web: https://www.youtube.com/watch?v=Ix-Lh3MCmkQ Asimismo recomiendo ver la conferencia de prensa que diera el intendente el 22 de diciembre. Disponible en Web: https://www.youtube.com/watch?v=qaAnYAK28ms
[6] Véase: Di Nucci, Sergio, «Cierran el Uritorco por un rumor suicida«, Tiempo Argentino. Disponible en Web: http://tiempoargentino.com/nota/106475
[7] Véase los interesantes artículos publicados en Internet y en que los miembros que la cámara de turismo se quejan al gobierno municipal por haberse dejado llevar por un rumor infundado y ridículo. Disponible en Web: http://capilladelmonte-cerrouritorco.blogspot.com.ar/2012/12/hubo-una-vez-un-21-de-diciembre-en.html
[8] Véase: Zerpa, Fabio, Los hombres de negro y los ovnis, Editorial Plaza & Janes (Col. «Otros Mundos»). Barcelona, 1979.
[9] Hay un caso interesante a tener en cuenta. El 5 de diciembre de 2000 el cuerpo de un joven fisiculturista y practicante de artes marciales (Ninja) apareció en un brazo del rio La Matanza, en los bosques de Ezeiza, en donde lo estaban esperando sus compañeros y el sensei (maestro) para pasar un fin de semana de prácticas y ejercicios. Nunca llego al campamento. Lo encontraron los buzos de la policía en el fondo del riacho. Los estudios forenses se inclinaron a captar la hipótesis de un paro cardiaco producto del esfuerzo al atravesar la corriente de agua y antecedentes médicos desfavorables. Pero su sensei Ninja no estuvo de acuerdo con el dictamen. Transcribo a continuación su declaración, hecha a la Red de Periodistas Judiciales de Latinoamérica, con el objeto de mostrar hasta dónde puede llegar la mentalidad conspirativa que anida en torno a las leyendas referidas al Uritorco: «»•Cuando empezaron a decir por televisión que habían bajado extraterrestres en Capilla del Monte [1986], con un compañero con el que practicaba ninjutsu, agarramos nuestras armas y nos fuimos a Córdoba.» La única invasión con la que se encontró fue la de la New Age. Y se rindió ante ella. Participo en grupos de estudios esotéricos que pasaban días enteros mirando el Uritorco con la esperanza de avistar un ovni. Liderado por el abogado Guillermo Terrera y el medico Ãngel Acoglanis el sensei tuvo conocimiento sobre el bastón de Mando de los Comechingones, Erks y la posible ubicación del santo Grial en las Sierras Chicas de Córdoba. «»•Ellos fueron mis maestros»»•dijo el sensei. Y acto seguido agrego: «•Hay muchos que no quieren que se sepa la verdad. Casi todos los del grupo de Capilla murieron de formas extrañas. A Acoglanis lo asesino su socio. Terrera murió de un ataque cardiaco después de haberse hecho un chequeo médico que le había salido perfecto. Jorge Vázquez (un explorador que viajaba por el mundo tratando de probar que la Tierra era hueca) murió en Chile justo cuando dijo haber encontrado la escalera que conducía a Agartha. Yamada (un reikista japones)que está escondido, y yo, somos los únicos que quedamos vivos. Y yo tuve estos inconvenientes: el del fallecimiento de Juan. Fui a ver a un policía amigo y me dijo: «Pibe, esto fue armado. Están buscando a un boludo y sos vos.» Y continua el sensei: «»•Yo no sé si me querían usar como chivo expiatorio del crimen o si me querían hundir por envidia. Igual, yo soy más peligroso muerto que vivo, porque la energía queda liberada cuando el cuerpo se va. Sería terrible que me hayan querido voltear a mí y para eso mataran a un inocente«. Fuente: La misteriosa muerte del Ninja, Cosecha Roja, Red de Periodistas Judiciales de Latinoamérica. Disponible en Web: http://cosecharoja.org/lamisteriosa-muerte-del-ninja/
[10] Dangel, Guillermo J., La ciudad perdida de Erks. Una ciudad subterránea habitada por extraterrestres, GM Editor, Buenos Aires, 1996, Pág. 50.
[11] Ibidem, Pag.50.
[12] Nota: En enero de 2015, uno de los discípulos más cercanos de Acoglanis (famoso empresario capillense del no daré su nombre), me confirmo personalmente dos cosas: «que Rubén Antonio era un celoso enfermizo. Un loco, que siempre había odiado a Acoglanis. Y que a Ãngel, lo mataron por una cuestión de polleras«. Archivo del autor.
[13] Véase el testimonio de Héctor Antonio Picco, inefable buscador de ovnis y socio de Fabio Zerpa en la Revista Cuarta Dimensión, en «Hombres de Negro en Capilla del Monte«. Disponible en Web: http://cronicasubterranea.blogspot.com.ar/2009/02/hombres-de-negro-en-capilla-del-monte.html
[14] Confieso públicamente no pertenecer a la organización de los Hombres de Negro.
[15] Dangel, G. op.cit. Pág. 53.
[16] Dangel, G., op.cit., Pag. 54-55
[17] Para leer el mejor perfil de este personaje recomiendo leer: Agostinelli, Alejandro, «Profeta mirando al sudeste», en Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina, Sudamericana, Buenos Aires, 2009, pp. 101-130.