Sobre la fantasía de una pirámide primigenia de Gunung Padang
8 de noviembre de 2023
Jason Colavito
Hace dos semanas, Danny Hilman Natawidjaja y su equipo de Indonesia publicaron en Internet un paper en el que afirmaban tener pruebas de radiocarbono de que Gunung Padang era un complejo piramidal de la Edad de Hielo y no, como suelen creer los geólogos, una formación volcánica natural en la que los humanos construyeron encima hace unos 1,500 años. La reacción de arqueólogos y geólogos no se hizo esperar y se pidió a la revista Archaeological Prospection, en la que pronto aparecerá el artículo, que se retractara por su razonamiento profundamente ilógico. Aunque Natawidjaja y su equipo realizaron un trabajo científico real que databa el suelo de la colina de Gunung Padang, omitieron completar un paso obvio antes de afirmar que las fechas eran prueba de actividad humana: no aportaron ninguna prueba de que el suelo estuviera asociado a la actividad humana.
En su lugar, el equipo parece haber asumido que el cono volcánico era una antigua pirámide, y por lo tanto una gloria para el honor de Indonesia, ahora la cuna de la civilización, en lugar de sacar la conclusión de la evidencia. Carl Feagans ha desglosado minuciosamente las pruebas de que Gunung Padang es simplemente una formación natural con una ocupación humana relativamente reciente encima, y merece la pena leer su entrada en el blog.
Sin embargo, quiero destacar una divertidísima “prueb”» que Natawidjaja está promoviendo y que Feagans destaca. Admito que no he buceado demasiado en el mito de Gunung Padang más allá de lo que aparece en los libros de Graham Hancock y en la serie de televisión Ancient Apocalypse del año pasado, así que no estaba familiarizado con esta ridícula afirmación.
La moneda de Gunung Padang (izquierda) y una moneda colonial holandesa idéntica.
Natawidjaja encontró una moneda de la época colonial holandesa en Gunung Padang y afirma que se trata de un “amuleto” de 52,000 años de antigüedad. Y cuando los críticos le señalaron que se trataba de una moneda colonial holandesa, redobló la apuesta y alegó que los holandeses modelaron sus monedas a partir de amuletos prehistóricos indonesios.
El hecho de que haga este tipo de afirmaciones extravagantes y fácilmente refutables -y de que sea ampliamente criticado por sus colegas indonesios tanto por su ciencia como por su afirmación de que Gunung Padang era la Atlántida de Platón- y, a pesar de ello, no haya sido expulsado de la conversación, es un testimonio del poder de las narrativas de los medios de comunicación, del poder del clientelismo político y de la decadencia de las normas en la vida pública, que favorecen el sensacionalismo por encima de la seriedad.
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